Temo la mirada que como látigo fustiga
rememorando la equivocación
… Y es entonces cuando me refugio
dentro de esa seda de otros tiempos
cuál concede trampolín y sanación.
Tengo claro que
¡nunca esparto!
ya que la melodía que demando
sólo se recuesta sobre la simpleza de caricias.
Lucho, incansable, por la derrota
de cualquier imperio que someta
a las gargantas y a las mentes
impidiéndoles crecer.

2 pensamientos en “

  1. Verónica dice:

    Tu lucha es noble. En expresión de libertad, este abrazo.

    Le gusta a 1 persona

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