Fuera dados

cielo-infierno (2)

Cincuenta vueltas a la llave, para encontrar en las profundidades, tristemente, tras abrir, sólo frustraciones, desamores, absurdos y desastres: Sangre helada. Horas baldías.
La pena dentro concibe el dolor y el hambre futura (no confundamos nostalgia con pena). La pena destruye las hechas y las posibles vasijas, las obras de cualquier alfarero. El barro se resquebraja por falta de agua. Los esmaltes y óxidos, languidecen: pierden su calidad y fulgor renunciando a ser vida. Las manos se adelantan a su ancianidad y, anquilosadas, deforman aquello que tocan, extravían su arte y sensibilidad ante el frío de los inviernos que se sucedieron y, tozudamente, quedan tan arraigados a cada cuenta de sol y alumbramientos de luna, que apuestan por la voz de perpetuos.
Recuerda, alfarero, que los vientos han de pasar portando huracanes y brisa. Que, tú, no debes recoger el llanto y resguardarte bajo las lágrimas. Debes, por juicio y con corazón, oír la melodía que silban y agradecerla y rememorarla.
Recuerda, alfarero, que eres y sostienes todas las formas y contenidos que ha tenido y tendrá el barro. Que, tú, escoges la que quede como firma.
¿Cielo o infierno?… Barro. Barro.

cielo-infierno

Puerto nacimiento

Leo y leo y se me aparece de entre todos los regalos, el mejor:  » Nacimiento». Entonces, mi mente interpreta claramente, las respuestas resultan locuaces, no se deforman. Entiendo tu/mi sexo como la tinta que ha de significar placer al aunar sentimientos y reparar en la gratitud de explosionar brindando caminos (como aquel libro que resguarda, secretamente, entre cien mil frases en prosa, cinco buenísimos versos).
Nacimiento. Paso tras paso. Traspaso la cuna, la pubertad, la edad pletórica, arribar hasta las canas y una pizca de cansancio invitándome a escuchar con paciencia los trazos de la vida.
Escojo un puerto donde las perdidas importantes son infrecuentes «puerto nacimiento».

Vagar comienzos

«Luce un Lunes y otro Lunes. Y el mar suena y suena ocupando todos los espacios. Deletrea la infinidad de notas musicales que caben en su imaginación y en nuestros dedos. Dentro de un Lunes resulta posible encontrar la calma tras dar con el blanco.»

Una playa más y enorme dentro de la inmensidad del universo.
Los niños (nosotros), jugamos a construir y a destruir mientras acogemos un continuo de fe estipulada sobre muchísimos yo de dioses. Impregnándonos de decimales de arena pronunciamos arrugas y amasamos experiencia.
El cosmos y nosotros: Energía danzarina. ¡Todo agua reclamando invención!. Agua que surge, desde la trastienda que es la nada, para salpicar; porciones etéreas y estables que nunca desaparecerán, y consistencia, de mecánica pasajera, que fluirá por un instante pero que se derretirá como la cera o el hielo porque su meta está en cambiar.
El cosmos: Agua-color o Agua-invisible, celebrando manantiales e invitando al baño, parto tras parto.
Nosotros: Árboles o edificios, complementando un bosque o vistiendo una gran ciudad.
Nosotros: Granos de sal esparcidos. Minerales sumergidos en el aire o acoplados a una roca. Sueño y pensamiento y acción. De orilla a orilla. Eternizando el viaje.

A media voz

partes mudas

— Serpenteo —
No es por tristeza ni nostalgia ni dolor. No es por ayer… Es porque una gota de lluvia, adosada al cristal de mi ventana y resbalando, ha tenido a bien recordarme la gracia y liberación que reporta llorar.
Proseguiré, con gusto, cayendo y traspasando lloviznas, teniendo tanto o tan poco de hombre; como un chiquillo (esta suerte le corresponde solamente a algunos).

— Tras la escucha —
Tantas correspondencias se me insinúan e interpreto dentro de un día, que debido a ello mi memoria afirma « he optado y me abastezco de los vínculos que me son atrayentes; nazco desde el ideal.»

— Trino y fuga —
Sobran pensamientos cuándo el diálogo para con la vida surge desde el alma. Y hasta el cuerpo pesa nada, resulta abandonado, deja de existir. Sobran pensamientos y mente y segundero. Siento y anudo hechos, lejos de la lógica construida a fuerza de palabras.

— El Grial —
Sin buscarlo lo encuentro. Seré, quizás, ganador de un sorteo ¡ un ser que fue premiado !. Hallo ese instante valedor que no dispondrá jamás de plañideras ni epitafio, al vivir amadrinado por la combinación inagotable y el gesto elástico. Y tú despierta: sonriente y descalza. Y tú a mi lado, tatareando « instante… instante ».

Tan amplio como todas las miradas

tan amplio como todas las miradasHabló una tarde mientras avanzaba.
Cuando el sol se recogía
queriendo dar la vuelta por completo,
regar cada rincón,
de magia, vida y luz,
creyendo en todo hogares servidos
y un domingo prolongado.

Contó.
Acerca de que los hoy
y el ayer tañido
y los mañana que han de acontecer
— sucediera lo que pasara —
vestirían la creatividad máxima
solamente dispuesta
en los trazos exultantes del firmamento.
Creación tanta;
como que siempre innova cuándo hace;
obra tras obra.

Mira tú
y observa y dime
que nunca repite.

Viajaron mis ojos,
a lo largo y ancho,
deleitándose, hacia arriba.
Escojo palabra
y tomo «magnífico»
lienzo tras lienzo.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

Andar…

« Estanys blaus-coll del Certascan (Alt Pirineu) »

Andar entre montañas y sentirme tan diminuto, tan minúsculo, que consigo diluirme y ser parte misma de los elementos. Un fragmento de letra buscando un enclave dentro de la fuerza de la naturaleza cuándo pretende ésta de todo para llegar a optimizar su potencia vocal.
Aire. Viento. Silbido. Acento pletórico que, aun capaz de ser contundente y tumbar o de suavemente acariciar, siempre transporta oxígeno para llenar de abecedario cualquier vida, todos los pulmones.
Agua. ¡Transformación!… Nubes. Glaciar. Lago. Río. Presencia políglota. Una gota de lluvia agazapada sobre una piedra, tomando minerales, y dándole de beber, a la pizarra, a la caliza, a las hormigas y arañas y al musgo… para que avancen y crezcan.
Andar entre montañas y abandonar mi yo de hombre. Sentirme volcán y cosmos. Voltear cualquier identidad concreta hasta conseguir hallarme fuera de cárceles, autoengaños y derivas.
Hacer camino y observar que la existencia es consistente o se difumina, pero, se prolonga, elástica y maleable, ella me lleva consigo, mientras perdura infinita.

Desde el paladeo de ojos y la sed de oídos

«cala Tortuga (Menorca)»

«cala Tortuga (Menorca)»

Fue en los ojos brillantes de un anciano que encontré la profundidad viajera capaz de transportarme hasta esa infancia que, viviendo en todo, se prolonga, perdura y acuna el progreso; su cálida inocencia me llevó hasta la raíz natural que prescinde de lenguas, historia, geografía o matemáticas; volteó la selva, las constelaciones, el mar, los pantanos, los glaciares, el cielo gris y azul y el desierto donde suelen amansarse las cordilleras. Llamó efímero, de soplo fugaz, al mismo pragmatismo ¡por erigirse como absoluto! y a toda ciencia porque siempre es cambiante. Convino en reflejar que era magnífica su realidad causal porque nunca perdió la gracia espontánea de ser, también, casual. Mencionó que pendemos de un gran árbol que extiende sus anclas con ramas y hojas poderosas, donde la fugacidad perniciosa del sol y de cualquier reloj, al ser causante de deriva, resulta destruida.
Fue el hoy que poseía la mirada hacia el mañana de un anciano el que me habló desentendido de finales anticuados. Su hoy me dijo:
«creo saber, porque intuyo que sé ya perdido el miedo a marchar, que la única espiral que amamanta a nuestra voz desde el origen es una espiral donde está garantizada la renovación. Compañero, toma y sobrevive tus millares de momentos y vidas olvidando aquellas razones que le den pie a la fealdad de una muerte. Hijo, piensa en el futuro usando la mente y su imaginación o dos dedos que ensalcen la «V» de victoria. Sé que nunca estaremos lejos, que tenemos como derecho cósmico el de sentirnos.»

Piezas de un yo mismo

Y un ángel le susurro a otro ángel « cielo e infierno… siempre cielo e infierno; enfrentamiento constante.»
Y un demonio le grito a otro demonio « infierno y cielo… siempre infierno y cielo; compitiendo todos los instantes.»
Y así sucedía, repitiéndose, desde los tiempos en que esta tierra flotaba como bola de fuego esperando que el agua bañara a la noche y el día.
Hasta que un hombre, que tenía por oficio y arte la fortuna de pintor, con aguarrás diluyó el cielo y también el susurro y la teología corpórea de ángeles; y con aguardiente, borró el infierno con su griterío y la religión morbosa de demonios. Decidió dejar de señalar con sus dedos hacia el lado ajeno, hacia otros lugares. Terminó por contar solamente con el juicio honesto y los actos justos de hombre; apartándose de culpar al destino, desarraigándose por entero de la lectura dual.

Bany després de bany / Baño tras baño

penya-segat Eivissa«No hi ha demà tan hàbil com per suplantar l’avui. El temps: figura fixa quan decidim llegir-ho; exclusiu quan present. I una veu que, recent o llunyana, posseeix ressò en anomenar-la ahir. El temps, propens als jocs de màgia i a les endevinalles. El temps: Somni. Voluntat. També una aposta, quan esdevé reconegut com a demà.»

Mentre el sol somriu capbaix i, assemblant-se a un volcà, bolca prolongació, són esbandides i assecades les pedres mullades. Els homes, a poc a poc, toquen la frescor i, percebent l’inici, arriben a abraçar-se perquè es troben.
La sal de la vida acull un rostre d’aigua i cridant-nos espera. Gaudeix sent escultora cisellant obres d’art, doncs talla amb paciència virtuosa cadascuna de les roques. La sal d’aquest mar penetra, profund, profund, regalant-li sabor i prodigis, tant a la terra que trepitjo com a la meva pell i llum i ombres.
L’aire, majordom servicial, l’ajuda, transporta la sal per tots els racons. L’aire es persegueix a si mateix i, en xiular com vent, convé a donar-li gestos poderosos als pins que conversen amb el cel i els ocells, pins aferrats al penya-segat. Els arbres volen i volen, es reafirmen com a cor i són deliri de vida enlairant un bell cant!.

El mar: contenidor guardant la humitat de milions d’orgasmes. La vida… una immensa piscina.
L’existència pica les peles i desgrana el millor; generosa, aporta llavors; imparable, persisteix a crear; majestuosa, broda de continu estovalles plenes de corones damunt la faç de l’univers.
Aquesta vida és un mar proposant-nos un seguit de banys.

piscina de sal
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(castellano)

esculturas marítimas«No hay mañana tan habilidoso como para suplantar el hoy. El tiempo: figura fija cuándo decidimos leerlo; exclusivo cuando presente. Y una voz que, reciente o lejana, posee eco al denominarla ayer. El tiempo, propenso a los juegos de magia y a las adivinanzas. El tiempo: Sueño. Voluntad. También una apuesta, cuándo acontece reconocido como mañana.»

Mientras el sol sonríe con su cabeza hacia abajo y, asemejándose a un volcán, vuelca prolongación, son enjuagadas y secadas las piedras mojadas. Los hombres, despacio, tocan la frescura y, percibiendo el inicio, llegan a abrazarse porque se encuentran.
La sal de la vida acoge un rostro de agua y llamándonos espera. Disfruta como escultora cincelando obras de arte, pues talla con paciencia virtuosa cada una de las rocas. La sal de este mar penetra, profundo, profundo, regalándole sabor y prodigios, tanto a la tierra que piso como a mi piel y luz y sombras.
El aire, mayordomo servicial, la ayuda, transporta la sal por todos los rincones. El aire se persigue a si mismo y, al silbar como viento, conviene en darle gestos poderosos a los pinos que conversan con el cielo y los pájaros, pinos aferrados al acantilado. Los árboles quieren y vuelan, se reafirman como coro y son delirio de vida elevando un bello canto!.

El mar: contenedor guardando la humedad de millones de orgasmos. La vida… una inmensa piscina.
La existencia pica las cáscaras y desgrana lo mejor; generosa, aporta semillas; imparable, persiste en crear; majestuosa, borda de continuo manteles llenos de coronas sobre la faz del universo.
Esta vida es un mar proponiéndonos un seguido de baños.

petons aquàtics