Pronto; las celdas se abren;
al fin transmuta el silencio ocular
y parlamenta el color.
Las formas desanudan movimientos ¡su brío!
y el sentir somnoliento de negruzcos tizones
se adormece al pautarse agitación.
Cuándo la luz desempaña cristales,
asoma temblorosa, cabizbaja y decrépita
la Sonoridad estrellada y lunar
y la del crepúsculo;
la música enigmática se gira
rehusando los aplausos y la nana melódica
que con timbre ambicioso quiere cantarle el sol
¡bien sabe que su turno será Pronto!.
Ya acuden las imágenes al río.
Los sueños paladean un eclipse
y adquiere su consciencia el despertar.
El peso del tacto: La caricia. El arañazo.
Como experto escritor con su relato,
que por sentir humano, confirma mientras cuenta.
Los extremos se estiran hasta enhebrar conjunto;
como hilos trenzados y promiscuos
se prolongan y conviven.
Son sabios enlazando sendos fines
que buscan esparcir el néctar de sus ubres.
Pronto y después se quebrarán las tardes…
Vencidos los colores, lagrimean.
Las horas se desgastan y perecen,
presumen su declive entre segundos.
Acude la lumínica fatiga
y cediendo al cansancio se elevan otros mundos
mientras las mismas celdas que se abrieron,
cojean y se cierran.
318-omu G.S. (BCN-2012)
Aplausos!!
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