Letras a un vestidor

Descifro adioses
y su significado se desvanece
pierde sentido.
Al darme cuenta
que jamás marcharon
que todavía están
porque aleccionan
al rechazar por amor
a su paz de difunto.

Fue insuficiente, como reto, la muerte,
un intermedio domador de paisajes.

Recomponen cenizas
o remueven la tierra
¡se levantan!.
Me dan fuerza.
Los llevo.
¡Mantienen el habla!.
Prosiguen conmigo.
Aconsejan mis pasos
pero que muy vivos.

Fue insuficiente, como reto, la muerte,
una instantánea deshaciendo equipajes.

Quedar velada y frágil la muerte
porque la eternidad nunca yació adormecida.
Aunque disimule existir con disfraz de sueño
se representa bien a si misma
denotando su yo de despierta.
Evidencia nuestra verdad inalterable.
Somos realidad inmortal por acontecer
siendo parte soluble.
Somos una gota de espacio alentando mareas.

Fue insuficiente, como reto, la muerte,
la sanación que remodela los trajes.

La muerte:
Cuna de olas.
Un mondadientes endeble.
Una carta más de la baraja.
Un pasatiempos que llega a indicarnos
la sencillez y salida del laberinto
o la determinación que debemos tener
frente a una encrucijada.
La Existencia:
Redonda. Ondulada.
Ingrávido vocablo capaz
de enroscarse en cuerpos,
como hacen, para avanzar,
hiedras y serpientes.

318-omu G.S. (bcn. 2016)

De expedición

 

«Una casa donde traspaso nombres y cuerpos. Donde no resuena ninguna de las puertas por bien aceitadas. Una casa donde existiré, vivo y nací.»

http://www.youtube.com/watch?v=dz50N2_tCCg

Nací
alineado con la causa soluble
que navega y repite.
Antes
ni recuerdos.
Los pensamientos apremiaban al olvido
para seguir huerfanos.
Los porqué, difuntos.
Ni afirmaba.
Ni negaba.
Ni definía mi quién soy
hasta carecía de nombre.
Antes…
Tal vez alimentaba como detalle
gracias a designios tribales
que exclamaban «libertad».
Antes nací
para crecer pequeño.
Crecí y crecí pero quedé pequeño.
Y cuándo pensarme, fornido y grande; suficiente,
siendo sobradamente diminuto y frágil
¡explosioné!.
Fue cortada mi lengua en millares de pedazos
y el cristal que fue mi lenguaje
gano en resistencia y brillo y diccionarios.
Dejé la razón solitaria que da lectura de mundos aparte
y saltaron a viajar por el espacio
vergeles personales anquilosados
y secretos precintados por el miedo y la vergüenza.
¡Estallé!
para compartir y comprender que soy boca-fuente
piel-plumas-escama
neón-sol-luna-cuerpos
contenido-imagen-reflejos
poros elásticos
agudeza renaciendo.

Ahora cuento
que tu identidad sabe
y en ella caben mis segundos
¡es nuestra eternidad!.
Que viví intrépido y por ser aventura
probaré comedido, irresponsable y valiente y cobarde.
Ahora es cuando reconozco mis alas
perdiendo razón de cautiverios.
Advierto esa verdad que puede subsistir
y está en todo; somos simples sonrisas de la alternancia
combinándonos con un sinfín de atuendos dispares
junto a los principios y los intermedios y los finales
que vivamente auspicia el acordeón; un solo tiempo.

318-omu G.S. (bcn. 2016)

Vagar comienzos

«Luce un Lunes y otro Lunes. Y el mar suena y suena ocupando todos los espacios. Deletrea la infinidad de notas musicales que caben en su imaginación y en nuestros dedos. Dentro de un Lunes resulta posible encontrar la calma tras dar con el blanco.»

Una playa más y enorme dentro de la inmensidad del universo.
Los niños (nosotros), jugamos a construir y a destruir mientras acogemos un continuo de fe estipulada sobre muchísimos yo de dioses. Impregnándonos de decimales de arena pronunciamos arrugas y amasamos experiencia.
El cosmos y nosotros: Energía danzarina. ¡Todo agua reclamando invención!. Agua que surge, desde la trastienda que es la nada, para salpicar; porciones etéreas y estables que nunca desaparecerán, y consistencia, de mecánica pasajera, que fluirá por un instante pero que se derretirá como la cera o el hielo porque su meta está en cambiar.
El cosmos: Agua-color o Agua-invisible, celebrando manantiales e invitando al baño, parto tras parto.
Nosotros: Árboles o edificios, complementando un bosque o vistiendo una gran ciudad.
Nosotros: Granos de sal esparcidos. Minerales sumergidos en el aire o acoplados a una roca. Sueño y pensamiento y acción. De orilla a orilla. Eternizando el viaje.

De soplo y tierra

http://www.youtube.com/watch?v=SXi6xMq0k8A

1-Terrenal

Aquí —intuyo, que por causalidad—
Zambullido en este traje,
con tela teñida
por glaciares y volcanes.
Pasajero de un planeta
que es pasajero a la vez;
burbuja hecha de tierra y agua revueltas,
burbuja especiada con salivas vegetales,
con minerales fornidos e indelebles
y con sangre animal de hombre
alimentada por ubres gustosas de mujer.
Aquí. Soy.
Trapecista dando vueltas
que alternando ritmos
cruza de un salto las esquinas
mientras escucha cuanto de reales son las estrellas,
que ellas son mis ancestros
paseando como descubridores
para bordar un después.
Apresado por un reloj, imparable y pertinaz,
que cuenta y cuenta… días y años y siglos
circuncidando con segundos
que pasan dando memoria y ojos renovados
con los que interpretar los pasos y el vuelo
tras voltear del revés.
Aquí; como soñador empedernido,
preso del gesto romántico, libre de funambulismo;
anhelo cambiarme de disfraz
y prolongarme hasta el infinito.
Aquí —aun fugaz por medido bajo este vehículo—
Sujeto pasos.
Soy dependiente.
Cazo respiros.
Siendo viajero; recorro instantes
y desabrocho imposibles.
Pesco sin anzuelo ni lombriz
y se descascarilla mi propio huevo,
desnudo renaciendo; girándoseme el mundo.
Aquí y ahora, compañeros confirmo
que no existe instante alguno
mereciera rechazo, fuera desperdicio.
Aquí estoy.
Atento a la música y lecciones
que mediante las cuerdas del espacio
esparcen, la verborrea impetuosa de la luz
la algarabía de las sombras,
la perpetuidad de la oscuridad
y la quietud amable del silencio.

2-Espacial

Marcharé, sonriendo.
Pasará el placer.
Cesará el dolor,
tal cual ahora mismo los conozco.
Partiré satisfecho;
como un ave o un árbol
a cuales se les marchitan alas y hojas
para sobrevenirles
nuevas ramas y otros plumajes.
Sonriendo.
Satisfecho.
Porque amo y deseo
cada hola y cada adiós
que aúpa este universo
aligerando albas y crepúsculos.
Ya comprendí…
que volará hacia arriba,
caminara enrasado,
o buceara por abajo,
toda la arena cae como fuente
ofreciendo un agua que es:
Suma grata. Florecimiento.
Ventisca catapultando
saber de cabalgadura y privilegios.

318-omu G.S. (bcn. 2016)

Porque…

pel carrerPorque Agua.
Porque Viento.
Porque Tierra.
Porque Fuego.
Porque…
Sumado vino el hombre
y junto a él:
Cordura.
Desatino.
Abrazos y golpes.
Placer.
Dolor.
Trabajo y Descanso y Sueños.
Dulzor aderezado con pizcas de amargura.
Realidad adosada a la ficción.
Ángulos consistentes y grados etéreos,
ambos mezclados.
Soplo y sorbo.

Porque los animales y el hombre.
Porque las especies navegando
entre los porque de los elementos:
La negación y la afirmación.
La contradicción y los opuestos.
Un reloj poseedor
de una cuerda interminable
¡ vida y más vida !
Reptar.
Volar.
Nadar.
Andar.
Gestos simples y complejos.
Conjunto de gestos vitales.
La danza y la quietud.
Música. Ruido y silencio.
La belleza y el horror
vistiendo libros y lienzos.
Un estupendo baile de combinaciones
ambientado por la habilidad,
el azar, la carga causal
e inevitables y productivos tropiezos.
Porque…
¡ Sorpresas dentro del cesto !.

Porque atrevimiento
asoman inventos
volcando avance y renovación.
Porque miedo.
Por temer la incógnita —a lo desconocido—
límites y encierro.
Un stop seguido de otro stop.
Y por cobardía;
temblores y resignación,
una muralla infranqueable.
Porque tristeza
posicionamos los instantes de alegría
y valoramos las cosquillas, las bromas,
los chistes y la risa.
Y, porque, porque…
Un balón rodando,
juego y juego.
La geometría cíclica
regalando planetas variopintos
y un carro de siglos.
La verborrea divertida de la imaginación
anotando elucubraciones
y tiñéndolo todo de fantasía:
Figuras rectas y convexas.
Cuadrados y esferas.
Rigidez y espontaneidad
esparcidas por el cielo
y cubriendo las aceras.

Porque una paleta para el pintor.
Porque el dinamismo
y la introspectiva y la reflexión:
Sombras y Luz.
Color y Carbón.
Grutas y valles amándose
y gallos desenvolviendo otro albor.

Porque río… el Agua
¡ aseo !.
La calma frente a las inclemencias del sol.
Millares de cuerpos distintos
presentándose ante el sorteo.
Y, otros, pacientes,
anhelando ser liberados de su invisibilidad
allí en la nada.
Porque huracán y brisa… el Viento:
Olas desbocadas elevándose
y semillas avanzando
desde su pequeñez hasta la exosfera
para alzarse como frutos cósmicos.
Porque campos y sierras.
Porque cordilleras con sus montes… la Tierra:
Rebaños de cabras, ovejas y vacas.
Los lobos y el perro y el pastor.
Cimas que esperan a la luna y a las estrellas,
a la pisada, a la cruz y a la hierba.
Porque llama… el Fuego:
El vuelo de la ceniza tras la lumbre y los incendios.
La temperatura idónea y la cocción.
La resurección
y la muerte misma, pregonera; como alimento.

¿ Por qué ?
El llanto ensangrentado.
Guerra, violencia y dominio.
Páginas nefastas repletas de luto.
Poder, sumisión y sadismo.
Nulo el diálogo. Terquedad.
La sordera tóxica y los gritos.
Una hermosa manzana
apostando por la Tentación.
La Irresponsabilidad subida en un altar.
Alguna costilla mal servida
luciendo sobre la mesa.
¿ Por qué ?
Envidias y Celos.
Ambición desmesurada.
La mordedura persistente del Egoísmo.
Trampas, engaños y traiciones.
Destrucción y Odio exabrupto.

Porque el pulso, mostrándose firme,
continua multiplicando, seres, artefactos y fechas,
se amplia el abanico de destinos.

Porque hay tantísimos sinónimos
evidenciando los premios que sostiene el universo.
Brindo
¡ por la creación !.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

Espiral (S)

espiral (S)«Vivimos afianzados,
amarrados a la primera persona,
bastante alejados del reconocimiento,
de la fructífera utilidad del común denominador.

Existe un vínculo
que enclavado en el epicentro de la existencia
sobrepasa los rechazos y fusiona hasta pegar.
Penetrando más hondo que profundo
enlaza cada pieza del universo
con la figura de una misma conciencia.

Existe un vínculo tan importante
como para que perdamos el interés
por el resto de razones.

Es inevitable caminar
tomando y dejando huellas.
Es indestructible el verbo amar
si es que alguna vez tuvimos corazón.

El aire, salga el sol por donde salga,
siempre será aire
y como aire… movimiento.
Circulará.
Acoplándose con el don
de dar respiros.»

(I)

Aunque camuflada… la primera persona
siempre hace acto de presencia,
tiene un eco que expresa e interpreta,
nos dicta y manda ¡existe!.

El propio aliento,
(casi imperceptible),
invade la exposición que pretendamos.
Le otorga un timbre o tono concreto,
un enfoque determinado que define
absolutamente todo lo que hagamos.

Su fantasmal sombra (diríamos entonces),
es inevitable.

(II)

Aunque aparentemos ser otros,
el espejo tomará la voz del tiempo
y terminará por hablar;
delatando, certeramente,
la escasez o prominencia de nuestros rasgos.

La parte terrenal es insalvable,
camina sobre instantáneas y cata el gozo
y habrá de presumir de soportar dolor.
Nuestra perspectiva individual
se atavía férrea mientras aparece única…
pero, también dispone
de la enorme virtud cabida
en la opinión y las decisiones mutantes.

El peso de la piedra que somos esparce sus ondas:
Unas cuantas lágrimas o alguna sonrisa
saluda o se derraman más explícitas
que la voz de la tinta;
ante el recuerdo,
porque nuestro pasado retorna
eludiendo al olvido.

Cambiamos los nombres.
Cambiamos las fechas.
Pero es imposible cambiar
la evidencia del pasar,
y es que arrastramos
sensaciones y motivos.

(III)

Es y huele a madera.
Sabe a calor y a humedad.
Madera que alimenta a las hojas y protege
cada trino de las estaciones.

Con sus manos expertas,
(golpe tras golpe),
¡ama Gepetto!,
a Pinocho cincela desde su raíz.

Le da un rostro y sonrisa.
Le da cuerpo y maneras.
Él pretende extraer
de los roble y de las encinas
una conciencia digna
que parlanchina diga «¡a comenzar!».
A Gepetto le gustaría
llenar de hijos saludables la tierra.

Gepetto es obrero fiel al arte,
protege un mañana desde donde emanen
más mañanas llenos de principios.
Cree deberle un alma noble
a los árboles del bosque
y un sapo a cada princesa
y un principe a toda Cenicienta.

… De la naturaleza toma y toma tantos respiros,
que su vida asoma y prosigue bendecida
por una partitura de la que sólo surgen beneficios.

En su taller, Gepetto (hombre entregado),
desdeña el azar casual,
se esfuerza, elabora futuro.
Trabaja en pos de sacarle rendimiento a su oficio.
Él insiste en restaurar para los hombres un soplo de esperanza
dentro de la cual resuene la paz.

318-omu G.S. (Bcn-2013/15)

Espelmes / Velas


Passar d’anys:
Imperatiu tossut
que mana i convida.
Sumar vivències
tanmateix com arrugues.
Desfer-nos dins d’ells
tornant a memoritzar el vol;
com núvols i ocells.

Un any darrere l’altre
la mainada deixarà
els joguets i l’escola,
els somnis de les primeres hores.
Oblidarà el crit del gall
quedant enrere el matí.
Passar d’anys
combinant aliments,
fins a arribar al capvespre
i a aquella nit
quan és muda per vestir-nos.

Fer via.
Vestir-me de nou
després de repetidament
estar nu.
Caminar cenyit.
Fer-li costat a l’acceptació,
abans que enfonsar-me lligat
i em siguin xuclades totes les gotes de sang
i esborrats els meus moviments
pels crits vampírics que ressonen
des de la frustració.

Contar d’anys.
Anys que volen
tal com fa el vent
lleugers!
proveint la brúixola,
declinant-se cap a una sola direcció
fins a tastar la pols i els minerals
que, esperant a tothom,
animen i donen sentit al mar,
en empènyer un seguit de batecs
arrelats a les ones.

318-omu G.S (bcn. 2015)

(castellano)

Pasar de años:
Imperativo terco
que manda e invita.
Sumar vivencias
  así mismo como arrugas.
Deshacernos dentro de ellos
volviendo a memorizar el vuelo;
como nubes y pájaros.

Un año tras otro
la chiquillería dejará
los juguetes y la escuela,
los sueños de las primeras horas.
Olvidará el grito del gallo
quedando atrás la mañana.
Pasar de años
combinando alimentos,
hasta llegar al atardecer
y a aquella noche
cuando es muda para vestirnos.

Hacer vía.
Vestirme de nuevo
después de repetidamente
estar desnudo.
Andar ceñido.
  Hacerle costado a la aceptación,
antes que hundirme atado
y me sean chupadas todas las gotas de sangre
y borrados mis movimientos
por los gritos vampíricos que resuenan
desde la frustración.

Contar de años.
Años que vuelan
tal como hace el viento
¡ligeros!
abasteciendo la brújula,
declinándose hacia una sola dirección
hasta probar el polvo y los minerales
que, esperando a todo el mundo,
animan y dan sentido al mar
al empujar un seguido de latidos
enraizados a las olas.

318-omu G.S (bcn. 2015)

Rellegint / Releyendo

rellegintMovem el cos
com ballarins!
mentre ajuntem idees sent inventors.
Fins a esgotar.
Fins a perdre del tot
— encara que ens resti oci i més feina —
la memòria…
En obrir-se un altre porta,
en agafar-nos el glop següent de l’univers
per donar-li sentit al destí.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

(castellano)

Movemos el cuerpo
como bailarines!
mientras juntamos ideas siendo inventores.
Hasta agotar.
Hasta perder del todo
— aunque nos reste ocio y más faena —
la memoria…
Al abrirse otra puerta,
al agarrarnos el trago siguiente del universo
para darle sentido al destino.

omu G.S. (bcn. 2015)

Andar…

« Estanys blaus-coll del Certascan (Alt Pirineu) »

Andar entre montañas y sentirme tan diminuto, tan minúsculo, que consigo diluirme y ser parte misma de los elementos. Un fragmento de letra buscando un enclave dentro de la fuerza de la naturaleza cuándo pretende ésta de todo para llegar a optimizar su potencia vocal.
Aire. Viento. Silbido. Acento pletórico que, aun capaz de ser contundente y tumbar o de suavemente acariciar, siempre transporta oxígeno para llenar de abecedario cualquier vida, todos los pulmones.
Agua. ¡Transformación!… Nubes. Glaciar. Lago. Río. Presencia políglota. Una gota de lluvia agazapada sobre una piedra, tomando minerales, y dándole de beber, a la pizarra, a la caliza, a las hormigas y arañas y al musgo… para que avancen y crezcan.
Andar entre montañas y abandonar mi yo de hombre. Sentirme volcán y cosmos. Voltear cualquier identidad concreta hasta conseguir hallarme fuera de cárceles, autoengaños y derivas.
Hacer camino y observar que la existencia es consistente o se difumina, pero, se prolonga, elástica y maleable, ella me lleva consigo, mientras perdura infinita.

Suerte de enigmas que no de becerros

«Cuándo un ser, siendo atrevido, se reconoce con honestidad, es entonces que, aconteciendo el principio sobre la identidad del individuo, también lucen, origen y presente, en la faz del camino.»

cala Pilar (Menorca)

cala Pilar (Menorca)

Tiene un cuerpo vital
rebosante de aire pronto
y humedad laboriosa,
donde se hunden las semillas
para dar salud con frutos.
Dispone de libélulas y luciérnagas,
de una mente madrugada
que no cesa de innovar
Sonríe siendo energía,
es una pieza y detalle del cosmos
probando los sabores de la tierra.

Apostaría a ganar
si afirmara que dispone
de varios ases en la manga
que le sirven y dispensan;
futuros privilegiados
y sueños universales
y también de un comodín
que combina a la perfección
los infinitos planetas
que se insinuan como verdad
con los mil rostros que planean
siendo polifacéticas realidades.

Sostiene aquellos actos e ideas
que por evolutivas resistirán
la necedad contagiosa
y la incoherencia desmedida
de más hombres
y el empuje de otros astros
y la embestida de elementos pasajeros
y la cuerda que se aferra al cuello
y el hacha despiada que degüella
y el robín que sabe a rancio
y la analogía o los dígitos
en que se amparan los verdugos,
los tic-tac de los relojes:

Actos sencillos,
e ideas simples
que han de convertirse en gestos poderosos
cuales por voluntad serán esparcidos
llegando a cambiar el más allá
que se vislumbra con temor.

Traspasarán el miedo subyacente
que parte desde el ser cuándo ahonda
en la espesura virgen
y creativa e ilimitada
que acuna, como madre, la nada:
Territorio inhóspito
para aquel que poniéndose medallas dijo saber.
Sucesos enigmáticos
que resguardan el don y la gracia;
a los imposibles de hoy
como asuntos y mañanas ciertos.

Han de llegar ¡para quedarse!.
Su ingenio y composiciones
regarán movimientos;
porque desatarán las vestimentas innecesarias,
porque coserán lo que deben
y mejor le corresponde
sobre la desnudez pedigüeña
de los desiertos
y la enfermedad del jardín.

318-omu G.S. (bcn. 2015)