Nadie supondría tal belleza a los pies de los montes de ese lugar. La garganta de Yesa se ofrecerá, durante todo el año, como un descenso acuático donde disfrutaremos de pequeños saltos y badinas donde nadar. Esta garganta se divide en dos partes (con un escape en la zona intermedia): La primera de ellas, más abierta, donde se combinan las paredes de roca con vegetación abundante a su alrededor. Y, la segunda, sobre todo en su tramo final, predominando la roca que nos encerrará dentro de un tramo más estrecho. La escasa verticalidad dispuesta en este descenso no desmerece para nada la apuesta de recorrerlo.
¡Este barranco rebosa y desborda por su estética!.