Por un compás que traza placer (titulo compás a tu presencia),
circulo transfiriendo círculos imaginativos .
Olvidado de rodeos
salto directo a comerme tus triángulos,
sorber tus esferas y cuadrados
y descifrar tus hexágonos y rombos,
me alimento de todas las figuras
que alberga tu redondez,
de cada cuadro y perspectiva
que guardas -bajo llave íntima-
dentro del baúl de tus adentros.

Somos conjunto; cero en fronteras.
Recreándonos junto a la imperfección humana
domesticamos a la agitación
mientras contamos gotas de vida.
Encontramos la belleza que hay en cada número inexacto
y entonces brota, desde la nada, la regla perfecta.

Desvelamos atajos y rutas.
Le tomamos el gusto a esa razón
que resulta pellizcada
por la desvergüenza y la locura (pócima exquisita).
Nos complacemos en la brevedad de unos instantes,
cuales intensos y humedeciendo los ropajes pasajeros
caben como fortuna mixta:

Verbena de tacto desmedido
y de arañazos buscando en la piel
un apunte de corriente sanguínea.
Fiesta, donde dándose cita
son agitadas aquellas semillas
capaces de sostener
nuevas gargantas y emociones y pulsos.

318-omu G.S. (bcn. 2015)