Oír al silencio relatarnos verdades (avisto la vigilia, me asomo hasta la introspección). Tránsfugo de uno mismo aparecer tras los cortinajes que, oprimiendo como imposición, nunca escogimos ni para hogar ni para sueño ni para teatro. Elevarnos tras ser vírgenes; ser celeste y terrenal sin capacidad, ante ello, para la omisión o para la negación. Tan juiciosos como locos dependiendo del viaje. Un tanto perdición y otro tanto bendición según cuadrasen las elecciones y esos inevitables tropiezos que nos sitúan en nuestro lugar. En pos de la liberación, desalojar al miedo y desnudarnos… Ya desflorados. Ya desarraigados de conceptos e imposiciones y sistemas. ¡No más presidios!. ¡No más quimeras!. ¡Todo es posible! ¡No es utopía; no es sólo un sueño!. Creer en lo palpable y confiar en lo intangible, convertirnos en seres de luz así como en seres de fe. Y al respirar… Y al tocar… Avanzar y sentir sin jactarnos de aciertos, y sin tampoco temer a las tantas equivocaciones que aparecen, tal cual símil de aprendizaje y obligación, cuales si fueran reconocidas hasta glorifican, dando paz, y nos redimen de frustaciones y de culpas. Sentir como inmensa cada situación, y cualquiera de los elementos que como maestros se cruzan en nuestro camino para alzarnos en esta vida, tal cual bella composición. Aprendemos evolución y reconocemos señales que, concediendo la justa temperatura y siendo lumbre, abrirán nuestros oídos y nos apartarán de la ceguera. Apartar oscuridades que confunden, abruman y vuelcan insignificancia a esa, de entre las realidades, la más impresionante.
Seremos, por más que palabras, una respuesta de vida ante tantos enigmas.
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¡Oh, futuro!
que más verdad que la tuya enraizada en presente
demostrando que la gravedad es inconstante y pasajera;
que más verdad que infinidad de constelaciones
cuales surcan lo liviano y lo pesado
y sabedoras de la importancia de cada segundo y kilómetro
donan despiertos, dormidos y sueños.
Fuera de nubes
Vivir ahora y, a cada paso, elegir adelante.
De qué sirve seguir varados en los hechos de otro tiempo, cuando claramente vemos, que esto equivale a óxido cual corroe los cimientos hasta convertirnos en castrados.
Vivir ahora y, aún con memoria, volver liviano el pasado.
Sin prisas… El respiro nos da vida; y aunque el reloj prosiga su curso no nos pesan sus manillas.
A merced
«El hombre…
Si créese gigante
se sabrá pluma
(cuestión elemental).»
**
Llevados
porque el viento aprieta.
Caídos
porque la tormenta golpea.
Sostenidos.
Equilibrados.
Sobre la cuerda floja
del instante,
del respiro
que nos sujeta
hasta que nos suelta.
¿Quién manda más que los hombres?
Dime ¿Tú decides?
¿Pisas donde quieres?
¿Eres sepultado,
o eres elevado
porque así lo eliges?.
Frágil o acerado
por la vorágine insalvable
de la austera selva
que embiste al individuo
e incendia o humedece
posicionando las llanuras
y las cumbres.
Barro.
Sólo barro…
318-omu G.S. (bcn.2018)
Caracoleo
(I)
Si deambulase entre tiempos
cabe que padeciera, prisión o deriva.
Quizás sería vapor exento de barco
y de tren y de agua
y también de cocina,
al estar sometido
y devenir arrastrado
por las horas perdidas,
o porque apostado en los límites inciertos
de esas horas
que no sé, de cierto, si acudirán.
(II)
Si desorientado
por tantas sumas inexactas que trashuman
excediéndose en alusiones e información,
puedo perder la consistencia
de la pieza minimalista que inhalo
con cada sorbo actual.
Cuándo a medias
y esparcido el equipaje:
resultan apagadas las dimensiones
y emborronadas las formas
y contenidos posibles
que pretendiera pintar.
(III)
Si desconectado mi animal de la clave magistral
que como símbolo químico
adopta los «YA»,
encontraría las esencias efímeras
y extraviaré paisajes excelentes
y tactos exquisitos
cuales tienden a soplar
pálpitos enriquecedores.
La naturaleza hecha de instantes
sufrirá la agonía de una doble enfermedad:
La de las horas supuestas -pura invención de dudosa apariencia-
y la de las horas muertas
-las que gimiendo desde su ausencia reclaman retornar-.
¡Así jamás podré disponer de fecha original y propia!.
Viviré cargando gestos que quizás nunca llegarán
y también de otros pesos que transitan enmohecidos
estando ya difuntos.
(IV)
Si emborrachado por otras vueltas de reputada distancia…
Seré epitafio
que no alcanzará suficiente potencia
ni para escucharse
ni para leerse
ni para haber nacido:
Amarrado;
me faltará la eclosión
catalogada como precisa
para adquirir sucesión;
vida tras muerte
y muerte tras vida.
Nonato;
destriparé volúmenes e intensidades
sin hallar pellizco alguno
que tuviera inscrito
«mío… Mío». «Joya en mina».
Encallado;
faltarán las críticas y los aplausos
¡no habrá estrenos!,
al no capacitarse en mí mención
ni obras originales que representar
sobre este espléndido teatro.
Es por ello que:
pido alinearme con la aventura poseída por cada instante,
ser alimento y engendrar
dejándome de suposiciones y de rescates.
(V)
Sólo dentro de un tiempo
sabré que cabe cualquier grueso en mi aguja
y enhebraré, dando buena costura.
Transcurra y comprenda mi tiempo
como un presente continuo
cual no admite que los instantes pasaran
oliendo a amnesia que equivaliera a derrota.
A pesar de lo expuesto.
Admitiendo que todo es poesía
donde caben, trillones de sentires
así como billones de interpretaciones…
Corroboro que cada uno de mis instantes sostienen suficiente historia
como para que esta vela que soy prenda
plena de conocimiento
y el deseo que salvaguarda mi llama
consiga extenderse
como luz que alcanzó la libertad.
318-omu G.S (bcn. 2017)
Llego a la conclusión de que todo lo expuesto, absolutamente todo, resultan verdades que alberga esta vida. Inclusive las exposiciones que, presentándose como extremos, pueden caber, dentro de nosotros y en la interpretación de otros, como contradicción.
A medida que recorremos pasajes, las que creímos como mentiras se convierten en grandes verdades «el recorrido provoca cambios. El trayecto resitúa y esclarece».
Acerca del tiempo:
1-Un lema «carpe diem». La importancia de medir la vida con instantes; no permitir que se escape el único tiempo que, de veras, poseemos.
2-La valía de tener presente la historia y de realizar acciones para generar un futuro. Recordar el peso de las decisiones; como cada una de ellas ha contribuido a declinar la balanza hacia un lado o hacia otro así concediendo desenlaces. La historia pasada como aprendizaje, nunca como una carga que impidiera el gozo dentro de la misión»carpe diem».
3-Desde el «carpe diem» proyectar «carpe diems» venideros. Cada atisbo energético tiene que sostener dosis enormes de ilusión y esperanza. Los imposibles son tales porque nosotros establecemos que así sean.
Somos arrastrados porque consentimos, jamás debido a que exista una obligación irremediable.
Basta de señalar hacia otro lado. Basta de desentendernos de aquello que ocurre. Decimos tener personalidad y decisión, pero permitimos que nos maleen con imposiciones que, de sobras sabemos, no reportan nada constructivo.
Vivimos sumergidos dentro de un sistema que estipula el máximo valor sobre la competitividad y la personalización divisoria, aunque evidencia, claramente como imperativo, todo lo contrario; la alienación: Masificación sujeta a ideas preestablecidas por el poder, ideas y métodos los cuales convienen en facilitarles a unos pocos el control.
¡En qué quedamos!. ¿Resaltamos cada uno de nosotros una identidad exclusiva y original?. ¿Presentamos un «yo único» cual es pieza de arte?. O este «yo único» resulta irreconocible, ha bebido un sinfín de pócimas ilusorias que le han supuesto el perder sus señas y extraviar el norte.
••
Soy del pensar que el valor de los actos acontece determinado por la intencionalidad. Cada cual es el único que sabe acerca de la voluntariedad que existe en el hacer y decir que empleásemos -no resulta lo mismo un pisotón accidental que uno premeditado e intencionado.
Habita otra razón o directorio, y este es el de la inconsciencia, cual nos podría conducir hacia un continuo de destrucción y de desastres.
Merece la pena el detenerse a sopesar en que medida repercuten las palabras y actos de nuestro día a día sobre la vida de los demás. Estaría bien el tener en cuenta, que desencadenamos un efecto dominó que cabe lleve como remanente todo lo contrario de aquello que decimos desear sobre este mundo.
No merece la pena el perder el tiempo -una vida de instantes-, entre conjeturas y suposiciones que, mayormente, no sabremos nunca de cierto, si han sido, son o serán una realidad.
No permitamos que las equivocaciones o la desidia de otros nos conduzca hasta una permisividad que nos convierta en una contradicción improductiva e incoherente.
Saludo tu vida con una sonrisa vital mientras intuyo que tenemos los mismos años…
Esponges / Esponjas
La vida ens espera.
Empolainada amb joguines
demana infants
que demà siguin joglars
transmetent el cant.
Demana bona voluntat
darrere de paraules
i adherida a tots els fets,
vol que aixequem el millor demà
en tindre prou seny
i posar orelles.
La vida ens vol juganers.
Ens necessita i demana
sencers i atents,
per gaudir i aprofitar
les seves tantes llunes
així com cadascun dels seus sols,
apuntant quant de meravelloses són
les acrobàcies que porta
com carro de sorpreses.
La sort: Preparar-nos per tot.
Escollir com fer
en disposar de les eines.
Les carícies i els cops d’avui —inevitables—
(música harmònica
esgarrifances o plors),
en retrobar-se els temps
com en una forta abraçada
retornen, contundents
al mot que és demà;
ni un d’ells marxa
perdent el so per complet.
Cap s’escapa de ser dalla o llavor
guanyant empenta
en mantenir-se a tocar del cel
i dins la terra.
Nosaltres; com a ventall o martell.
Nosaltres; servint menjar damunt de la taula.
No val senyalar ni buscar lluny.
No valen queixes!
En remar decidim cap on marxar
i el que construïm allà on estem.
Sí.
Sigui el goig!
Vinguin rialles!
No.
N’hi ha prou de pous i foscor!
S’esvaeixi la cremor
que porten les penes!
Som branques d’un arbre
donant escorça, flors i fulles,
engrandim l’arrel
vulguem i cridem
papallones i abelles!
La vida; dolça i calenta
agra i freda
moguda i serena.
Calendari de circumstàncies
que ens esperen per ser ateses
amb tots els sentits ben desperts.
La vida remulla.
La vida llança, i…
nosaltres, galleda.
318-omu G.S. (bcn. 2016)
(castellano)
La vida nos espera.
Acicalada con juguetes
pide niños
que mañana sean juglares
transmitiendo el canto.
Pide buena voluntad
detrás de palabras
y adherida a todos los hechos,
quiere que levantemos el mejor mañana
al tener suficiente cordura
y poner orejas.
La vida nos quiere juguetones.
Nos necesita y pide
enteros y atentos,
para disfrutar y aprovechar
sus tantas lunas
así como cada uno de sus soles,
apuntando cuánto de maravillosas son
las acrobacias que trae
como carro de sorpresas.
La suerte: Prepararnos para todo.
escoger como hacer
al disponer de las herramientas.
Las caricias y los golpes de hoy —inevitables—
(música armónica
escalofríos o llantos),
al reencontrarse los tiempos
como en un fuerte abrazo
retornan, contundentes,
a la palabra que es mañana;
ni uno de ellos marcha
perdiendo el sonido por completo.
Ninguno se escapa de ser guadaña o semilla
ganando empujón
al mantenerse a tocar del cielo
y dentro de la tierra.
Nosotros; como abanico o martillo.
Nosotros; sirviendo comida encima de la mesa.
No vale señalar ni buscar lejos.
No valen quejas!
Al remar decidimos hacia donde marchar
y lo que construimos allá donde estamos.
Sí.
Sea el gozo!
Vengan risas!
No.
Basta de pozos y oscuridad!
Se desvanezca el ardor
que traen las penas!
Somos ramas de un árbol
dando corteza, flores y hojas,
agrandemos la raíz
queramos y llamamos
mariposas y abejas!
La vida; dulce y caliente
agria y fría
movida y serena.
Calendario de circunstancias
que nos esperan para ser atendidas
con todos los sentidos bien despiertos.
La vida remoja.
La vida lanza, y…
nosotros, cubo.
318-omu G.S. (bcn. 2016)
Sorbo-instante
Ayer suena tarde,
equivale a diccionario lejano.
Mañana suena a «vendrá»
tan lejos como temprano.
El «¡ya!»
mi matrimonio,
valioso exacto,
único que dentella.
Lujo posible
en tal monogamia.
Cada ahora: el acierto.
Cresta y cima.
Es jilguero afinado y badajo
que repica insistente;
trino espontáneo
y sonar de campanas.
318-omu G.S. (bcn. 2016)
La clau / La llave
Tresors escampats
que no havíem vist en passar,
però que abans també hi eren.
Tresors reconeguts i a disposar
després de conèixer,
les olors penetrants,
el tacte canviant
i els molts i variats sabors
d’una curta primavera.
318-omu G.S. (bcn. 2015)
(castellano)
Tesoros esparcidos
que no habíamos visto al pasar,
pero que antes también estaban.
Tesoros reconocidos y a disponer
después de conocer,
los olores penetrantes,
el tacto cambiante
y los muchos y variados sabores
de una corta primavera.
318-omu G.S. (bcn. 2015)
Alianza de hemistiquios (R)
Pronto; las celdas se abren;
al fin transmuta el silencio ocular
y parlamenta el color.
Las formas desanudan movimientos ¡su brío!
y el sentir somnoliento de negruzcos tizones
se adormece al pautarse agitación.
Cuándo la luz desempaña cristales,
asoma temblorosa, cabizbaja y decrépita
la Sonoridad estrellada y lunar
y la del crepúsculo;
la música enigmática se gira
rehusando los aplausos y la nana melódica
que con timbre ambicioso quiere cantarle el sol
¡bien sabe que su turno será Pronto!.
Ya acuden las imágenes al río.
Los sueños paladean un eclipse
y adquiere su consciencia el despertar.
El peso del tacto: La caricia. El arañazo.
Como experto escritor con su relato,
que por sentir humano, confirma mientras cuenta.
Los extremos se estiran hasta enhebrar conjunto;
como hilos trenzados y promiscuos
se prolongan y conviven.
Son sabios enlazando sendos fines
que buscan esparcir el néctar de sus ubres.
Pronto y después se quebrarán las tardes…
Vencidos los colores, lagrimean.
Las horas se desgastan y perecen,
presumen su declive entre segundos.
Acude la lumínica fatiga
y cediendo al cansancio se elevan otros mundos
mientras las mismas celdas que se abrieron,
cojean y se cierran.
318-omu G.S. (BCN-2012)
Punto de reunión (compendio)
Viajar dentro de mí
para reconocer
que estoy edificado con tus piedras,
sabiendo que debido a vuestra aportación
logré ajustar el grado de tensión
de cada una de mis cuerdas.
Precisé las medidas justas
de agudeza y de gravedad.
Invoque al romanticismo
sin menospreciar a la pasión,
aliento pasos que loan el habla
y de otros que veneran al silencio;
acallo igual los nombres faltos de piedad
como la edad injusta
que provoca que el tiempo prosiga quebrado.
Brindo por vosotros.
Gracias a vosotros puedo apuntar
dónde se hallan las armonías o las disonancias,
escojo aquel decir que se adecuara
a la lógica, tantas veces caótica,
que impulsa a mi identidad hacia su destino.
Contar de mí,
sabiendo que por causa de otros
ostento el metal y la madera;
tengo herrería y forjo
y tallo siendo carpintero.
Dispongo de herramientas y utensilios;
de martillo, cuchara y tenedor,
de tenazas, cazuelas y cuchillo,
que se hermanan en pos de elaborar.
Dispongo de un hogar
impregnado de manantiales y rocío,
de una casa que, oliendo a limpio,
siempre tiene sus puertas abiertas
para permitirle al aire y a la luz corretear.
Al visitarme procuro asir la honestidad
y afirmo que te debo.
A menudo tomo café e ideas con vosotros
sin tan siquiera darme cuenta.
Aparezco en este lugar ¡por ti!
por el compañero esporádico
con el que el azar tuvo a bien darme una cita.
Por el amigo íntimo
que me brinda cama, sinceridad y tertulias.
O, por aquel, que apareció distante y extraño
pero que adosado a la valentía
se acercó hasta mí para concederme ilustración.
Y por vosotros,
los que quedasteis, como vapor dentro de un vaso,
pues vuestro agua asoma invisible
al vuestra piel fugarse para mudar escamas.
Porque estoy aquí
-en este preciso lugar, adentrado en la hora exacta-
porque vosotros sois, seréis y fuisteis.
Porque todas las buenas razones
suelen antes pasar por ser mezcla.
318-omu G.S. (bcn. 2015)