«ar» de desear hasta venerar (tal vez amor)

caiguda sol tibiDeseé tu pozo:
porque desde él surgía
el agua que quería beber
mi parte masculina:
El alma que, supongo, tengo
en continua locomoción,
presa de una deriva lobezna
o sujeta a la composición regeneradora.
Y el mismo espíritu que traspasa
todas las puertas habidas,
sabidas y desconocidas, o aún por crear
para donarle revolución a mis entrañas.

Amé tus aciertos y tropiezos,
tus disloques e imprecisión
y aquellas pócimas extrañas
que preparabas
y siempre consideré privilegios.

Participé gustosamente de tu carne,
bocado y sorbo y gemido y saliva
¡derretido dentro del gusto!
incluso al deleitarme del carbón
al destaparse tus claroscuros.

Deseo de amar.
Amar — quizás por caprichoso
y complacido y desear —
Pude aprender,
incluso al arrimarme a tu Lucifer,
a disfrutar por entero
de la virgen-diosa-yegua-mujer
que con sagacidad escondes.

Pasado y presente
a la caza del futuro.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

-apuntes de amor XXIV-

Proclama adictiva

proclama adictiva

Abandonadas:
La decencia que somete adosada a culturas antiguas
y la vergüenza, opresiva y absurda,
que siendo velatorio
describe entierro y define difuntos.

Ya destronados los pudores que hieden a rancio,
suenan expresiones frescas
que terminan con encierros y marginación.
(Queda bien resaltado
que el sexo también invierte grafismos
para que luzca excelso mi estandarte,
cuando completo mi existencia humana
acertando de pleno
la significación de lascivia).

Lo consigo.
Dejo de intuirte e imaginarte
—aunque todos estos pasajes, reconozco,
resultaron placenteros—.
Converso dando un paso al frente,
adelanto al deseo y traspaso los límites
que marcaste para otros.
Toco tu prenda y afirmo finura…
asiento ante tanta delicadeza.
Indago y descubro
la paz que albergas y tu lado salvaje.
Insisto e insisto
hasta ser poseedor y guardián
de tu verdad más preciada:
Tus adentros hechiceros me liberan,
de dudas, incógnitas y pesos.

Quiero conocer y pegarme
a la humedad contagiosa,
a cada una de las gotas musicales que, cercanas,
reconocen el origen y los conciertos
que otorgan placer y placer
extendiendo la vida.

Porqué será…
que la existencia nos consiente.
Nos tiene permitido
inventar planetas que leviten,
eclosionen incesantes y viajen tan redondos
como orgasmo siguiendo orgasmos.

No desperdicio ninguno de los granos de arena;
fusiono alas con cuerpo
y marcho decidido por tal vereda
¡Hoy de mujeres!.

318-omu G.S. (bcn.2015)

(…) Interiores

(...) interioresRecorro tu cuerpo con la mirada y percibo en el alto y ancho y en lo hondo de tus formas, la consistencia, el contenido y el aroma que sabrá saciarme.
Existe un lecho aun por vestir con nuestros cuerpos, quiero creer que no sucederá el olvido que termina por verter un «pudo de ser» que conversa con el fracaso y el abandono.
Hay un lugar donde se reúnen a tomar el té un coro que sirve conciertos surtido de corazones; te cito para que acudas a él; despierta, natural y sonriente; como la joya que eres. Ven, no cuestiones el peligro, no lo dudes ¡ven! pero no te olvides… completamente desnuda.

Causa tras caso y caso por hechos, caso las emociones con mis sueños; abandono razones que deriven hasta un laberinto y asedio el albor de un nuevo, nuevo, del Día.
Sé, que aun sin conocernos nos esperamos. Sepas que hace tiempo que dejé las puertas abiertas, de par en par, y en cada uno de los ventanales, de inmaculada y robusta madera, pirograbé tu nombre (Vid-A).
Cierro los ojos. Siento. Oigo resonar un tambor; señal tribal; bailo y bailo por él, no admito que quepa el renuncie, ni del amor que sostengo ni de aquel que espero, danzo para aligerarme de años, invitándoles a que me den la espalda.
Té sé (¿seré adivino?)… concluyente, definitiva; alejada de los puntos finales y los puntos y aparte. Alimento que no admite el rechazo bajo ningún concepto, más allá de una orden impuesta, estricta o cambiante, te sé alimento que debo probar para recrearme con la piel; disfrutarla, pero reconociendo que hay una extensión más sabrosa aún, que los placeres humanos vertidos con y por carne.

Per vestit com home / Por vestido como hombre

marismas (dibuix)

T’estimo
amb cos d’home
i seny de boig;
posant damunt del taulell
un cor obert
capaç de perdonar
l’imperdonable.

T’estimo.
Saber-te univers,
bosc, fada i lliçó.
Conqueridora pacífica
oblidada de corones,
vestimentes luxoses,
titelles i castells.
Alquimista
que torna ploma el plom
i arrebossa el ferro,
que converteix en cant els xiscles
i unta de mel tot est món
que rodola agre i amarg
escopint i afinant pors.

Estimar les teves deus «per sempre»,
incloent les herbes enredades
que sostens sent dona volguda,
ésser imperfecte.
I aquest «per sempre»
acomodat
damunt del gest canviant d’una papallona;
dins del ball de l’infinit
demanant més i més prorrogues.

318-omu G.S. (bcn. 2015)
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(castellano)

Te amo
con cuerpo de hombre
y cordura de loco;
poniendo sobre el mostrador
un corazón abierto
capaz de perdonar
lo imperdonable.

Te amo.
Saberte universo,
bosque, hada y lección.
Conquistadora pacífica
olvidada de coronas,
vestimentas lujosas,
títeres y castillos.
Alquimista
que vuelve pluma el plomo
y enluce el hierro,
que convierte en canto los chillidos
y unta de miel todo este mundo
que rueda agrio y amargo
escupiendo y afinando miedos.

Amar tus manantiales «por siempre»,
incluyendo las hierbas enredadas
que sostienes siendo mujer querida
y ser imperfecto.
Y este «por siempre
acomodado
sobre el gesto cambiante de una mariposa;
dentro del baile del infinito
pidiendo más y más prorrogas.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

Llaves minúsculas

llaves minúsculasNo se excluyan del arte
los monemas escuetos
que sencillos expresan
o ingeniosos proverbios,
ni el decir de refranes
con sus sabios consejos,
que perduran por siglos
y por nuestros ancestros.
Los detalles son joyas
resguardando criterio,
esperando al orfebre
que con maña y esmero,
los tallara y puliera
para engarce perfecto.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

Decir…

Que decir puede, cuando relata al respecto de la desdicha o el luto adjunto a la muerte, embelesar al oído que escucha, a ese lector cual recorre tales sendas emotivas conformadas con letras…

Que decir puede contar acerca de aquel dolor que implacable se hinca, hasta tocar y torcer el futuro e intoxicar de alguien sus entrañas, y contrariando a ese sentimiento sonar a canto angelical cual suaviza causas terribles.

Que decir puede ser tan pluriforme, didáctico y hermoso, como para asomarse siendo caricia, incluso cuando presenta desamores, frustraciones y desdichas; los horrores anexos -propios, lejanos o próximos de esta vida- de todos aquellos que perciben el pulso y las vibraciones mientras sus almas y corazones son llenados de seda y de algodón, y de costuras y callos y espinos, mientras degluten respiros y tragan la hiel de su hígado o la dulzura que fue capaz de apresar su saliva.

Decir anudado a la innovación y a la fantasía, que con su tono y timbre alfabético, así como con sus licencias y recursos plurales, quita el óxido corrosivo que ensucia el hierro y el polvo del mobiliario, aviva las mentes dormidas y relaja los músculos tensos, muestra el peso preciso tanto del plomo como del aluminio o el mármol, o el valor inmenso de aquel grano minúsculo de arena que nos espera, cósmico, para contarnos sobre el oxígeno o el salitre sanador que reposa en cualquier playa.
Decir procaz. Decir complejo, simple o mordaz. Decir libre o medido. Que extrae la paja incordiante y cegadora de aquellos ojos que decidieron observar la panorámica, bajo el dintel, a través y apoyándose en su ventana.

Quien podría obviar: la potencia fecunda, la excelsa creatividad, las comunicativas y alternantes vestimentas con que se viste para decirnos nuestra tan amada poesía, cuando realza los paisajes imaginados, los avatares personales, o los acontecimientos de una realidad impostergable.

Se prolongue…


Se prolongue la cuerda
que sujeta mi tiempo
junto al pan de la tierra
y el elixir de los sueños,
tanto sirven mis pasos
como vale mi vuelo,
cuando busco adentrarme
en el gran gozo eterno.
Por ser tantas las lenguas
de las cuales yo aprendo
quiero siglos de dicha
con vestir de mancebo,
tarden mucho los años
en vencer tras asedio,
la lozana estructura
de mi mente y mi cuerpo.
Se prolongue la cuerda
que protege mi tiempo,
largo sea el camino,
creo poco el dispendio,
que de pie y como hombre
nunca llegue al exceso.
Yo preciso ilustrarme,
debo ser ser inquieto.
Yo preciso moverme
y cambiarme de asiento,
para hallar las medidas
que equilibren mis gestos.
Anudando palabras
a los actos que ofrezco,
abandono la farsa
arreciando sincero.
Se prolongue la cuerda
que sostiene mi tiempo,
por mil rutas que aguardan
y me dictan empeño,
reclamando prosiga
atendiendo a mi celo,
que demandan les sirva,
de mis pasos, las huellas,
auspiciando al acierto,
y de mi alma, bondad,
dando el dardo certero.
Por tal caso yo pido
con ahínco y desvelo
«se prolongue la cuerda
cual extiende mi tiempo
y maestros no falten
que me ayuden en esto» .

318-omu G.S. (bcn. 2014)

Disolución

“Esta vida, sincera me confesó:

▬ Soy tan sensitivamente espiritual como consistentemente orgánica”

***

Aplicado, sitúo el timbre

y recuento la métrica,

escarbo dentro del saco

de las consonancias

o recabo en el salto

de términos asonantes,

busco el qué del orden

y un melódico matemático,

mientras, al hacerlo…

gozo con la faena.

Aplicado, ordeno en el cajón

los calcetines y los calzoncillos,

los jerseys y las tantas camisetas;

los efectos y prendas que me sirven

al vestir mi pasajera materia.

Anarquista, escalono los versos

y rejunto los golpes de acentos,

olvidado de cortantes hiatos

o rebajar mediante sinalefas.

Permito que un salvaje torrente

explosione y conjugue

desentendido de compases o reglas,

aquellas alineadas estrofas

surgidas por deferencia de los astros

como regalo a los hombres

que son poemas que cuentan.

Despistado, me dejo llevar

por espontáneos impulsos

que surgen aleccionando

y, más tarde, como barba asoman,

en la forma de útiles experiencias.

» De poco sirve un cerrojo que encadene un contenido…

es libre la belleza implícita en el versar de cualquier poeta.

Poca utilidad tiene una horma concreta,

si un escritor pretendiera

tocar la mente o alcanzar como flecha el alma de alguien

con suficiente fuerza o esmerada suavidad.

Un ser alterna ideas con sentimientos,

diluye las rocas dentro de un mar,

la física de su equilibrio no se reduce

a una extensa e impresionante cordillera

o a un diminuto alfiler perdido en un pajar.»

318-omu G.S. (Bcn-2013)

disolución

Esferas y rimas

pluma mullada

Son blancas, poeta,

las hojas, tu lienzo.

La excelsa inocencia

y el trazo certero.

Tus pies dan colores

que pintan los huesos,

paseas con óleos

jardines y encierros.

 

 Poeta, expresivo,

desnudas los negros,

hay luz en tus noches,

agua en tus infiernos,

tu voz tiene estrellas,

recitas mil cuentos,

enciendes farolas,

ciudades sin sueño,

ronquidos de búhos,

el habla en silencios.

 

 Poeta de bodas,

de lujo y festejo,

de puro y copete,

de brasa y caldero.

Poeta de hambres,

poeta de entierros,

clamas injusticias,

forjas como herrero. 

Te leo y yo nazco,

te leo y yo muero,

señalas el cosmos,

por ti lo comprendo.

Tu cardas la lana,

te esmeras, experto,

esquilas ovejas,

sin cobrar dinero.

Zurciendo alegrías,

eres costurero,

inventas maneras,

remites lamentos.

Sonríes y gruñes

en noria y trapecio,

tu bosque se extiende,

sin años ni inviernos,

doradas tus letras,

perduran por tiempo,

tu pan son poemas,

cocinas reflejos.

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