» Como agua humedece el cielo,
pues nos concede la distancia que enfría
los ardores que emergen por su vigor.»
*** ***
Debido a su intocable fulgor
y al poder de su incandescencia
sólo el sol sabe el verdadero sabor de la soledad.
Gracias a su nutritiva energía
acariciamos como hombres los días,
subidos en una hermosa noria
que nunca cesa de voltear.
¡Oh, sol!.
Alejado esparces hojas,
le das invierno a mi tierra.
¡Oh, sol!.
Próximo viertes flores y verano,
alientas las estaciones
aunque aparentes estar parado.
Restas helores que entumecen,
le quitas al frío su gusto a sal.
¡Oh, sol!.
Rey con fragua: Herrero.
Tú: Pulmón que ofrece tanto;
tengas a bien para nosotros domar
el ímpetu de tus rayos.
Permítenos el don de esta vida
con todo lo que aquí hay.
Contén tu verborrea incendiaria,
la que arropa mediante el fuego,
precisa tu fuerza vital.
Mide con acierto cada palabra,
quiere y respeta este pequeño espacio,
que llamado tierra, es nuestro hogar.
318-omu G.S. (Bcn. 2014)