Dins del teu mar / Dentro de tu mar

Sortir des de l’ànima.
Sorgir una llàgrima d’amor
com a tal paraules repartint abraçades.
Doncs recordo bé com te m’oferies
quant m’ensenyaves i com eres.
Ara sé que voles endinsada en tot;
per a tu no exiteixen
ni pesars ni pors
ni dolors ni fronteres.
Viatjera del cel:
reconèixer-te aigua
reconèixer-te foc
reconèixer-te vent;
viatgera sense temps!
Saber-te pau.
Saber-te llibertat.
Saber-te goig tanmateix com joc
i per això somriure
mentre esdevenen les gràcies.
Camino i camino sense oblidar.
Prossegueixo sentint-te.
Prossegueixo aprenent…
Des de la teva arrel neix aquest
i naixerant molts d’altres poemes.

(castellano)

Salir desde el alma.
Surgir una lágrima de amor
como tal palabras repartiendo abrazos.
Pues recuerdo bien como te me ofrecías
cuanto me enseñabas y como eras.
Ahora sé que vuelas adentrada en todo;
para ti no existen
ni pesares ni miedos
ni dolores ni fronteras.
Viajera del cielo:
reconocerte agua
reconocerte fuego
reconocerte viento;
¡viajera sin tiempo!
Saberte paz.
Saberte libertad.
Saberte placer lo mismo que juego
y por esto sonrío
mientras devienen las gracias.
Camino y camino sin olvidar.
Prosigo sintiéndote.
Prosigo aprendiendo…
Desde tu raíz nace éste
y nacerán muchos otros poemas.

Genesis (The carpet crawlers)

—traducción al castellano de «The carpet crawlers» (Peter Gabriel)—

Hay lana de cordero bajo mis pies desnudos.
La lana es suave y tibia
da algún tipo de calor.
Una salamandra se lanza a las llamas para ser destruida.
Criaturas imaginarias nacen atrapadas en el celuloide.
Las pulgas se aferran al vellocino de oro
esperando encontrar paz.
Cada pensamiento, cada gesto queda atrapado en el celuloide.
No hay escondite en mi memoria.
No hay lugar donde esconderse.

Las paredes están pintadas de rojo ocre y tienen extrañas insignias; algunas lucen como ojos de buey, otras como pájaros y botes. Más abajo en el pasillo, él puede ver a algunas personas; todas de rodillas. Entre suspiros entrecortados y murmullos ellos pelean, en cámara lenta, para moverse hacia la puerta de madera al final. Habiendo visto los cuerpos inanimados del Gran Desfile de los Envases sin Vida, Rael corre para hablar con ellos.

Los que se arrastran cubren el piso en el corredor rojo ocre.
Viendo por segunda vez a estas personas, ahora parecen más animadas que antes.
Se mueven hacia una pesada puerta de madera
donde el ojo de la aguja está guiñando, cerrándose sobre los pobres.
Los que se arrastran por la alfombra escuchan a quienes los llaman:
“Tenemos que entrar para salir”
Tenemos que entrar para salir
Tenemos que entrar para salir”.

“¿Qué está pasando?”, le grita a un monje susurrante, el que bosteza y responde, “Aún falta mucho tiempo para el amanecer.” Una esfinge llama su nombre diciendo “No le preguntes, el monje está borracho. Cada uno de nosotros está tratando de llegar a la cima de las escaleras, una salida nos espera allí.” Sin preguntar cómo él puede moverse con libertad, nuestro héroe se lanza valientemente a través de la puerta. Detrás de una mesa llena de comida, hay una escalera de caracol que llega hasta el techo.

Sólo hay una dirección en los rostros que veo;
Miran hacia el techo, hacia donde dicen que está la cámara.
Así como la lucha del bosque por la luz del sol, la que echa raíces en cada árbol.
Ellos son empujados por su magnetismo, creyendo que son libres.
Los que se arrastran por la alfombra escuchan a quienes los llaman:
“Tenemos que entrar para salir”
Tenemos que entrar para salir
Tenemos que entrar para salir”.

Superhombres de suaves modales están atrapados en la kryptonita,
y las vírgenes sagaces y tontas ríen con sus cuerpos brillando.
A través de la puerta, un festín es iluminado por la luz de las velas;
Es la parte inferior de una escalera cuya espiral se escapa a la vista.
Los que se arrastran por la alfombra escuchan a quienes los llaman:
“Tenemos que entrar para salir”
Tenemos que entrar para salir
Tenemos que entrar para salir”.

El maniquí de piel de porcelana rajada teme atacar.
El paquete levanta sus jarras – y se llevan todo lo que les hace falta.
El líquido se ha congelado, filtrándose a través de la grieta
Y el diario toma su espina.
Los que se arrastran por la alfombra escuchan a quienes los llaman:
“Tenemos que entrar para salir”
Tenemos que entrar para salir
Tenemos que entrar para salir”.