Soy un cuerpo;
los huesos y la piel y los músculos,
las uñas y la sangre y los cabellos,
la mente y el corazón,
la razón, la intuición y los sueños.
Por un cuerpo gozo y sufro,
piso firme y dudo,
conozco la ciencia exacta
y el murmullo de lo incierto;
por un cuerpo nazco
siendo joven,
y por el mismo muero,
según correspondiera a mi destino,
quizás… arrugado y viejo.
Es él que me da pie
para existir sumergido entre las letras;
marchitándome frente a la voz
del viento y de la luna y las estrellas,
o de aquel calendario fugitivo
que cuelga pasajero.
Por mi cuerpo;
igual tropiezo y caigo
como raudo, de un salto, me levanto.
Sé de la fortaleza de un abrazo.
Sobre odios que carcomen y el rencor
Sé…
que hay debilidades de uno mismo
que pueden ser sustento
y que la frustración comporta
la tragedia y la derrota.
Sé…
acerca del trabajo y el descanso;
sobre sudores dignos
y la gandulería que maltrata
Sé…
sobre aquella ilusión que habla en unos ojos
inundando un mirar de árboles y polen,
y sosteniendo el canto cual honra a nuestra tierra.
Gracias a un cuerpo;
actúo, digo y me muevo;
pago el precio
de la dicha intermitente,
del sollozo y las sonrisas,
del amor y el desamor,
por él vago, agradecido,
profesando esta fe ¡la de estar vivo!
existiendo junto a él,
pago, gustoso, el continuo destierro.
318-omu G.S. (bcn. 2014)