Afortunado

Afortunado soy;
mi juventud perdura infinita
al creer, a pie juntillas, en el eco.
El azar decidió renovar su oxígeno:
darme savia nueva e hinchar mis pulmones adormecidos
con este aire nacido desde las poderosas maderas,
que de pie trasmutan y resisten las embestidas,
logrando vencer a la insolencia asesina
que golpea y araña y desmenuza
hasta conseguir que cualquier identidad se desvanezca
dentro de una voz denominada tiempo.

El azar no quiso hundirme,
tuvo a bien incendiar los calendarios
y convirtiéndome en madera
renovar mis hojas e incrementar mi flotabilidad.

Muelle y espiral.

Perduro por casado con el eco.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

¡viva la comunicación!