Así construido el individuo. Así, con miedo y con recelo. Así, con falta de humanidad; con la puerta entornada y casi rozando el esperpento.
El hombre pide ayuda; su aspecto, debido a su esencia alternativa, (barba blanquecina desaliñada y cabellos largos) asemeja descuido. Él necesita encontrar su domicilio. Él pregunta a los transeúntes; su mirada denota angustia dado el extravío provocado por la desmemoria -¡Ay, vejez! no sé si és suerte la que tienen los que de ti escapan- Nadie responde a su llamada. Nadie acude y le atiende ante su fragilidad. El hombre aparece invisible frente al resto mientras le atenaza el naufragio. Así son nuestras tinieblas. Así construye este sistema animales insensibles y despiadados que solamente acuden y asisten cuándo intereses.
¡Cómo temerle a la soledad o a la muerte cuando acostumbrados a vivir entre fantasmas!
Cual hombre fundamentado en sueños. Cual hombre atrevido que caza fantasmas y alcanza misterios. Tal cual hombre dentro del juego —hecho de cal y de arena— algunas veces opto por saltar de cabeza y otras a la pata coja. Cual hombre que enhebra en busca de la salud y la paz mientras tienta dónde y separa la niebla. Cual hombre certero que ahonda en su verdad de juglar entregadamente inexperto. Un experimento hecho de pasos y de luces de explosiones y de sombras y de restos de huellas arqueocósmicas. Tal cual un hombre pragmático… pero sólo hasta la mitad. Tal cual un hombre tembloroso ante la distancia y el frío que se deshabita de propiedades para hallar a ese yo inverso que predica sin jaques ni mates. Tal cual… Pluma y lastre: Vuelo y Pozo y siempre por siempre novicio frente a las estaciones y los vientos. Maestro de… no dejarme llevar por el mando de planetas aquejados de la gravedad que cabe en dioses. Tal cual… ¡Imperfecto! Mi desnudo suma expresivo (soy lobo que aulla adentrado en estepa) ¡tanto!… como el canto delicioso, ¡tanto!… como el grito aguerrido; mi desnudo detesta aquellos mundos que por miedosos son incapaces de reconocer la flexibilidad de la verdad; mundos dedicados a cavar oquedades con sabor a tumba ante las contraposiciones, los errores y los perdones. Nunca antes supe descifrar los enigmas que trascienden (aunque siempre anduve con las ventanas abiertas en pos de apreciar lo cuantísimo que se extienden y extienden las formas del horizonte). Tal cual un hombre que se presta a la enseñanza, que afirma su inseguridad y sus dudas exento de ira, que le teme a los precipicios pero que ajusta su vértigo, que sabe le espera, tras su más que segura caída, el agua del río o el agua del cielo o el agua del mar. Tal cual un hombre hecho de cielo y hecho de carne… Nunca mi carne y mi polvo fueron menos hombre y estrella que cuándo sometí a los sueños a la vejez insidiosa y al chirriar de cadenas desmemoriadas de luz. ¡Mi inocencia vivirá encendida aún ya traspasada la edad de los cuerpos celestes y de los aquí, hoy vivos, cuándo muertos! Y, digo… ¡tal cual mi hombre!
“El amor es conocedor de todas esas llaves maestras a las que no hay cerraduras que se les resistan.”
Suerte de globos cuales dentro de las habitaciones delatan la gracia de la ingravidez mientras flotan juveniles y sonrientes. Como en sueño —mi niño— los ojos contemplan las estancias ambidiestras e imaginativas. Y en mi mirada y en tu mirada el brillo maravilloso de la inocencia nunca perdida, al engalanarse nuestro día con fantasía e ilusión renovadora. … Tomando principios inmortales interpretamos fortuna colorida tal cual pájaros sobrevolando un amanecer que desestima la extinción.
Resulta extremo, ese latir rápido del corazón de un chiquillo escondiéndose del desamparo, acurrucado en sus adentros, pisando una tierra fértil pero teñida con llantos y rojo. La cual lo vio nacer, que es suya y, ahora fragmentada, no le corresponde, es escurridiza ante sus ilusiones, necesidades y anhelos.
Él, siendo simiente de un mañana sólo obtendrá como fruto el miedo: Miedo a la barbarie que reconoce a su alrededor. Dolor, muerte, angustia y, como única recompensa, el no morir ajusticiado por pertenecer a una etnia o a otra, o por no someter a su esperanza ante la destrucción que su alma soporta al vivir cercana al peso incontrolado de una sinrazón, sometida a esa determinación que ni establece ni conoce la mano misma que tortura o asesina, que cruel ajusticia (respondiendo a intereses ajenos, a suculentos beneficios económicos, a las finanzas de los opulentos); mano cual empuña el rifle o el puñal mercenario e irónicamente hermano.
Mientras tanto, a seis aldeas de distancia, son violadas y asesinadas sus propias mujeres e hijas, sus propias hijas y las de sus mismos hermanos. Así es como se masacra lo mejor que hay dispuesto en todos: la fuerza, confianza e ilusiones que comportan las esperanzas.
El engaño se tercia situando suculentos manjares que nunca llegarán a avistar y disfrutar en su mañana. Están encadenados, se convirtieron, por necesidad o codicia, en lacayos de seres poderosos a los cuales ni conocen y dicen supuestamente aborrecer, esos mismos que les brindan horrores y los sitúan dentro de grandes jaulas.
África, Asia, América latina, grandes porciones de la esperanza que vive dentro de este planeta, subyugada a conceptos y entendimientos engañosos, continentes y gentes tristemente manipulados.
Tierras poseedoras todavía de una esencia primigenia y vital. De esa porción de pureza cual el mundo occidental ya perdió hace bastante tiempo, e incapaz de valorarla y recuperarla ahora, simula despreciar cuando en realidad la envidia.
Soledad de cientos de tribus que sobreviven en unas míseras tierras sobre las cuales les han ido arrinconando los estados. Las riquezas no entienden de lazos sanguíneos, siempre están prestas a hacerle un tentador guiño a la ambición de cualquiera. Podemos luego buscar razones que escondan esos ciertos propósitos y no nos hagan acarrear el insoportable peso de una indigna conciencia, caer en el abismo más miserable de la condición humana.
Pero, en el fondo, sabemos que en buena medida, desde aquí, nosotros, estamos contribuyendo a promover tales delitos que se cometen en otros continentes. Hipócritamente nos disfrazamos con la falsa y conveniente interpretación o respuesta, para continuar satisfaciendo a ese bienestar superficial que precisa de ingentes tributos, tributos humanos que resultan de un descaro insolente.
Así, chiquillos que podrían ser hijos de cualquiera, con ojos limpios y adivinados por su sonrisa; y luz propia con la que resurgirían mil grandes imperios, están siendo utilizados, torturados, expulsados de su tierra, masacrados por el mero hecho de nacer en un lugar del planeta, con uno u otro color de piel, creencias o cultura.
Son considerados como valor cero dentro de un sistema mundial en el que no se aplican siempre las leyes que se acuerdan. En un sistema global en el que la justicia es una gran farsa y nuestros hijos siempre pierden.
“Sé de mis lazos estelares contigo, hijo de cualquier tierra, reconócete en el vínculo, éste pretende y puede darte abrigo.”
Sortir des de l’ànima. Sorgir una llàgrima d’amor com a tal paraules repartint abraçades. Doncs recordo bé com te m’oferies quant m’ensenyaves i com eres. Ara sé que voles endinsada en tot; per a tu no exiteixen ni pesars ni pors ni dolors ni fronteres. Viatjera del cel: reconèixer-te aigua reconèixer-te foc reconèixer-te vent; viatgera sense temps! Saber-te pau. Saber-te llibertat. Saber-te goig tanmateix com joc i per això somriure mentre esdevenen les gràcies. Camino i camino sense oblidar. Prossegueixo sentint-te. Prossegueixo aprenent… Des de la teva arrel neix aquest i naixerant molts d’altres poemes.
(castellano)
Salir desde el alma. Surgir una lágrima de amor como tal palabras repartiendo abrazos. Pues recuerdo bien como te me ofrecías cuanto me enseñabas y como eras. Ahora sé que vuelas adentrada en todo; para ti no existen ni pesares ni miedos ni dolores ni fronteras. Viajera del cielo: reconocerte agua reconocerte fuego reconocerte viento; ¡viajera sin tiempo! Saberte paz. Saberte libertad. Saberte placer lo mismo que juego y por esto sonrío mientras devienen las gracias. Camino y camino sin olvidar. Prosigo sintiéndote. Prosigo aprendiendo… Desde tu raíz nace éste y nacerán muchos otros poemas.
Temo la mirada que como látigo fustiga rememorando la equivocación … Y es entonces cuando me refugio dentro de esa seda de otros tiempos cuál concede trampolín y sanación. Tengo claro que ¡nunca esparto! ya que la melodía que demando sólo se recuesta sobre la simpleza de caricias. Lucho, incansable, por la derrota de cualquier imperio que someta a las gargantas y a las mentes impidiéndoles crecer.
Resuenan cementerios donde viven soledades que no respetan al tiempo ni al olvido, siempre abiertas, esperan tumbas donde caben tanto los pies descalzos como los mejor vestidos. La vida se iguala en un sinremedio de tejidos desmaquillados y almas caídas en la espiral absorvente e insaciable de reconocidos agujeros negros que aguardan en cualquier bolsillo o esquina.
El sonar de un requiem se sucede constante y los espacios son fríos y los huecos, tozudos y la rueda circula chirriante al quedar corazón y respiros difuntos de motivos y alegría.
Un romántico muere ¡es Romeo caído! y a su lado Julieta concediendo emociones es sentencia y verdugo. La angustia arremete interminable si la ausencia voltea las horas: cuándo el desamor infringe condena y al hombre le hace remar siendo esclavo sometido a tenebrosas galeras.
Un gélido invierno se perpetua en los días: se multiplican glaciares y es derrotada la paz si habitásemos atrapados dentro de insoportables pesadillas que martirizan mediante deseos inalcanzables nuestra parte más valiosa y escondida.
Sufrir desterrado. Vagar en el limbo pues desamor da castigo de cual no salvan los rezos. Mariposas descoloridas sirven de atuendo y de velo; delante del dolor y del luto extraviar todo vuelo. Deambular como sonámbulo en laberinto. Ganar en confusión al devenir el desvelo. Padecer las entrañas. Mostrar la hiel en los ojos incluso disponiendo de la exquisita miel del consuelo. Saber que existe la muerte en la vigencia de lo vivo que muchos vivos que hablan, comen y andan están bien… pero que bien muertos. Perder el paladar, la intuición y la brújula al ser esquiva la gracia del ensueño cual ensalza cada instante hasta los adentros del cielo.
Hijos de… Hijos de madre capaz… madre capaz de palabrería madre parca en enseñanza bondadosa y enjuta de miras.
Perros con dentadura tenaz y afilada de mandíbula férrea que al apresar desgarran aquello que pillan.
Progres de otrora que ya desistieron que aparcaron sus reivindicaciones y hoy son tiburones cosmopolitas jactándose del poder estipulando con la vara de mimbre impuestos desafiantes y leyes sobornables sobre cómodos butacones.
Los hijos de otros hombres que ondearon la igualdad por bandera. Hijos con una astucia anclada en ese pragmatismo tan extremo que saca la esencia más fatal de nuestra verdad zorruna.
Cazadores que cazan desleales y utilizan como cepos argucias maquiavélicas. Leñadores ambiciosos que por su hambre insaciable talan bosques y selvas que corresponden a futuro y les conceden el aire que respiran.
Seres de naturaleza enranciada y esquiva. Hijos de otros hombres que hacen de la fortuna presente suerte ladina. Suerte que quiebra tobillos ¡el paso! y dando pie a un diálogo sucio con el destino obstruye las mejores rutas: Obligando al dolor a que el infortunio sea retrato habitual que quede enmarcado claro como seña de identidad de nuestra (in)civilización.
Hijos de un adonis narcisista, de un Baco artificial que rehúsa beber el vino de sus viñas y que, coito tras coito, a Venus y Artemisa desvirtúa.
Hijos irresponsables. Padres del sumo consumo adictivo cuales asumen competir bajo efectos del sorbo de un éxtasis más bien hitleriano, anfetamínico de todo menos budista.
Cuales experimentan con el resto de seres llenando sus arcas particulares con la transgénesis alimentaria y medicamentos obsoletos inoportunos que solamente atienden a beneficios anuales.
Hijos de un “dios” muy atrayente (para mí, poco convincente) desconocedores del hombro con hombro de la verdad que hace grande a un equipo. Hombres que omiten el saber de aguadores y de arrieros cuales jamás se pararon a escuchar el eco sabio nacido de entre las montañas o desde el pozo.
Hijos de un ¿dios? que olvidó la razón de la creación e hizo olvidar a esos hombres la potente voz de sus abuelos. Hijos amnésicos debido a la avaricia que exprime incesante a sus hermanos como a tragaperras así dando cabida a las segundas residencias al lujo de doscientos caballos e invocando a fantasmas con publicidades que martirizarán por siempre a su propia sangre.
Hijos amnésicos hasta de la lumbre de la vela que fogonea amarillenta entre muros cálidos y resistentes dentro de casas de piedra encaladas donde todavía perdura la fe y el olor a leña.
Padres del suplicio del que nace la soledad no esa soledad instructiva y grata sí aquella aberrante del individuo que extravió familia y percibe a los demás como insignificantes hormigas como a extraños cuales no merecen ni la compasión ni el saludo.
Hijos de la especulación del tráfico de influencias de manos ensangrentadas aunque enjabonadas. Hijos del delito sin condena que se pavonean de su infinidad de tréboles afianzados en coronas elaboradas a razón del llanto ajeno de próximos aterrados que sólo reciben inseguridad, precariedad y miedo.
Hijos que se desmarcan ante la palabra genocidio que bajan su mirada al tiempo que le dan la espalda al horrible y laboral infanticidio. Hombres a cuales les significa un trabalenguas pronunciar humanidad que pululan, intocables, almorzando con proxenetas y traficantes de armas con diputados y congresistas que pregonan la paz y fomentan la guerra también con estadistas y monarcas cínicos que manipulan el estramonio y el arsénico a su antojo mientras le dan el visto bueno a reformas y convenios.
Hijos de pe… de peculiar raciocinio buscando el cáliz el elixir de la eterna juventud la flor de la inmortalidad. Buscando el reconocimiento vanidoso pero sin presentar sus verdaderos rostros ante el mundo. ¡Padres de la guadaña!
… Por todo lo dicho jamás se precipitará el edén sobre ninguna de sus aventuras.
“El sabio repasa su estómago y escucha su vientre en pos de erradicar cualquier bocado ineficiente…”
** Como sueño: Todo desaparece y ¿Quién es Yo? Nada me pertenece floto dentro de un espacio que nunca fue mío. Ya no soy partes ni repeticiones queda silente en el olvido queda la sabiduría anclada a unos zapatos. ¿Dónde está mi identidad? Pasados tormentosos pasados de festejos guerra, paz, odios y afectos crueldad, misericordia ansia, banalidad y deseos; un yo construído a base de entrañas y vísceras. La inteligencia ahora aparece postrada frente a tanta inmensidad ¡soy imaginación! una página limpia cual no requiere de letras ni dibujos al gozar tanto de su blanco, un átomo que no depende de materia ni de equilibrio; un átomo libre que recita acerca del tránsito y la complitud del círculo. Desvanecido me hallo. Hallo marchita la enredadera en que se convirtió mi vida, leo la existencia con posado invisible; abro mi alma levanto mi espíritu de entre los vivos y gracias a los muertos que nunca se fueron, cuales nada más perdieron un laberinto hecho con días: su temporalidad.
Diario digital que nace con la vocación de informar sobre Jaca, Jacetania, Alto Gállego y los valles de Tena y del Aragón, reflejando con fidelidad y objetividad todo lo que sucede e interesa a sus gentes. Editado por la periodista Rebeca Ruiz
Este blog es únicamente para mayores de edad. Relata la vida de sumisión de una chica que se adentra en el mundo del BDSM casi por casualidad, sin saber muy bien ni qué significan esas letras.