Cuándo recita, la vida,
la muerte, atenta, la escucha.
Y si la muerte camina,
la vida es bolsa a su espalda.
La vida y la muerte
suenan como una,
siempre se acompañan;
aunque parezcan contrarias,
ellas son familia, ellas son hermanas.
Aquí, nosotros, con ambas,
deshojamos tantas suertes,
que no alcanza la memoria,
a recordar luego cuántas.
Mientras respira y conversa, la vida,
la muerte, tranquila;
relajada reposa, ensoñando descansa.
Tanto tengo a bien
sentir que soy un hilo dentro de un costurero;
como retornar
para enfilarme en el ojo de la aguja
e hilar donde hiciera falta.
La vida y la muerte:
espejo y reflejo.
Mientras la vida conversa conmigo,
la muerte respira hondo;
aprende con su espera, paciente ella aguarda.
318-omu G.S. (Bcn. 2014)