
«Ni más ni menos» Aguafuerte de Francisco de Goya, estampa 41 de la serie de «los caprichos» publicada en 1799.
Opiniones propias que poco o nada cortejan, que encontraron la libertad escogiendo esa soltería que poco beneficia a la parte personal y solitaria cual pretende riquezas: Letras atrevidas que relatan sucesos asediando con brevedad condenatoria; con razón como bisturí señalando el tumor. Gráficos explícitos que asoman humorísticos teniendo trazos con lengua, rechazando la mudez monótona así como la sumisión. Reflexión aguda que no precisa de morir ni de perdón.
Y, posicionados tras su óxido, en frente… Mentes intransigentes aferrándose a una reja. Bocas jugando a guerrillas. Argumentos aposentados al filo de un precipicio. Citas malinterpretadas y juegos que se asociarían con la magia negra. Destrucción amparándose en haceres suicidas. Promesas de gloria servidas para secundar al terror.
Gente exponiendo su manera de entender tantas realidades incongruentes que nada más reportan pesar. Otros seres, defenestraron a la búsqueda que optimiza el flujo de la verdad, maniatados y cargando con una ira ancestral que sólo contribuye a aumentar la ceguera. Seres postrándose ante los mismos demonios que rechazan. Actuando y contradiciendo sus rezos más preciados y deberes. Asumiendo ser jueces y presumiendo de verter la sangre hermana como verdugos. Acentuando las llamas del infierno al ofrendarles con su hacer nefasto, crueldad, dura sentencia y testimonio de su hipocresía e incoherencia.
Valgan por siempre el pincel y la pluma como herramienta para la introspectiva y el avance. Defiendan dignamente la libertad de expresión.