Pocos pelos

POCOS PELOS

Por calvo.
Gano tiempo cada mañana
y ahorro dinero,
no gasto en champú
ni tampoco me peino.
No visito ni pago
por un corte o lavado
a ningún peluquero.

Por calvo.
No recuento, entristecido,
cuantos de menos.
Paso los días despreocupado
por esa caída que comporta
desasosiego
y por la sequedad o la grasa
que da tiricia y segregan
-hormonadamente excitados-
todos los cabellos.

Por calvo
refresco las ideas
cuando me lavo,
disfruto del bautismo del agua
sobre la piel de mi craneo
cayendo directo.

318-omu G.S. (bcn. 2014)

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