«Y hasta el último instante se mantengan nuestros sueños, como realidades alcanzables cuales precisan del empeño.»
Agradecer la sonrisa del día sin desear añadir o restar, sin pretender ningún cambio ambicioso que vaya más allá de nosotros.
De cerca nuestra mirada abarca limitada. De lejos acogemos amplitud: se multiplican las perspectivas, vemos caminos ni antes vistos, somos igual que aves a las que, extendiéndoseles el cielo, disponen de otros lugares donde anidar.
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Claridad
Mi sol es debido a tu mañana
y aunque luzcan nubes resplandece,
que mejor que abrir las manos y agradecerte,
que mejor que abrazarte para sentir
tu-mi grandeza.
**
Crear.
Y en el presente
sólo una nota clara
sólo una mota
que disfruta del cielo
junto a la eternidad.
Mi fe está en crear y creer
en que la pisada humana
que ahora me pertoca
me concederá aquel resplandor
que hace bailar.
¿Dónde el horizonte que se me extravió?
Aquí
a tocar
dentro de este respiro.
¿Dónde aquella llave de mis sueños que se me perdió?
Sobre mi decisión, en nuestra voluntad.
Solo mi infinito sabrá…
pero no cejo,
pero prosigo el camino
con mi corazón como estandarte.
Sólo existe una aurora.
Sólo existe una hora que resulta espléndida para estar:
Paz.
donde se diluyen los ruidos
donde todo sonido suena igual que música
y así desmantelados los laberintos
estos perecen.
Entonces sé de la vida,
sé qué es la vida
cuándo comprendo la unión indestructible
y la simpleza, mostrándose magnífica,
contiene la libertad.
Sé de la muerte segura
de todas las circunstancias.
Sé de los cambios irrebatibles
que pecando de gloria
hacen que el universo gire
más lejos de cualquier verbo
que implique parar o destruir
la rueda de la vida
con su infinidad de gotas de agua.
Sé de tu aliento.
Sé de tus ojos.
Sé de tu sed.
Sé que guardas caricias
que paralizan golpes cuales cabría
destruyan albas sin compasión.
Sé acerca de todo esto,
y por siempre manda mi fe en el presente.
Mandan mis sueños.
Manda mi confianza.
Manda mi ilusión.
Sense màgia no hi ha cel / Sin magia no hay cielo
Tants i tants camins ens esperen!… I nosaltres, viatgers que avui trepitgem la terra, sempre disposem del vent que bufa les decisions.
¡Tantos y tantos caminos nos esperan!… Y nosotros, viajeros que hoy pisamos la tierra, siempre disponemos del viento que sopla las decisiones.
Cuestiones de ganado (así para otros)
Vivimos a merced de un sistema que fomenta las divisiones para mantenerse en pie. Aceptamos, como dogma inquebrantable, las diferencias como hecho y causa suficiente para el distanciamiento y la separación; las diferencias son utilizadas en nuestra contra, contribuyen a que nos miremos, unos a otros, por encima del hombro o de reojo, agudizan la desconfianza; aunque en realidad, las diferencias por su variedad significan la senda que nos conduce a un continuo apogeo. No solo aceptamos esas «mal entendidas diferencias» como credo inquebrantable, sino que también pregonamos a los cuatro vientos su razón de ser, razón cual no parte, en infinidad de ocasiones, desde la lógica que contribuye al progreso ni se fundamenta en unas conclusiones a cuales hemos llegado por nosotros mismos; somos presos de unos intereses, minoritarios y ajenos, que superan la conveniencia del bien común, el crecimiento del bienestar para una mayoría.
Esta sociedad esta construída a base de proclamas que sentencian y otras tantas que justifican un sinfín de barbaridades que acaecen sobre el planeta (las guerras, el hambre, la esclavitud y las muertes sólo las entienden los «¿poderosos?»). La sociedad y el individuo actual se jacta de personalidad, cuando en realidad vivimos sometidos, bajo el yugo de un comportamiento y de una imagen que no hemos creado y ni tan siquiera decidido; vivimos usando aquella piel e incluso el sentir o los pensamientos que unos pocos nos han impuesto tras un seguido de hechizos detestables y coartadas; vivimos abducidos por la competitividad, por el triunfo y por el ansia de lo exclusivo (falsamente) y de lo propio. En esta etapa de la humanidad, aparecemos como víctimas del esnobismo: aceptamos tendencias sin cuestionarnos si de veras actuamos en consonancia. Reclamamos cambios sociales que reduzcan las injusticias, al tiempo que demostramos que nos importa absolutamente nada lo que le suceda al vecino, a ese vecino que tenemos puerta con puerta, o al que está a dos horas de coche o a dos horas de avión. Reconozcamos la incoherencia e hipocresía de nuestro sistema y sociedad, más diría, del individuo que somos. Sería valioso empezar la labor desde nuestro ámbito más minúsculo, desde esa pequeña escala que tenemos a nuestro alcance. Siendo honestos podremos percibir en que grado contribuímos al estadio actual de sucesos, para, desde este punto de partida, empezar a aplicar una renovación de conciencia y así cambiar, en muchos aspectos, nuestra respuesta e interpretación.
Aun tras lo expuesto: Reconozco que existen grandes personas, que no renuncian al esfuerzo y de sobras dan la talla durante la busqueda de un oasis y del paraíso; ojalá, en breve, ocurra para estos, su multiplicación.
Voces continuas
Desempolvo razones y espacios
y sus raíces esconden, luces y sombras;
brea dando lumbre al recorrido,
ambas son múltiplo de miel y polinización.
Todos los caminos devendrán como ceniza
tras su quema inevitable,
así resurgiendo ramas, flores, frutos y hojas
¡Hawaii espera!
Son tantas las pócimas y los influjos.
Son tantas las burbujas que retozan
sabiendo a creación.
¿Dónde la gloria?
Aquí, en la fuente.
Surge desde la sencillez más humana
y la lápida más ancestral,
lejos de Sodoma y Gomorra.
Tras beber…
Desprendernos de invasores.
Acunar hasta que creciera el hijo
solidario y comprensivo
que siempre anduvo con nosotros.
Honrar la budeidad que respeta la vida
hasta librarnos del karma y convertirnos
en células pacíficas de luz.
Tras beber…
Adquirir el juicio que merece visibilidad;
y que éste penetre e inunde
la cara oculta de la luna y toda trastienda.
Recobrar y sentir
la majestuosidad del cielo;
vernos, como árbol, ante tal espejo
¡alzándonos desnudos!
318-omu G.S. (bcn. 2020)
Como por arte en las manos
«(…) Querer ver rostros sonrientes; el tapiz deja muy pocas cosas a merced del azar.»
***
Solo. Solo, hasta comprender que son joyas y no crucifijos lo que nos regala el camino mientras lo andamos. Que cada pieza puesta sobre el tablero equivale a lección, y que las lágrimas, aun por muy amargas que sean, también contribuirán a que no sean más altas las dunas y nos engulla el desierto; esas lágrimas, tanto o más que las risas, han de servirnos para despertar. Solo y a sabiendas que el mar que nos baña es inmenso —en él caben todas las formas: muertes y nacimientos ¡y hasta el acto de la resurrección!—. Que este mar que nos baña es viaje y cobijo; que no ceja de disponerse como un continuo día festivo… Para qué sordos, para qué ciegos, cuando todo está repleto de música, luz y color.
De animales y colores
«La oscuridad de hoy puede cambiar para ser agua donadora de destellos.»
Vivir en una granja donde los gallos kikirikan al acercarse la noche, y omiten y callan mientras se esconden del amanecer.
Vivir en una selva donde los hombres se visten de ratas, y resultan engullidos por sucias y apestosas cloacas, al soñar deseos que encementan los pies.
Vivir respiros con la mente limpia, con la mente, sonriente y clara. Adolecer de angustia y vivir sorpresas porque Venus anida en nuestro alma.
Encarar camino. Ser viajeros nunca huérfanos. Ser viajeros anclados al sí del ser que perdura eterno… El horizonte nos espera, cual color al cuadro, para colorear más y más albas.
Aleteo
Pero cuanto y cuanto me gusta regalarme un vuelo sobre el muro que nos aprisiona, para así darme cuenta de que podemos ser felices.
Recordemos ser pájaros. ¡Venus está a nuestro alcance!.
Tronos perversos
La mayor perversión es a resultas, de infringir miseria y dolor a las gentes a sabiendas de que no hay necesidad (¿y dónde las leyes).
La ambición y el poder pervierte; y, nosotros, somos parte contribuyente, al ser solamente un posado amansado durante cada secuencia y fotografía.
Conformismo, comodidad y cobardía mandan en la función; rigen como pauta social dentro del desarrollo de este mecanismo infernal que impera.
Tomo como acto útil y filosofía válida el darle la vuelta a este estadio mental que somete valores; así huyendo de tan nulo sentir y comportamiento, ausente de humanidad, que le veta la salud y el disfrute a tantos que también se lo merecen.
Caracoleo
(I)
Si deambulase entre tiempos
cabe que padeciera, prisión o deriva.
Quizás sería vapor exento de barco
y de tren y de agua
y también de cocina,
al estar sometido
y devenir arrastrado
por las horas perdidas,
o porque apostado en los límites inciertos
de esas horas
que no sé, de cierto, si acudirán.
(II)
Si desorientado
por tantas sumas inexactas que trashuman
excediéndose en alusiones e información,
puedo perder la consistencia
de la pieza minimalista que inhalo
con cada sorbo actual.
Cuándo a medias
y esparcido el equipaje:
resultan apagadas las dimensiones
y emborronadas las formas
y contenidos posibles
que pretendiera pintar.
(III)
Si desconectado mi animal de la clave magistral
que como símbolo químico
adopta los «YA»,
encontraría las esencias efímeras
y extraviaré paisajes excelentes
y tactos exquisitos
cuales tienden a soplar
pálpitos enriquecedores.
La naturaleza hecha de instantes
sufrirá la agonía de una doble enfermedad:
La de las horas supuestas -pura invención de dudosa apariencia-
y la de las horas muertas
-las que gimiendo desde su ausencia reclaman retornar-.
¡Así jamás podré disponer de fecha original y propia!.
Viviré cargando gestos que quizás nunca llegarán
y también de otros pesos que transitan enmohecidos
estando ya difuntos.
(IV)
Si emborrachado por otras vueltas de reputada distancia…
Seré epitafio
que no alcanzará suficiente potencia
ni para escucharse
ni para leerse
ni para haber nacido:
Amarrado;
me faltará la eclosión
catalogada como precisa
para adquirir sucesión;
vida tras muerte
y muerte tras vida.
Nonato;
destriparé volúmenes e intensidades
sin hallar pellizco alguno
que tuviera inscrito
«mío… Mío». «Joya en mina».
Encallado;
faltarán las críticas y los aplausos
¡no habrá estrenos!,
al no capacitarse en mí mención
ni obras originales que representar
sobre este espléndido teatro.
Es por ello que:
pido alinearme con la aventura poseída por cada instante,
ser alimento y engendrar
dejándome de suposiciones y de rescates.
(V)
Sólo dentro de un tiempo
sabré que cabe cualquier grueso en mi aguja
y enhebraré, dando buena costura.
Transcurra y comprenda mi tiempo
como un presente continuo
cual no admite que los instantes pasaran
oliendo a amnesia que equivaliera a derrota.
A pesar de lo expuesto.
Admitiendo que todo es poesía
donde caben, trillones de sentires
así como billones de interpretaciones…
Corroboro que cada uno de mis instantes sostienen suficiente historia
como para que esta vela que soy prenda
plena de conocimiento
y el deseo que salvaguarda mi llama
consiga extenderse
como luz que alcanzó la libertad.
318-omu G.S (bcn. 2017)
Llego a la conclusión de que todo lo expuesto, absolutamente todo, resultan verdades que alberga esta vida. Inclusive las exposiciones que, presentándose como extremos, pueden caber, dentro de nosotros y en la interpretación de otros, como contradicción.
A medida que recorremos pasajes, las que creímos como mentiras se convierten en grandes verdades «el recorrido provoca cambios. El trayecto resitúa y esclarece».
Acerca del tiempo:
1-Un lema «carpe diem». La importancia de medir la vida con instantes; no permitir que se escape el único tiempo que, de veras, poseemos.
2-La valía de tener presente la historia y de realizar acciones para generar un futuro. Recordar el peso de las decisiones; como cada una de ellas ha contribuido a declinar la balanza hacia un lado o hacia otro así concediendo desenlaces. La historia pasada como aprendizaje, nunca como una carga que impidiera el gozo dentro de la misión»carpe diem».
3-Desde el «carpe diem» proyectar «carpe diems» venideros. Cada atisbo energético tiene que sostener dosis enormes de ilusión y esperanza. Los imposibles son tales porque nosotros establecemos que así sean.
Somos arrastrados porque consentimos, jamás debido a que exista una obligación irremediable.
Basta de señalar hacia otro lado. Basta de desentendernos de aquello que ocurre. Decimos tener personalidad y decisión, pero permitimos que nos maleen con imposiciones que, de sobras sabemos, no reportan nada constructivo.
Vivimos sumergidos dentro de un sistema que estipula el máximo valor sobre la competitividad y la personalización divisoria, aunque evidencia, claramente como imperativo, todo lo contrario; la alienación: Masificación sujeta a ideas preestablecidas por el poder, ideas y métodos los cuales convienen en facilitarles a unos pocos el control.
¡En qué quedamos!. ¿Resaltamos cada uno de nosotros una identidad exclusiva y original?. ¿Presentamos un «yo único» cual es pieza de arte?. O este «yo único» resulta irreconocible, ha bebido un sinfín de pócimas ilusorias que le han supuesto el perder sus señas y extraviar el norte.
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Soy del pensar que el valor de los actos acontece determinado por la intencionalidad. Cada cual es el único que sabe acerca de la voluntariedad que existe en el hacer y decir que empleásemos -no resulta lo mismo un pisotón accidental que uno premeditado e intencionado.
Habita otra razón o directorio, y este es el de la inconsciencia, cual nos podría conducir hacia un continuo de destrucción y de desastres.
Merece la pena el detenerse a sopesar en que medida repercuten las palabras y actos de nuestro día a día sobre la vida de los demás. Estaría bien el tener en cuenta, que desencadenamos un efecto dominó que cabe lleve como remanente todo lo contrario de aquello que decimos desear sobre este mundo.
No merece la pena el perder el tiempo -una vida de instantes-, entre conjeturas y suposiciones que, mayormente, no sabremos nunca de cierto, si han sido, son o serán una realidad.
No permitamos que las equivocaciones o la desidia de otros nos conduzca hasta una permisividad que nos convierta en una contradicción improductiva e incoherente.
Saludo tu vida con una sonrisa vital mientras intuyo que tenemos los mismos años…