Las leyes están hechas por los hombres. Y, los hombres, cuando honrados y justos, fieles a un criterio constructivo que no discriminase a nadie, debieran modificar esas leyes cada vez que conviniera, en pos del avance en común de nosotros como sociedad y colectivo.
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Cualquier partido político que ostente el poder y, representando a los ciudadanos de un estado, fuera demostrado corrupto, debiera ser repudiado, debería ser expulsado del congreso, así perdiendo todo derecho, tanto de decisión como remunerativo, cada uno de los individuos que lo compusiesen. Impidiéndoles que nos representaran en un futuro, fuera cual fuera el nombre o tendencia de una posible formación en la que pretendieran formar parte. Negándoseles el derecho de decisión dentro de una cámara donde se dirimiera el devenir de un pueblo, el equilibrio y salud de un estado como sociedad.
Cuándo una persona se adhiere a un partido político, dentro de ese ámbito de dirección y decisiones vitales para el pueblo, los intereses que puedan existir debido a su identidad individual, merecen quedar relegados, temporalmente, a un plano secundario. Ya que la importancia de su cargo requiere de una responsabilidad que alcanza la vida de todos nosotros. Con esto deseo expresar, que la confianza y el respeto la determina un bloque, y, como tal, requieren de ser leídos cada uno de los movimientos que ejecutan cualesquiera de los elementos que componen el bloque. No podemos admitir como totales y justas las sentencias que se dictan, pasados diez o quince años de los hechos delictivos y aceptar las disculpas como hecho que exime a los que en la actualidad forman parte de la dirección con autoridad. Debe tomarse cuenta y efectuar una lectura más amplia y real, al respecto de la espiral de corrupción en la que se mueve uno u otro partido político. Cual da consentimiento, al perder el orden justo de control, a un sinfín de bajezas que repercuten, decisivamente, en nuestras vidas, desencadenando un mayor desequilibrio; sufrimiento y desgracia sobre ese pueblo, trabajador y llano, al cual dicen proteger y representan.