Espiral (S)

espiral (S)«Vivimos afianzados,
amarrados a la primera persona,
bastante alejados del reconocimiento,
de la fructífera utilidad del común denominador.

Existe un vínculo
que enclavado en el epicentro de la existencia
sobrepasa los rechazos y fusiona hasta pegar.
Penetrando más hondo que profundo
enlaza cada pieza del universo
con la figura de una misma conciencia.

Existe un vínculo tan importante
como para que perdamos el interés
por el resto de razones.

Es inevitable caminar
tomando y dejando huellas.
Es indestructible el verbo amar
si es que alguna vez tuvimos corazón.

El aire, salga el sol por donde salga,
siempre será aire
y como aire… movimiento.
Circulará.
Acoplándose con el don
de dar respiros.»

(I)

Aunque camuflada… la primera persona
siempre hace acto de presencia,
tiene un eco que expresa e interpreta,
nos dicta y manda ¡existe!.

El propio aliento,
(casi imperceptible),
invade la exposición que pretendamos.
Le otorga un timbre o tono concreto,
un enfoque determinado que define
absolutamente todo lo que hagamos.

Su fantasmal sombra (diríamos entonces),
es inevitable.

(II)

Aunque aparentemos ser otros,
el espejo tomará la voz del tiempo
y terminará por hablar;
delatando, certeramente,
la escasez o prominencia de nuestros rasgos.

La parte terrenal es insalvable,
camina sobre instantáneas y cata el gozo
y habrá de presumir de soportar dolor.
Nuestra perspectiva individual
se atavía férrea mientras aparece única…
pero, también dispone
de la enorme virtud cabida
en la opinión y las decisiones mutantes.

El peso de la piedra que somos esparce sus ondas:
Unas cuantas lágrimas o alguna sonrisa
saluda o se derraman más explícitas
que la voz de la tinta;
ante el recuerdo,
porque nuestro pasado retorna
eludiendo al olvido.

Cambiamos los nombres.
Cambiamos las fechas.
Pero es imposible cambiar
la evidencia del pasar,
y es que arrastramos
sensaciones y motivos.

(III)

Es y huele a madera.
Sabe a calor y a humedad.
Madera que alimenta a las hojas y protege
cada trino de las estaciones.

Con sus manos expertas,
(golpe tras golpe),
¡ama Gepetto!,
a Pinocho cincela desde su raíz.

Le da un rostro y sonrisa.
Le da cuerpo y maneras.
Él pretende extraer
de los roble y de las encinas
una conciencia digna
que parlanchina diga «¡a comenzar!».
A Gepetto le gustaría
llenar de hijos saludables la tierra.

Gepetto es obrero fiel al arte,
protege un mañana desde donde emanen
más mañanas llenos de principios.
Cree deberle un alma noble
a los árboles del bosque
y un sapo a cada princesa
y un principe a toda Cenicienta.

… De la naturaleza toma y toma tantos respiros,
que su vida asoma y prosigue bendecida
por una partitura de la que sólo surgen beneficios.

En su taller, Gepetto (hombre entregado),
desdeña el azar casual,
se esfuerza, elabora futuro.
Trabaja en pos de sacarle rendimiento a su oficio.
Él insiste en restaurar para los hombres un soplo de esperanza
dentro de la cual resuene la paz.

318-omu G.S. (Bcn-2013/15)

2 pensamientos en “Espiral (S)

  1. Aquileana dice:

    Excelente poema… me gusta la profundidad de tus versos, etéreos, metafísicos…. El apartado II me pareció realmente genial….
    Gracias por compartir… Lo mejor para vos, Aquileana ⭐️🔆

    Le gusta a 1 persona

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