Frontera

Porque mis anhelos…
Porque mis suspiros…
Porque mi placer se prolonga
gracias a este don pasajero
con traje y maneras de hombre.
Porque la creación persiste
en saludar y darme cobijo;
y hasta proseguirá conmigo
aun traspasado aquel umbral
que asociamos con despedida
pero suma siendo, otro viaje.

Descorrer las cortinas
frente al amanecer sorpresivo.
Superar las nubes que convocan
la carne, la mente y los huesos.
Desenmascarar patrañas:
doblegar epitafios.
Abrazarme la madre de todos los seres
de todos los vacíos y de cada esfera;
la paridora infatigable
¡fiel amante!
que copula, desvergonzada,
copula, abona y transforma,
desconocedora de calendarios.
¡Maravilloso!
asomarme de nuevo a la vida
tras darme su pecho…
desde los brazos de la creación.

318-omu G.S (bcn.2020)

Tras zancadilla (Provocación)

El dolor se adhiere a la muerte
—irremediablemente—
La muerte deja rastro
su agudeza destroza los timpanos
produce sordera a la vez que alimenta.
—Cuándo (siempre) converso con los que marcharon de esta tierra
(ante su virtud) desprecio la confusión, la derrota y el ocaso
asciendo-desciendo hasta una fuente repleta
de comprensión y de dialogo (¿será la luz que tantos mencionan?)
Vosotros ¡maestros!
Vosotros: los que ya cruzásteis el salto—
¡Ay, de la muerte!
Ay, de ese dolor embravecido
que se aferra al corazón como eclipse total
y desentendido de condiciones y rangos
me abre las venas sabiendo a suicidio.
Es frágil la carne…
se desmenuza hasta llegar a ser nada
sin hacer falta cuchillo.
Cuanto de desprotegida queda el alma
ante las señales elementales
que transitando por todos los espacios
nos sumergen dentro de una mota ínfima de polvo
cual como por arte de magia
volverá a concederle rocío a la mañana.

318-omu G.S. (bcn. 2020)

 

Magia universal

«Duren poco las sentencias y el extravío…

Pues la ilusión hará
que expirar no me suponga final ni perdición,
no hará que durante mi vida manden falsos preceptos
cuales dictan que la muerte equivale a aniquilación.»

**

¡Vida! no cejes de concedernos y de propagarte.
Empapa planetas;
renuévales formas y maneras:
Haz que siempre la piel luzca lustrosa
y que cada músculo
y que cada hueso
y que todo verbo
nunca llegue a silencio o a calavera.
Traza nuevas galaxias
tomando a la seda y al terciopelo.
Cuestiónanos las bases así como el epicentro.
Dale movimiento al total de los astros
en pos de obra maestra, fecunda e irrepetible.
¡Qué iustren tus semillas!
¡Qué ilustren tus vueltas!
Opta por reducir el vasto infinito
hasta la simpleza elemental
donde sólo manden aquellos respiros
que esbozan sonrisas —sé acerca de tu afecto—
hasta la sabiduría que opta
por darnos credulidad ante el paraíso
tras eliminar las restas continuas
y la destrucción que acaece
por condiciones superficiales y erráticas,
debiéndose a banales pormenores
cuales se disuelven al contarse
con reloj y bajo tiempo.

318-omu G.S. (bcn. 2020)

Como por arte en las manos

«(…) Querer ver rostros sonrientes; el tapiz deja muy pocas cosas a merced del azar.»

***

Solo. Solo, hasta comprender que son joyas y no crucifijos lo que nos regala el camino mientras lo andamos. Que cada pieza puesta sobre el tablero equivale a lección, y que las lágrimas, aun por muy amargas que sean, también contribuirán a que no sean más altas las dunas y nos engulla el desierto; esas lágrimas, tanto o más que las risas, han de servirnos para despertar. Solo y a sabiendas que el mar que nos baña es inmenso —en él caben todas las formas: muertes y nacimientos ¡y hasta el acto de la resurrección!—. Que este mar que nos baña es viaje y cobijo; que no ceja de disponerse como un continuo día festivo… Para qué sordos, para qué ciegos, cuando todo está repleto de música, luz y color.

Renacimiento

«Nunca deambuló ninguna muerte
incapaz de sortear la mayor profundidad:
el sentir inhóspito de un final
cual sostiene el adiós rotundo.
Todavía no existe tal
y es por ello un gesto adelante
ondeando renacidos.»

Te acercas
tras disfrazarte de invierno.
Acicalada.
Porque usas vestido de primavera
conminas a la transgresión.
Desprendes vigor
y riegas resurrección
sobre todos aquellos cuerpos
que interpretasen adormecidos.
Llenas espacios insípidos
de razones prósperas y motivos de vida
con sabores despiertos:
Concedes un racimo de luz
que siendo privilegio
dispone de sabios mensajes
y resonando como un millar de instrumentos
extiende los cánticos
entre salvas a la purificación.
Te acercas…
Porque, tú, primavera,
siento el ingenio de las estaciones
y me reconozco trascendido.
Háblenme de otras muchas bocas,
maravillosas y políglotas,
al mencionarme a la vida
que se esconde detrás de los sueños
y esas muertes cariñosas
que cambian el atuendo
y donde habito.

318-omu G.S. (bcn. 2017)

Qui sap? / ¿Quién sabe?

«Avui i aquí, de flors vull parlar. De flors que, amb veu, s,obren arrapades a l,ànima; i d,aquelles altres que, encisadores i inalterables, parlen per sempre dins dels esperits. Desitjo parlar de gaudir… aprofitant tots els temps.»

Quan els instants deixen de fabricar minuts
i els segons s,escurcen fins desaparèixer.
Quan una porta, ja esgotada de sentir
el soroll del calendari,
es tanca, de cop,
sense escoltar-se ni un adéu,
es tanca sostenint una presa
que té regust a derrota.
Quan no val ni la voluntat
ni la força ni el seny
tingut com a homes,
ni serveix de res
tindre diners o paciència.
Quan mai sabem
si vindrà la tardor
o caurem dins l,hivern,
o si resonará una cançó
donant-li la benvinguda
a la setena primavera.
Quan penetrem;
i reconeixent la veritable fondària
del penúltim sospir
pot ser que ens esperi
una ona del tot nova.

318-omu G.S. (bcn. 2017)

**
«Hoy y aquí, de flores quiero hablar. De flores que, con voz, se abren pegadas al alma; y de aquellas otras que, seductoras e inalterables, hablan por siempre dentro de los espíritus. Deseo hablar de disfrutar… aprovechando todos los tiempos»

Cuándo los instantes dejan de fabricar minutos
y los segundos se acortan hasta desaparecer.
Cuándo una puerta, ya agotada de sentir el ruido del calendario,
se cierra, de golpe,
sin escucharse ni un adiós,
se cierra sosteniendo una prisa
que tiene regusto a derrota.
Cuándo no vale ni la voluntad
ni la fuerza ni el juicio
tenido por los hombres,
ni sirve de nada tener
dinero o paciencia.
Cuándo nunca sabemos
si vendrá el otoño
o caeremos dentro del invierno,
o si resonará una canción
Dándole la bienvenida
a la séptima primavera.
Cuándo penetramos;
y reconociendo la verdadera profundidad
del penúltimo suspiro
puede ser que nos espere
una ola del todo nueva.

318-omu G.S. (bcn. 2017)

Baile de disfraces


«Leo y leo, rechazo y atracción
que sólo han de durar;
un fragmento de la obra
como retal de la prenda
¡una corta aparición!
cinco letras, de entre los millares,
de la carta leída.»

Deshojado por la arena
que obstinada
cayendo rauda empuja cruel;
dentro del paso
deletreo y describo aromas:
flor todavía.
Prosigo fiel
a un presente de color
antes de proclamarme, lánguida,
sobre un fin de escalera
en que una rueda animosa
y refulgente nos lleva
hasta otras vueltas nacidas.
Admitido por el cielo
y dotado de insignificancia
descubro espacio
y hallo infinito como resolución.
Recogido en una copa
soy y beso,
sed y agua;
soy sujeto amador de la lógica
cual traspasa sueño y delirio.
Absorvido por la tierra
voy y vuelvo
a vestirme y desvestirme
de sentimientos y pasiones;
de desafectos y huellas
y de nudos y de huesos.
Asisto a muchas escenas
para encontrarme
entre chispazos y repeticiones
con más y más nacimientos,
así y así, hasta perderme desleído
dentro de una graciosa levedad
hecha de olvidos.
Tras cada pellizco
siempre quedará;
sabor de sentir,
saber por vida.
Aunque no recordase
los trazos que esconden
las puertas solemnes
que aquí mencionamos
como trágica muerte
siendo alas y lima.

318-omu G.S. (bcn. 2016)

Letras a un vestidor

Descifro adioses
y su significado se desvanece
pierde sentido.
Al darme cuenta
que jamás marcharon
que todavía están
porque aleccionan
al rechazar por amor
a su paz de difunto.

Fue insuficiente, como reto, la muerte,
un intermedio domador de paisajes.

Recomponen cenizas
o remueven la tierra
¡se levantan!.
Me dan fuerza.
Los llevo.
¡Mantienen el habla!.
Prosiguen conmigo.
Aconsejan mis pasos
pero que muy vivos.

Fue insuficiente, como reto, la muerte,
una instantánea deshaciendo equipajes.

Quedar velada y frágil la muerte
porque la eternidad nunca yació adormecida.
Aunque disimule existir con disfraz de sueño
se representa bien a si misma
denotando su yo de despierta.
Evidencia nuestra verdad inalterable.
Somos realidad inmortal por acontecer
siendo parte soluble.
Somos una gota de espacio alentando mareas.

Fue insuficiente, como reto, la muerte,
la sanación que remodela los trajes.

La muerte:
Cuna de olas.
Un mondadientes endeble.
Una carta más de la baraja.
Un pasatiempos que llega a indicarnos
la sencillez y salida del laberinto
o la determinación que debemos tener
frente a una encrucijada.
La Existencia:
Redonda. Ondulada.
Ingrávido vocablo capaz
de enroscarse en cuerpos,
como hacen, para avanzar,
hiedras y serpientes.

318-omu G.S. (bcn. 2016)

De expedición

 

«Una casa donde traspaso nombres y cuerpos. Donde no resuena ninguna de las puertas por bien aceitadas. Una casa donde existiré, vivo y nací.»

Nací
alineado con la causa soluble
que navega y repite.
Antes
ni recuerdos.
Los pensamientos apremiaban al olvido
para seguir huerfanos.
Los porqué, difuntos.
Ni afirmaba.
Ni negaba.
Ni definía mi quién soy
hasta carecía de nombre.
Antes…
Tal vez alimentaba como detalle
gracias a designios tribales
que exclamaban «libertad».
Antes nací
para crecer pequeño.
Crecí y crecí pero quedé pequeño.
Y cuándo pensarme, fornido y grande; suficiente,
siendo sobradamente diminuto y frágil
¡explosioné!.
Fue cortada mi lengua en millares de pedazos
y el cristal que fue mi lenguaje
gano en resistencia y brillo y diccionarios.
Dejé la razón solitaria que da lectura de mundos aparte
y saltaron a viajar por el espacio
vergeles personales anquilosados
y secretos precintados por el miedo y la vergüenza.
¡Estallé!
para compartir y comprender que soy boca-fuente
piel-plumas-escama
neón-sol-luna-cuerpos
contenido-imagen-reflejos
poros elásticos
agudeza renaciendo.

Ahora cuento
que tu identidad sabe
y en ella caben mis segundos
¡es nuestra eternidad!.
Que viví intrépido y por ser aventura
probaré comedido, irresponsable y valiente y cobarde.
Ahora es cuando reconozco mis alas
perdiendo razón de cautiverios.
Advierto esa verdad que puede subsistir
y está en todo; somos simples sonrisas de la alternancia
combinándonos con un sinfín de atuendos dispares
junto a los principios y los intermedios y los finales
que vivamente auspicia el acordeón; un solo tiempo.

318-omu G.S. (bcn. 2016)

¿Dónde?

Atrapado dentro de los surcos del espacio
vago entre causas temporales
que ven difuminadas sus verdades
al poseerlas millares de velos.

Recorriendo las páginas de la naturaleza
Como aliado, aliño, antes que como hijo
de ningunas entrañas concretas.

Aquí, los años pasan siendo zarpa,
arañan nuestra alma y dibujan nuestro rostro
con su ineludible código;
como tormenta insalvable
reportan la suma que nos hace crecer
a base de experiencias.

Allá: Determinación.
Mitades y tercios completados
por la elasticidad de los movimientos.
Aquí: Intermitencias. Fracciones.
Fijación cual reposo.

Aquí y Allá…
delimitando las zonas de nuestro gran sinsentido.

Aceleran las astros, y, al hacerlo,
rejuvenezco hasta aquella muerte
que intercambia los cuerpos y esencias
repartiendo las cartas.

Y
resulta recompuesta y aceitada mi máquina;
y
aprendo
y
recuerdo
y
olvido.
y olvido lo que fue olvido
para añadirle perspectivas
y formas a mi existencia
volteando el absurdo y la razón
de cada sentir y palabra.
Y reaprendo que…
una gota de sudor es lluvia que siempre retorna
a beber de una misma labor,
por su inquietud es frágil y robusta
¡ciclo de vida!.

Atrapado dentro de los surcos del espacio
recupero los juegos; ya que fiel…
conviene en aguardarme una pieza del puzle
para encasillarse.
Me espera una cuestión banal por resituar.
Una piel para camuflarme tras desvestirme.
Un latido espera —siendo un estallido—,
como presumida fuente;
para presumir de las eclosiones innatas que provocan
un divertido yo travestido.
Un pensamiento para reprender a otro pensamiento
y demostrarle que hasta los cielos tienen techo,
que todo tiene culo y espalda.
Una astilla por desenclavar me aguarda
junto a una gota de sangre por chupar
y otra que sólo reclama suicidio; rellenar un charco.

Aquí sucede que luce apresado mi allá
—triste realidad—.
Cuando él sostiene la energía protectora
que auspicia un abrazo cordial y muchas sonrisas sinceras
capaces de corregir a los aduladores de la fatalidad
que apagaron la luz de la oscuridad
compitiendo por el terror con sonámbulos.

Mi aquí decide convertir en verdad
la balada que era sueño,
destierra el absolutismo ponzoñoso
anudado en «terminar».

318-omu G.S. (bcn. 2016)