Trovador, a saber si tu sueño anda forjado sobre seres encantados, entre caballos voladores y dragones, o sencillamente lo hallaste dentro de los hombres aferrados a sus estados; cuando nosotros, los hombres, a veces reímos y en otras ocasiones lloramos.
Preguntarte si esconden para ti alguna señal los relámpagos que alienta el cielo, una mirada fugaz que se cruza en nuestro camino, los delfines que persiguen y juguetean con nuestras embarcaciones mientras surcan el mar, o esa llama bailarina y cambiante que ronda el baúl abierto que es cualquier fuego.
¿Sigues las huellas que se suceden estampadas sobre la arena?.¿Es tu presente una playa encontrada por casualidad?.¿Este ahora que de ti emana es coincidencia o destino?
Trovador ¡avísame!. Indícame como hallar la alegría que vive en cualquier mañana. Enséñame a interpretar el tintineo del metal o la solemnidad liviana del aullido del viento cuando acaricia las piedras. Enséñame como desentenderme del absolutismo pesado del «yo». Bautízame con tus privilegios y ayúdame a que cicatricen viejas y mal olientes heridas.
Preguntarte si esconden para ti alguna señal los relámpagos que alienta el cielo, una mirada fugaz que se cruza en nuestro camino, los delfines que persiguen y juguetean con nuestras embarcaciones mientras surcan el mar, o esa llama bailarina y cambiante que ronda el baúl abierto que es cualquier fuego.
¿Sigues las huellas que se suceden estampadas sobre la arena?.¿Es tu presente una playa encontrada por casualidad?.¿Este ahora que de ti emana es coincidencia o destino?
Trovador ¡avísame!. Indícame como hallar la alegría que vive en cualquier mañana. Enséñame a interpretar el tintineo del metal o la solemnidad liviana del aullido del viento cuando acaricia las piedras. Enséñame como desentenderme del absolutismo pesado del «yo». Bautízame con tus privilegios y ayúdame a que cicatricen viejas y mal olientes heridas.
Y quedo… pretendiendo domar a ese crepúsculo continuado que me aleja del tacto dulce de la vida y el bienestar extrafísico. Quedo a la espera de recibir lecciones de ti, trovador…
sabores de tierra 