(…) ¡Revelación!: Contagiado
por una ola genética
repleta de cromosomas,
prosigo siendo eslabón
asido a cadena cósmica.
De soplo y tierra
1-Terrenal
Aquí —intuyo, que por causalidad—
Zambullido en este traje,
con tela teñida
por glaciares y volcanes.
Pasajero de un planeta
que es pasajero a la vez;
burbuja hecha de tierra y agua revueltas,
burbuja especiada con salivas vegetales,
con minerales fornidos e indelebles
y con sangre animal de hombre
alimentada por ubres gustosas de mujer.
Aquí. Soy.
Trapecista dando vueltas
que alternando ritmos
cruza de un salto las esquinas
mientras escucha cuanto de reales son las estrellas,
que ellas son mis ancestros
paseando como descubridores
para bordar un después.
Apresado por un reloj, imparable y pertinaz,
que cuenta y cuenta… días y años y siglos
circuncidando con segundos
que pasan dando memoria y ojos renovados
con los que interpretar los pasos y el vuelo
tras voltear del revés.
Aquí; como soñador empedernido,
preso del gesto romántico, libre de funambulismo;
anhelo cambiarme de disfraz
y prolongarme hasta el infinito.
Aquí —aun fugaz por medido bajo este vehículo—
Sujeto pasos.
Soy dependiente.
Cazo respiros.
Siendo viajero; recorro instantes
y desabrocho imposibles.
Pesco sin anzuelo ni lombriz
y se descascarilla mi propio huevo,
desnudo renaciendo; girándoseme el mundo.
Aquí y ahora, compañeros confirmo
que no existe instante alguno
mereciera rechazo, fuera desperdicio.
Aquí estoy.
Atento a la música y lecciones
que mediante las cuerdas del espacio
esparcen, la verborrea impetuosa de la luz
la algarabía de las sombras,
la perpetuidad de la oscuridad
y la quietud amable del silencio.
2-Espacial
Marcharé, sonriendo.
Pasará el placer.
Cesará el dolor,
tal cual ahora mismo los conozco.
Partiré satisfecho;
como un ave o un árbol
a cuales se les marchitan alas y hojas
para sobrevenirles
nuevas ramas y otros plumajes.
Sonriendo.
Satisfecho.
Porque amo y deseo
cada hola y cada adiós
que aúpa este universo
aligerando albas y crepúsculos.
Ya comprendí…
que volara hacia arriba,
caminara enrasado,
o buceara por debajo,
toda la arena cae como fuente
ofreciendo un agua que es:
Suma grata. Florecimiento.
Ventisca catapultando
saber de cabalgadura y privilegios.
318-omu G.S. (bcn. 2016)
Cual hombre…
Cual hombre fundamentado en sueños.
Cual hombre atrevido
que caza fantasmas y alcanza misterios.
Tal cual hombre dentro del juego —hecho de cal y de arena—
algunas veces opto por saltar
de cabeza y otras a la pata coja.
Cual hombre que enhebra
en busca de la salud y la paz
mientras tienta dónde y separa la niebla.
Cual hombre certero que ahonda
en su verdad de juglar
entregadamente inexperto.
Un experimento hecho de pasos y de luces
de explosiones y de sombras
y de restos de huellas arqueocósmicas.
Tal cual un hombre pragmático…
pero sólo hasta la mitad.
Tal cual un hombre tembloroso
ante la distancia y el frío
que se deshabita de propiedades
para hallar a ese yo inverso
que predica sin jaques ni mates.
Tal cual…
Pluma y lastre:
Vuelo y Pozo
y siempre por siempre novicio
frente a las estaciones y los vientos.
Maestro de…
no dejarme llevar por el mando de planetas
aquejados de la gravedad que cabe en dioses.
Tal cual…
¡Imperfecto!
Mi desnudo suma expresivo
(soy lobo que aulla adentrado en estepa)
¡tanto!… como el canto delicioso,
¡tanto!… como el grito aguerrido;
mi desnudo detesta aquellos mundos
que por miedosos son incapaces de reconocer
la flexibilidad de la verdad;
mundos dedicados a cavar oquedades con sabor a tumba
ante las contraposiciones, los errores y los perdones.
Nunca antes supe descifrar
los enigmas que trascienden
(aunque siempre anduve con las ventanas abiertas en pos de apreciar
lo cuantísimo que se extienden y extienden las formas del horizonte).
Tal cual un hombre que se presta a la enseñanza,
que afirma su inseguridad y sus dudas exento de ira,
que le teme a los precipicios pero que ajusta su vértigo,
que sabe le espera, tras su más que segura caída,
el agua del río o el agua del cielo o el agua del mar.
Tal cual un hombre hecho de cielo y hecho de carne…
Nunca mi carne y mi polvo fueron menos hombre y estrella
que cuándo sometí a los sueños
a la vejez insidiosa y al chirriar de cadenas
desmemoriadas de luz.
¡Mi inocencia vivirá encendida
aún ya traspasada la edad
de los cuerpos celestes
y de los aquí, hoy vivos, cuándo muertos!
Y, digo… ¡tal cual mi hombre!
318-omu G.S (bcn.2021)