Tenerte y recordaros (en este día de sant Jordi),
a ti y a ti y a ti.

Me impregné de vuestras partituras,
y hoy,
al despertar junto a un sol mayor
que toma el cielo como atril
y reparte fiesta y borda luz
barriendo nubes y aquel polvo irrespirable
cual enturbia el horizonte de mi memoria.
Hoy,
complacido al recibir la impronta
de una espléndida mañana,
en que un estallido de ideas y colores aún ni inventados
me sitúan donde debo
para interpretar de esas partituras cada nota.

Para ti:
una flor en la mano y besos en los ojos.

A ti y a ti:
dos de grandes con sus espigas
¡rojas, rojas!
dentro de un jarrón y sobre la mesa.

A ti y a ti y a ti:
un pensamiento que alberga solo un te amo infinito
que voceado marcha cuidado por el eco,
así perdurando inmutable, año tras año.

Por ti:
Mujer menor.
Tacto y aroma.
Aroma de flor en cual se acoge el tacto excitante.
Por ti puedo recibir un talismán liberador;
consigo la inmensidad
al poder recolectar
la sabiduría de planetas que orbitan
sobre tu cintura estrecha,
tu estilizado cuello
y los tallos y raíces
que figuran repartidas por tu espalda.

Por vosotras (cerca o lejos pero dentro mío),
se me agranda el alma y encoge el tiempo
¡vive relativo!,
conozco la buena simiente
y la dureza que rasga y escuece, la de la pérdida,
Por ti, ahora, nacen sonrisas.
Por ellas, rueda que ruedan lágrimas,
una tras otra, dentro de mi corazón.
Ruedan sin encontrar la salida.

Tenerte y llevaros sabiendo
acerca de la valía de los dragones y santos,
sobre la grandeza cabida en las rosas y libros.

318-omu G.S. (bcn. 2015)