Mirar al sur
y entender extraños.
Suponer lejos, lejos, lejos,
la marea,
diferencias mayúsculas
y desastres.
Giramos el ventilador
—nada importan los quejidos de inocentes,
su asfixia y necesidades—
Nosotros: norte y primero
vigilantes y huraños
¡contando!
cuando sólo cabe uno.
Aquí, teniendo el aire guardado en la despensa
encerrado bajo llave, aunque nos sobre.
Volcados en saciar vanos caprichos
¡expropiando respiros!
esparciendo basura y odio.
Contemplar el sur
y evidenciarse la nobleza que resguarda.
Saborear su poderío
y oler la hermosura de esas tierras.
Comer de su mar y sentir familia
y comprender hermanos
faltos de brillo y de fuego
pero poseedores de joyas y leños.
Saber del sur;
de su riqueza,
acerca de la contracorriente que sufren
y sobre su paciencia.
Remar
para que hinchándose pronto las velas
reconozcamos iguales
y se prodigue el bienestar:
Saludo, comprensión y abrazos.
Pasada la ventisca…
rocío fértil,
rastros despejados
y rostros limpios.
Volar adentro para ver:
Caminar y más camino.
Navegación y más océano.
Camino y navego
hasta cruzar la cobardía
y abordar los miedos y el absolutismo
cuales discriminan tanto y tanto
como para ampliarse los cercados
y aumentarse las vergüenzas.
Grito «consecuente» y recorto diferencias.
Logrando que desaparezcan
razones de patria y beneficios
o religiones o culturas que son niebla.
Pueden remitir los horrores
tras lustrarse unos pies
e higienizarse suficiente las mentes
Podemos voltear un sistema
que se demuestra ineficaz y retrógrado;
y hacer y jugar con juguetes
tras ponerlo del revés.
(Creo en las utopías:
Una mesa delicadamente y con gusto servida, y…
empezar: do-re-mi-fa-sol-la-si…).
Saber cuánto de extraordinario es el vínculo
y deletrear p-r-ó-x-i-m-o-s
equivaliendo a lavados.
Disfrutar del horizonte
como estelas que aprendieron
los trazos del celeste
y las curvas y rectas del suelo,
estelas capaces de sumergirse,
subir a una cima o nadar.
Una hoguera cuenta mientras prende,
que ya fueron incendiadas las banderas
y devuelto el juicio que vislumbra el sur
¡al sur! como principio.
318-omu G.S. (bcn. 2015)
Vientos humanos del sur arrasados, pongamos rumbo a la Utopía o arrastrémonos para siempre como gusanos. Muy bueno Ksiklbo
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Si repasásemos lo que conllevan muchas de nuestras decisiones, dejadeces y actos, podríamos darnos cuenta, de que todos los viajes en este planeta igual disponen de billete de ida como también de vuelta.
Abrazo fuerte.
P.D. No nos falte solidaridad en la medida que podamos; cercano siempre suele haber alguien que nos necesita.
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