Destierro

 

No me mires hoy;

me encuentro ciego de alegrías,

mi credo es triste porvenir.

 

Ando empapado y cabizbajo

entre cortinajes,

bajo una penetrante lluvia

que, afilada por la angustia,

cuartea haciendo trizas mis entrañas.

 

Hoy empuño alargadas sombras,

tiemblo y muero aún con respiro.

No espero ni deseo

alcanzar la cumbre de un mañana.

 

El más insoportable dolor,

-imperativamente inoportuno-

arremete con furia y me arrastra.

Hunde a mi persona

hasta llevarla al otro lado:

Esa cara añadida del dado

donde se ajustan cuentas sin palabras.

318-omu G.S. (Bcn. 2014)

¡viva la comunicación!