Ya traspasado lo imposible seremos seres alados ofreciendo guía, protección, crecimiento y salvación: saborearemos la liberación mediando unos exquisitos toques de gracia que nos será concedida (ya no más puertas cerradas).
Cuándo la piel pesa y duele tanto como cadenas, lo mejor es aligerarnos, cambiar la suerte terrenal por un viaje exuberante e inexplicable cual nos otorgará comunión y comprensión, así expandiendo un sinfín de posibilidades ocultas a los ojos y sentidos de hombre.
Vuelvo a ti como renacido que no conoce ni reconoció muerte; y tus ubres celestiales son tan nutritivas y apetitosas como planetas salvajes por domesticar. ¡Vuelvo a ti aún ni aprendido!… para así continuar.
¡Allá voy!: adonde los caminos se unen y espera el sexo magnífico de los ángeles. Adonde todo desierto alberga agua por descubrir y el calor aparece solamente si hubiera oasis. Soy tuyo porque sin ti nada sería más que un corazón por nacer, unos pies por empezar a andar, una idea por aparecer, una fuente sin alba ni noche ni mediodía; soy tuyo porque deseo serlo y por saberte madre, hermano, hijo, padre, hombre y mujer. Tú te mereces el nombre y significado de familia. Te aprecio como inventor, como alfarero que moldea la pieza hasta conquistar aquello que es arte.
Tú, ¡mi Dios!… Siempre ahí, donde encontrarte.
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Negando arrugas
Y nuestras manos entrelazadas
así como nuestros ojos cuales interpretan
restándole valor al tiempo.
Somos los mismos…
y es aquí y ahora que no existe el antes
y que los volúmenes y las formas ya ni significan.
Nosotros:
porque, Tú, edén mismo
surgido desde las entrañas del universo
y, Yo, prueba evidente de que tú eres la costilla
dándole cuerpo, sentido y vigilia
a este locuaz y sorpresivo viaje terrenal.
Ya hace bastantes primaveras
que revoloteamos como libélulas
insinuándole al aire una pizca de pureza;
aliviando el aire,
aligerando al aire de su peso
de confundido, tóxico y vagabundo.
Por el hoy de aquí se extiende nuestro camino
hacia una orilla que sólo sabe de amaneceres,
cual no padece de ocasos ni de crepúsculos,
una orilla muy cercana a lo celestial.
Somos un árbol plantado
recibiendo y ofertando simientes;
hijos pródigos que se perdieron
pero que al encontrarse han retornado.
Por perfume de latidos
Donde el espacio se pierde, los tiempos se unen y los cuerpos se difuminan hasta encontrar mayor verdad. Como tú, la flor, como él, la abeja, como nosotros, panal; así miel por ciudades, por caminos, por senderos y pueblos.
Y hasta las montañas se arrugan para besar al mar de donde vinieron y cual las espera, ese mar que recoge las mejores odas, pues reconoce que desde sus entrañas surgieron veleros y navegantes.
Ayer se me cayeron las hojas y renací. Tras el invierno austero aparecen novedosas fuerzas que le dan brillo a las estrellas, así luciendo, las constelaciones, como mapa que deletrea semillas, frutos y destinos divinos.
Ahora, el ayer me sabe a esa tarde que no auspicia cobijo: el ayer fue escuela, banco de prueba para el aprendizaje y también un enorme campo de batalla. El ayer indica como dedo firme sobre mar abierto, ya estuviera éste pacifico o embravecido; y de brújula nos sirven cada uno de los respiros si es que valorásemos al horizonte sosteniendo buenas dosis de nobleza en las interpretaciones. El ayer es pregonero que no olvida calle, avenida, pasaje ni puerta. Al ayer, si fuera digno, solamente le cabe darnos alas e incitarnos a avanzar.
Futuro ¡aquí estoy! sobre el hoy, con la obligación imperiosa de preparar un fantástico perfume, y de brindar por la vida hasta el último suspiro.
Fet pel pols a l’enteniment / Hecho por el pulso al entendimiento
«Com animals busquem per cobrir necessitats. Com animals arribem a ser un, allunyat del reste: Veritat del trànsit.»
**
Si és fugir o si fos cercar la llibertat
Com caçador!
-Qui té dret a jutjar?-
Anar!
Només anar a trobar l’ésser sencer
més enllà de l’establert.
Perquè abans del suïcidi qualsevol pas pot ser bo.
Si fos portar o anar-hi a recollir
o potser sigui abandonar entre crits d’auxili.
Segons l’enteniment!
-Qui som, cap ni un, per sentenciar?-
Els retrets sempre quedin com fum que s’esvaeix…
per no ofegar, per mai tornar.
I bufa el vent
remenant els cardinals.
I cau tanta sorra que el temps s’atura
mentre són esborrades les empremtes
doncs aquestes també sobren.
I és la pell que delata
quants i quantes varen ser les alegries i els dolors,
les emocions i els sentiments;
la pell, reflex d’un cor i veritat d’un món
abans de girar la cantonada.
I les hores del sol I els segons de la lluna resulten somni, perquè hi ha després;
són teatre vestit de dansa.
Digueu-me si no hi ha millor sort dins d’una il·lusió
que no pas la que viu en la negació
a quina el pragmatisme obstinat ens convida tantes vegades,
així portant-nos, vida i mort dins d’una gàbia.
(castellano)
«Cómo animales buscamos para cubrir necesidades. Cómo animales llegamos a ser uno, alejado del resto. Verdad del tránsito.»
**
Si es huir o si es buscar la libertad
¡Cómo cazador!
-¿Quién es nadie para juzgar?-
Ir
Nada más ir al encuentro del Ser completo
más allá de lo establecido.
Porque antes del suicidio cualquier paso puede ser bueno.
Si fuese llevar o ir a recoger
o si quizás es abandonar entre gritos de auxilio.
¡Según el entendimiento!
-¿Quién somos ninguno como para sentenciar?-
Los reproches siempre queden como humo que desaparece…
para no ahogar, para nunca volver.
Y sopla el viento
removiendo los cardinales.
Y cae tanta arena que el tiempo se para
mientras son borradas las huellas
pues éstas también sobran.
Y es la piel que delata
cuantos y cuantas fueron las alegrías y los dolores,
las emociones y los sentimientos;
la piel, reflejo de un corazón y verdad de un mundo
antes de girar la esquina.
Y las horas del sol y los segundos de la luna resultan sueño, por qué hay después;
son teatro vestido de danza!
Decidme si no hay mejor suerte dentro de una ilusión
que no la que habita en la negación
a cual el pragmatismo obstinado nos invita, tantas veces,
así trayéndonos vida y muerte dentro de una jaula.
Igual que coral
Me llenan de vida esos abrazos recibidos que son entregados como si se tratarán del último: repletos de una fortaleza cual sólo es capaz de habilitar el amor… Así siento los de mi hijo y los que para contigo.
**
¡Llegó!
Llega a sentirse como el arrullo del agua surgida desde un manantial: corre secando sedes y llena con una sabiduría que traspasa mundos evidenciando toda suerte vital.
Poder saber de él tras incendios y diluvios, tras ser decapitado y resucitar (no nací para vivir sometido o encarcelado por ninguna muerte).
Llega a poseerse cuándo abandonamos el frágil ser que somos nosotros mismos.
Llegar, tras ser filo de cuchillo, mente dulce y mente amarga, así como ojos de pan. Llegar después de agradecerle al infinito que me acun(ñ)ó las formas y el contenido de los caminos. Llegar tras agradecerle al vocabulario versátil y simple de la naturaleza próxima su sinfín de onomatopeyas. También agradeciéndole a ese propio mío holocausto que me demostró que enseña más que tanto la suerte de ser vencido. Así recorro esa senda en la que me entrecruzo una y cien y mil veces contigo: acto de fe, verbo de amar.
Cómo un susurro
Tan pronto como tú llegaste una verdad de vida se me apareció… Y se hizo la luz dónde habían tinieblas. Y se me dieron flores dónde antes zarzales. Tan pronto y sorpresivo, como viajando entre sueños resulta el despertar.
De dioses y hombres
«Universo, tú sincronizas las manillas del reloj,
posicionas las esferas de planetas
en ese lugar que les corresponde y donde caben.
Conformas, desde la nada,
invisible siluetas y voladores caminantes;
haces apuestas que rellenan de dibujos el tapiz
¡sólo cabe el admirarte!
A ti, universo: creación indominable,
manantial de versos sin lengua,
de señuelos indicadores
y de regiones insospechables,
no merece la pena pedirte cuentas
ni desdecirte, ni cuestionarte.»
**
De Dioses sumergidos dentro del polvo estelar.
De Hombres surgidos por la apetencia del universo
y desde las entrañas de un mismo árbol.
De Hombres y Dioses que jugando una partida
barajan edades, lugares y circunstancias.
De Dioses que, siempre en constante movimiento,
sufren la dicha de orgasmos galácticos.
Y de Hombres cambiantes
que tomando decisiones reciben el arte
de una fortuna con mil y un disfraces.
Poderosos, los dioses
observan cuántos toboganes hay por cada eslabón.
Poderosos, los Hombres,
sujetan las riendas de su caballo desbocado.
(Somos Agua, somos Roca, somos Brea, somos Viento.
Somos vigilia y somos sueño.
Somos un baile hecho con pompas de ilusión.
Podemos ser un eclipse de invierno
con la primavera como intención.)
Ambos, Dioses y Hombres, hechos y repletos de misterio,
saludan complacientes el tránsito,
tarde o temprano, tras degustar tantas caras como cruces,
terminarán satisfechos y riendo
al reconocer cada faz de lo banal
y beber del elixir de lo más simple.
Ambos: Creadores, tan crueles como magnánimos,
ambos saben acerca de las canciones de la lluvia,
al respecto del agradable peso de la lluvia y sobre sus besos.
Ambos saben acerca de montañas
y también acerca de castillos
que se los lleva el viento igual que naipes.
Ambos, reconocen al tiempo
como juez, verdugo y ley,
como la única certeza que situa y que corrige.
Escucho…
Cuándo sueño y cuándo despierto
mi alcoba está inundada de Dioses recitando verdades
que por desdecirse de mentes, sistemas y diccionarios
engrandecen todavía más el camino y son más verdades.
Escucho…
una cascada interminable de sonidos
que equivalen a mariposas en mis adentros.
Porque giro y giro, al son de esa llave de sonidos
torno a ser voz acertada,
esa aurora primaria cual ni tiene nombre.
Y el hombre percibe, durante su andadura,
cada copo de energía que a todo conforma.
Y los hombres huelen a Dioses y los Dioses a Hombres.
Todos ellos mutan y permutan,
se resisten y perduran,
como cerezas, peces, granito o alondras…
Allí, más allá y aquí…
en todas partes disponiendo de idéntica brújula,
una brújula construida a fuerza de naturaleza
que da Dioses y Hombres dentro del Mar;
Los Mares son sonámbulos a cuales les encanta
seducir aquellas estrellas que indiquen el rumbo,
en pos de salpicar solamente esperanza.
El universo recita Aire
cual aspira soles y nubes de una manera insaciable;
Aire conformando sueños que han de levantarse
desde la lava y el polvo,
que han de surgir para derretir a la escarcha
Imparable
«Para qué ciegos (eludamos el desánimo)
Para qué sordos
disponiendo de una voz maravillosa todo presente: tal cual aspas de molino dando aliento»
Se mueve la vida…
como impulso incontenible.
Es ilusión innovadora
que atrapando el sueño más vital
en todo cree y a todo ensalza.
Qué es la vida, sinó una espiral irrebatible,
donde millares de seres y elementos
cambian su piel por agujeros
alternando su posado y su disfraz
entre dubitativos claroscuros
y la mejor fortuna cual trae naceres;
¡Ay! la vida:
Infinitos amaneceres
donde piernas y alas
sucediéndose al unísono
dentro de bocados y circuitos,
prenden son y trance
del verbo eterno.
… Y la gracia de este juego
es su ser de imperecedero
así como su ser de espíritu al combinarse
con la tierra consistente.
Luz en mi tierra
Amor se escribe con la tinta de la entrega. Amor es una obra inacabable donde no cabe el desastre o la extinción. Amo el cielo que me ampara, el hogar que me cobija, a los seres que me quieren, e, inclusive, hasta a los que me rechazan. No soy amo ni creador de nada, soy esclavo de un espíritu cual puede más que las palabras. Me dejo llevar por los vientos y arrastrar por las mareas (quisiera que como luz). Soy (seguro): ¡Presente!… Presente continuo. Constante… sin pausas ni interrupciones. Continúo, sin someterme a los códigos instaurados que fomentan fronteras; prosigo, intuyo que sin apartes ni suspensivos, preso de una calidez que me llena de emoción. Ante tu belleza inabarcable, vida: amor, sólo me cabe agudizar mis sentidos, abrir los brazos y darte las gracias, porque es que tanto musicas valses como boleros, funky, blues, folk, tangos, ópera, jazz y rock&roll.
Claridad
Mi sol es debido a tu mañana
y aunque luzcan nubes resplandece,
que mejor que abrir las manos y agradecerte,
que mejor que abrazarte para sentir
tu-mi grandeza.
**
Crear.
Y en el presente
sólo una nota clara
sólo una mota
que disfruta del cielo
junto a la eternidad.
Mi fe está en crear y creer
en que la pisada humana
que ahora me pertoca
me concederá aquel resplandor
que hace bailar.
¿Dónde el horizonte que se me extravió?
Aquí
a tocar
dentro de este respiro.
¿Dónde aquella llave de mis sueños que se me perdió?
Sobre mi decisión, en nuestra voluntad.
Solo mi infinito sabrá…
pero no cejo,
pero prosigo el camino
con mi corazón como estandarte.
Sólo existe una aurora.
Sólo existe una hora que resulta espléndida para estar:
Paz.
donde se diluyen los ruidos
donde todo sonido suena igual que música
y así desmantelados los laberintos
estos perecen.
Entonces sé de la vida,
sé qué es la vida
cuándo comprendo la unión indestructible
y la simpleza, mostrándose magnífica,
contiene la libertad.
Sé de la muerte segura
de todas las circunstancias.
Sé de los cambios irrebatibles
que pecando de gloria
hacen que el universo gire
más lejos de cualquier verbo
que implique parar o destruir
la rueda de la vida
con su infinidad de gotas de agua.
Sé de tu aliento.
Sé de tus ojos.
Sé de tu sed.
Sé que guardas caricias
que paralizan golpes cuales cabría
destruyan albas sin compasión.
Sé acerca de todo esto,
y por siempre manda mi fe en el presente.
Mandan mis sueños.
Manda mi confianza.
Manda mi ilusión.