Claridad

Mi sol es debido a tu mañana
y aunque luzcan nubes resplandece,
que mejor que abrir las manos y agradecerte,
que mejor que abrazarte para sentir
tu-mi grandeza.
**
Crear.
Y en el presente
sólo una nota clara
sólo una mota
que disfruta del cielo
junto a la eternidad.
Mi fe está en crear y creer
en que la pisada humana
que ahora me pertoca
me concederá aquel resplandor
que hace bailar.
¿Dónde el horizonte que se me extravió?
Aquí
a tocar
dentro de este respiro.
¿Dónde aquella llave de mis sueños que se me perdió?
Sobre mi decisión, en nuestra voluntad.
Solo mi infinito sabrá…
pero no cejo,
pero prosigo el camino
con mi corazón como estandarte.
Sólo existe una aurora.
Sólo existe una hora que resulta espléndida para estar:
Paz.
donde se diluyen los ruidos
donde todo sonido suena igual que música
y así desmantelados los laberintos
estos perecen.
Entonces sé de la vida,
sé qué es la vida
cuándo comprendo la unión indestructible
y la simpleza, mostrándose magnífica,
contiene la libertad.

Sé de la muerte segura
de todas las circunstancias.
Sé de los cambios irrebatibles
que pecando de gloria
hacen que el universo gire
más lejos de cualquier verbo
que implique parar o destruir
la rueda de la vida
con su infinidad de gotas de agua.
Sé de tu aliento.
Sé de tus ojos.
Sé de tu sed.
Sé que guardas caricias
que paralizan golpes cuales cabría
destruyan albas sin compasión.
Sé acerca de todo esto,
y por siempre manda mi fe en el presente.
Mandan mis sueños.
Manda mi confianza.
Manda mi ilusión.

la libertad del decidir

«Por qué solemos concertar que los cambios, los culpables, la esclavitud y las luchas convienen por fuera. Porque cabe señalemos hacia adentro para encontrar soluciones y respuestas… Los hay de prepotentes, los hay de vanidosos, los hay de hipócritas y también los hay de gandules.»

Porque sobran las palabras cuándo sonreímos con los ojos…
Y es, entonces, cuando somos universo desmantelando criterios absurdos. Y es, entonces, que comprendemos que la pluralidad debiera ser bien vista como nuestra cómplice, para así ayudarnos a desestimar lejos y separados e incitarnos a apostar por juntos. Todos los lenguajes merecedores de estar dentro de mi sistema me llevan a sonreír; porque, sabes… soy un ser al que le gusta sopesar, valorar y agradecer; porque, sabes, busco y rebusco alegría, instante, sencillez y salud, como. así mismo, rechazo ser apresado por fantasmas y tinieblas. Quizá no nacimos para interpretar la mejor de las sinfonías (o, tal vez, sí), pero, SÍ, podemos llevar a término la más honorable de todas ellas: creación que, sumándole guiños a la vida, se ausenta de darle ningún crédito al dolor y a la destrucción; creación cual, honrando al arco iris, solamente vocea placer junto a evolución… Darle pies a las alas de infinidad de buenas fantasías cabe sea la llave para construir un mundo mejor; atesorar como si fuera valioso el significar de imposible tan solo delata que manda cárcel, vejez y muerte dentro de mí o adentro de vos.
Encuentro mayúsculas tras cualquier mirada repleta de amor, y es cuando mis ojos obtienen aquel magnífico pasaporte que asocio con Dios (para entenderme, acoged la sencillez ecuánime de la vida ¡dadle de lado a leyes y credos impuestos por instituciones interesadas y prostituidas!, acogeros a esos sentidos vuestros, simples y regalados, tenidos como hombres, no se precisa de riqueza terrenal ni de ningún nivel de educación ni cultura para, con respecto a él —Dios: Explosión. Naturaleza elemental que, incesante, genera vida tras vidas. Ciclo infinito. Revolución. Catapulta de primicias. Esencia que impulsa cada reino y cada invento, capaz de convertir hasta a la sal en azúcar— mantenernos ignorantes o presentarnos ilustrados).

Poesía junto a la ayuda y tras la gestualidad de unos labios que siendo manantial convergen en cielo. Poesía, como delicia, tras el perdón y al advertir que el río transporta un sinfín de cuerpos y almas en cada parpadeo. Poesía debida a multitud de caricias que expresando avance y vigor desestiman cerrar puertas y ventanas.
Porque cuándo dibujamos sonrisas y llegan a sobrar las palabras durante nuestra cita, el presente avanza hacia una compresión alejada de latitudes y hemisferios; no puede ni podrá esconderse galaxia al impacto exultante de nuestro amor: sentir y manera de vida que libera actos cuales rejuvenecen órganos, al perderse tiempo y temor. Elixir que dona éxtasis y nos convierte en mágicos. Empuje, aparentemente suave, tierno y frágil, que derriba muros, hasta entonces, imposibles de abatir. Energía sublime que asume, como práctica principal, la de unir y no la de separar o dividir.
… Como semillas… nuestras interpretaciones: nuestros ojos… siempre obsequiando los mejores frutos.

Completud (círculo perfecto)

Como permitir que prime tan solo el espíritu cuando también somos y necesitamos de cuerpo, por lo menos – más allá, lo desconozco- durante esta vida terrenal. Sé de personas que se esconden tras las energías y los ángeles para no afrontar las duras realidades de esta vida; seres que se esconden tras una fe prometedora, pero que sus acciones les terminan por delatar como falsos e hipócritas. Sé, acerca de la fragilidad simulada y sobre la vagancia que, por parecer fácil, algunos escogen; también conozco aquellos miedos que algunos acogen, permanentemente, hasta devenir enfermos.
Esta vida contiene cielo y contiene tierra, el pan y la luz se entremezclan en busca de lograr un círculo perfecto. Para caminar firmes, adheridos a la estabilidad, debiéramos afirmarnos íntegros, sujetando, en todo momento, a la honestidad como prisma. Que forma más ruin tienen algunos de sacudirse las pulgas señalando hacia otra persona, así desentendidos del trabajo que tienen por hacer con ellos mismos, siempre acusando a otro de sus males y dificultades en la vida. Mochila llevamos todos, esto es evidente, dado que las vivencias e interrelaciones nos suponen acumular emociones e información que, para andar livianos, tendríamos que procesar, y desechar o guardar según conviniera para nuestros propósitos y camino.
Volviendo al inicio de mi disertación… Qué buenísimo es tener y necesitar de cuerpos, y qué magnífico es creer y sentir que compartimos con ángeles ¡vivamos llenos de credulidad!… Lo que no podemos permitirnos, bajo ningún concepto, es abstraernos de cualquiera de las partes que conforman nuestro mundo.

Hijos de todos

Resulta extremo, ese latir rápido del corazón de un chiquillo escondiéndose del desamparo, acurrucado en sus adentros, pisando una tierra fértil pero teñida con llantos y rojo. La cual lo vio nacer, que es suya y, ahora fragmentada, no le corresponde, es escurridiza ante sus ilusiones, necesidades y anhelos.

Él, siendo simiente de un mañana sólo obtendrá como fruto el miedo: Miedo a la barbarie que reconoce a su alrededor. Dolor, muerte, angustia y, como única recompensa, el no morir ajusticiado por pertenecer a una etnia o a otra, o por no someter a su esperanza ante la destrucción que su alma soporta al vivir cercana al peso incontrolado de una sinrazón, sometida a esa determinación que ni establece ni conoce la mano misma que tortura o asesina, que cruel ajusticia (respondiendo a intereses ajenos, a suculentos beneficios económicos, a las finanzas de los opulentos); mano cual empuña el rifle o el puñal mercenario e irónicamente hermano.

Mientras tanto, a seis aldeas de distancia, son violadas y asesinadas sus propias mujeres e hijas, sus propias hijas y las de sus mismos hermanos. Así es como se masacra lo mejor que hay dispuesto en todos: la fuerza, confianza e ilusiones que comportan las esperanzas.

El engaño se tercia situando suculentos manjares que nunca llegarán a avistar y disfrutar en su mañana. Están encadenados, se convirtieron, por necesidad o codicia, en lacayos de seres poderosos a los cuales ni conocen y dicen supuestamente aborrecer, esos mismos que les brindan horrores y los sitúan dentro de grandes jaulas.

África, Asia, América latina, grandes porciones de la esperanza que vive dentro de este planeta, subyugada a conceptos y entendimientos engañosos, continentes y gentes tristemente manipulados.

Tierras poseedoras todavía de una esencia primigenia y vital. De esa porción de pureza cual el mundo occidental ya perdió hace bastante tiempo, e incapaz de valorarla y recuperarla ahora, simula despreciar cuando en realidad la envidia.

Soledad de cientos de tribus que sobreviven en unas míseras tierras sobre las cuales les han ido arrinconando los estados. Las riquezas no entienden de lazos sanguíneos, siempre están prestas a hacerle un tentador guiño a la ambición de cualquiera. Podemos luego buscar razones que escondan esos ciertos propósitos y no nos hagan acarrear el insoportable peso de una indigna conciencia, caer en el abismo más miserable de la condición humana.

Pero, en el fondo, sabemos que en buena medida, desde aquí, nosotros, estamos contribuyendo a promover tales delitos que se cometen en otros continentes. Hipócritamente nos disfrazamos con la falsa y conveniente interpretación o respuesta, para continuar satisfaciendo a ese bienestar superficial que precisa de ingentes tributos, tributos humanos que resultan de un descaro insolente.

Así, chiquillos que podrían ser hijos de cualquiera, con ojos limpios y adivinados por su sonrisa; y luz propia con la que resurgirían mil grandes imperios, están siendo utilizados, torturados, expulsados de su tierra, masacrados por el mero hecho de nacer en un lugar del planeta, con uno u otro color de piel, creencias o cultura.

Son considerados como valor cero dentro de un sistema mundial en el que no se aplican siempre las leyes que se acuerdan. En un sistema global en el que la justicia es una gran farsa y nuestros hijos siempre pierden.

«Sé de mis lazos estelares contigo, hijo de cualquier tierra, reconócete en el vínculo, éste pretende y puede darte abrigo.»

318-omu G.S. (Bcn. 2007)

 
 

Instante

Nada más que amar el hoy
porque un hoy, Sí, está dispuesto
y dudar por «si un mañana»
nunca vale.
**

Camino;
el polvo fue tierra
y la tierra está repleta de trigo
¿Qué mayor muestra de amor?
Confiar en la vida;
percibir su infinidad de luciérnagas.
Mientras camino
sé acerca de los millares de fuentes
que sacian mis necesidades
sin estar enaltecidas por nadie.
¡Cuánto de ciegos y mudos tenemos!
Agradecer equivale
a tener un presente completo
y un mañana bien nacido.
Extender los brazos.
Abrir las manos, ofrecidos:
Sumados al universo
absorvemos el espíritu del sol
y recorremos las fases de la luna.
Somos humanos;
y antes roca
y antes aire
y antes madera
y antes fuego
y antes agua
en busca del océano
… si dentro de una burbuja…
falta espacio.

318-omu G.S. (bcn. 2020)

Desde adentro

Aguardo el baile ¡la fiesta!
Aguardo tus manos y tus ojos
impregnados de Corazón.
Aguardo el ¡aleluya! interminable
que corrige a los topos
y rechaza la extinción.

**
Salvajes incontrolados:
Cómo cambiar el mundo si somos incapaces de admitir y tratar la propia parte repudiable. En qué medida resultamos tóxicos y situamos al edén del revés
… ¡Qué importante es tener la sed de honestos!

Señalar y señalar
el lado oscuro ajeno
mientras nos desentendemos de la labor;
permitirnos garrapatas, vampiros y gusanos
en nuestro adentro
al disculparnos un seguido de miserias.

¿Cómo la paz cuando vivimos sobre tierra ajada?
¿Para cuándo la paz?…
(Surge desde mí.
De mí depende
aunque fuera zarandeado,
aunque en ruidos me sumerga)

La seda aparece, lenta.
Cuesta avanzar;
peldaño tras peldaño
—el camino es pedregoso—
busco el paraíso (cielo/tierra)
dispuesto en cada instante:
¡Madre! ¿Dónde guardas mi hogar?

Hogar;
llegar a ti tras encontrar
la salida del laberinto.
Llegar a ti tras liberarme de trampas,
tras dejar de confundirme
con instintos y lenguajes
que me azotan como oleaje.
Llegar a ti tras ser capaz
de abatir fronteras y derrocar reinos;
de saltar cercos
que anulaban mis respiros
acorralándome entre tumbas.

318-omu G.S. (bcn. 2020)

Hasta el penúltimo trazo

 

Como leyes insalvables, muerte y nacimiento: ¡voz evolutiva!.

Reconozco océanos de vida allá donde vaya ¡la vida es vida por sorpresa y por torbellino!. Se suceden nacimientos y ocasos que simplemente significan abono para el camino. Tanto nacimientos como ocasos resultan espontáneos; su sinceridad revienta debilidades: corazas, disfraces y mentiras.

Construyamos un hogar olvidando cualquier estigma: mano asida a mano, piedra sobre piedra, sonrisa sumada a sonrisa; todo es posible, pues disponemos de la Decisión. La destrucción es aterradoramente fácil, siempre está dispuesta junto a la inconsciencia; colaborar con la destrucción nos muestra dónde las almas enfermas. Contempla a la destrucción invadiendo tu casa y gritando a tu alrededor, reconocerás el enorme sinsentido cabido en ella, sabrás de la tanta crueldad habida en cada una de las mordeduras cuándo bestias —¿existe la involución?—.

Captar las maneras de la vida tras domesticar al entendimiento y reconocer el inmenso valor que recoge la muerte —aunque, la muerte, como gran desconocida, duela y duela… porqué también somos emociones—. Si hablamos de naturaleza, amplia y diversa, citar a la muerte equivale a naturaleza salvaje, naturaleza sabia, naturaleza ancestral. La muerte es viajera que conoce y comprende más allá de los hombres, es trayecto inexcusable escrito sobre todo destino.