«Com animals busquem per cobrir necessitats. Com animals arribem a ser un, allunyat del reste: Veritat del trànsit.»
**
Si és fugir o si fos cercar la llibertat
Com caçador!
-Qui té dret a jutjar?-
Anar!
Només anar a trobar l’ésser sencer
més enllà de l’establert.
Perquè abans del suïcidi qualsevol pas pot ser bo.
Si fos portar o anar-hi a recollir
o potser sigui abandonar entre crits d’auxili.
Segons l’enteniment!
-Qui som, cap ni un, per sentenciar?-
Els retrets sempre quedin com fum que s’esvaeix…
per no ofegar, per mai tornar.
I bufa el vent
remenant els cardinals.
I cau tanta sorra que el temps s’atura
mentre són esborrades les empremtes
doncs aquestes també sobren.
I és la pell que delata
quants i quantes varen ser les alegries i els dolors,
les emocions i els sentiments;
la pell, reflex d’un cor i veritat d’un món
abans de girar la cantonada.
I les hores del sol I els segons de la lluna resulten somni, perquè hi ha després;
són teatre vestit de dansa.
Digueu-me si no hi ha millor sort dins d’una il·lusió
que no pas la que viu en la negació
a quina el pragmatisme obstinat ens convida tantes vegades,
així portant-nos, vida i mort dins d’una gàbia.
(castellano)
«Cómo animales buscamos para cubrir necesidades. Cómo animales llegamos a ser uno, alejado del resto. Verdad del tránsito.»
**
Si es huir o si es buscar la libertad
¡Cómo cazador!
-¿Quién es nadie para juzgar?-
Ir
Nada más ir al encuentro del Ser completo
más allá de lo establecido.
Porque antes del suicidio cualquier paso puede ser bueno.
Si fuese llevar o ir a recoger
o si quizás es abandonar entre gritos de auxilio.
¡Según el entendimiento!
-¿Quién somos ninguno como para sentenciar?-
Los reproches siempre queden como humo que desaparece…
para no ahogar, para nunca volver.
Y sopla el viento
removiendo los cardinales.
Y cae tanta arena que el tiempo se para
mientras son borradas las huellas
pues éstas también sobran.
Y es la piel que delata
cuantos y cuantas fueron las alegrías y los dolores,
las emociones y los sentimientos;
la piel, reflejo de un corazón y verdad de un mundo
antes de girar la esquina.
Y las horas del sol y los segundos de la luna resultan sueño, por qué hay después;
son teatro vestido de danza!
Decidme si no hay mejor suerte dentro de una ilusión
que no la que habita en la negación
a cual el pragmatismo obstinado nos invita, tantas veces,
así trayéndonos vida y muerte dentro de una jaula.
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Tablas
Cuándo los ojos caen dentro del viaje y la sustancia venerada se difumina. Cuándo el abrazo físico se muestra tan imposible como la libertad cabida en cualquier pecera. Allí, donde nos convertimos en recuerdo y delatamos, de nuestra verdad humana, la fragilidad. Y el resto cercano, y el resto hermano, y el resto amigo, aúna su pesar mientras rememora lo ofrecido, por el que hoy se nos presenta, claramente, con su ser de viajero.
¿Cuál es el tiempo que acierta a concedernos el vuelo más vital?
**
Paisajes transcurrieron y paisajes se alumbrarán, así ante el resto como frente a nosotros. Porque desde un espacio vinimos y un espacio nos espera para dar rienda suelta a nuevos elementos y motivos. Y una lágrima a la par que una sonrisa, igualmente cabalga como salta o rueda o se desliza, para demostrar que la vigilia debe ser inamovible y permuta ataviada con mil formas para resaltar la grandeza de la vida, concibiendo la justicia creativa y superiormente elemental.
Cuándo la muerte coge forma al inhalar de ese último soplo de cualquier vida, como no suponer y hasta dar por hecho que la vida transmuta y continua…
De dioses y hombres
«Universo, tú sincronizas las manillas del reloj,
posicionas las esferas de planetas
en ese lugar que les corresponde y donde caben.
Conformas, desde la nada,
invisible siluetas y voladores caminantes;
haces apuestas que rellenan de dibujos el tapiz
¡sólo cabe el admirarte!
A ti, universo: creación indominable,
manantial de versos sin lengua,
de señuelos indicadores
y de regiones insospechables,
no merece la pena pedirte cuentas
ni desdecirte, ni cuestionarte.»
**
De Dioses sumergidos dentro del polvo estelar.
De Hombres surgidos por la apetencia del universo
y desde las entrañas de un mismo árbol.
De Hombres y Dioses que jugando una partida
barajan edades, lugares y circunstancias.
De Dioses que, siempre en constante movimiento,
sufren la dicha de orgasmos galácticos.
Y de Hombres cambiantes
que tomando decisiones reciben el arte
de una fortuna con mil y un disfraces.
Poderosos, los dioses
observan cuántos toboganes hay por cada eslabón.
Poderosos, los Hombres,
sujetan las riendas de su caballo desbocado.
(Somos Agua, somos Roca, somos Brea, somos Viento.
Somos vigilia y somos sueño.
Somos un baile hecho con pompas de ilusión.
Podemos ser un eclipse de invierno
con la primavera como intención.)
Ambos, Dioses y Hombres, hechos y repletos de misterio,
saludan complacientes el tránsito,
tarde o temprano, tras degustar tantas caras como cruces,
terminarán satisfechos y riendo
al reconocer cada faz de lo banal
y beber del elixir de lo más simple.
Ambos: Creadores, tan crueles como magnánimos,
ambos saben acerca de las canciones de la lluvia,
al respecto del agradable peso de la lluvia y sobre sus besos.
Ambos saben acerca de montañas
y también acerca de castillos
que se los lleva el viento igual que naipes.
Ambos, reconocen al tiempo
como juez, verdugo y ley,
como la única certeza que situa y que corrige.
Escucho…
Cuándo sueño y cuándo despierto
mi alcoba está inundada de Dioses recitando verdades
que por desdecirse de mentes, sistemas y diccionarios
engrandecen todavía más el camino y son más verdades.
Escucho…
una cascada interminable de sonidos
que equivalen a mariposas en mis adentros.
Porque giro y giro, al son de esa llave de sonidos
torno a ser voz acertada,
esa aurora primaria cual ni tiene nombre.
Y el hombre percibe, durante su andadura,
cada copo de energía que a todo conforma.
Y los hombres huelen a Dioses y los Dioses a Hombres.
Todos ellos mutan y permutan,
se resisten y perduran,
como cerezas, peces, granito o alondras…
Allí, más allá y aquí…
en todas partes disponiendo de idéntica brújula,
una brújula construida a fuerza de naturaleza
que da Dioses y Hombres dentro del Mar;
Los Mares son sonámbulos a cuales les encanta
seducir aquellas estrellas que indiquen el rumbo,
en pos de salpicar solamente esperanza.
El universo recita Aire
cual aspira soles y nubes de una manera insaciable;
Aire conformando sueños que han de levantarse
desde la lava y el polvo,
que han de surgir para derretir a la escarcha
¡Cuántos!

Mirar alrededor y contemplar la gran diversidad de formas, maneras y colores esparcidos —maravilloso, el universo, al ser el verdadero Dios cual ampara creación—. Cualquier mundo precisa de transformaciones porqué equivalen a progreso; la vida reclama variedad, pues, tras la amalgama de energías y sujetos, se ensancha el camino y prosigue el avance.
¿Por qué?… ¿Para qué la xenofobia, la discriminación y el racismo?. No somos el resultado de una única huella; somos el fruto de trillones de estrellas. Somos viaje que, a merced de los tiempos, abarca todos los espacios.
Por ellos (r)
Y ellos, entre sobrias trazadas ríen palabras
y cantan parrafos que entrecruzan odio y amor.
Llenos de letras paridas entre influjos,
ellos, recitan pisadas.
Con la pasión que conlleva toda vida
puesta sobre la mesa, desbocada.
***
Recuerdo libros…
y quiero acordarme.
De sus sueños e ilusiones
y dramas y pasiones
quiero empaparme.
Grandes libros que se escribieron
renunciando al mismo tiempo,
aferrados al estoicismo
para poder ser,
padres de todos e hijos de nadie.
Y escogieron
dar cobijo siendo:
Huerfanos del olvido.
Acompañantes de viaje recitando verdades;
versos esparcidos por doquier.
De estos libros cuales reposan dócilmente erguidos (esperando)
o seducen tiernamente a la negrura de un rincón (recostados).
libros a la vista o libros al resguardo,
libros sabios que pacientes esperan…
A la mano del lector esperan,
abundando en experiencias,
sollozando tinta ¡encerrados hasta abrirlos!
tristes por estar olvidados
tras sus rejas de tapa blanda o de tapa recia.
De ellos, aquí;
como vida vivida o vida por vivir que son…
De ellos quiero acordarme.
Ellos, pacientes esperan…
Libros venidos por el golpeteo
de corazonadas que estuvieron
esquivas de la vida o enamoradas,
o bien sentadas y complacientes
o prestas al suicidio: torcidas y ladeadas.
Pero fueran como fueran esas corazonadas
fueron fieles seguidoras de esta vida…
Vida aguda. Vida punzante.
Vida agitada. Vida serena.
¡Vida!, ante todo
¡PROVOCADORA!
…Incitando a la pisada.
Vida, que le solicitas al pie que persiga al otro pie allá dónde vaya.
Vida, que mácula tras mácula permite
que la tinta impregne mi yo-hoy virginal,
mi árbol… de inspiración.
318-omu G.S.
Por falta de huevos
Todavía es tiempo en cuál la mano de obra resulta imprescindible, y los que confabulan, manteniendo unas leyes y unas pautas injustas, así como moviendo a su antojo la economía, dependen de nosotros, los obreros, para multiplicar sus beneficios.
Nos faltan huevos para enfrentarnos al capital y a sus marionetas (en su mayoría, putos y traidores políticos). Nos faltan huevos y suficiente empatía como para montar una huelga, cohesionándonos, hombro con hombro, en pos de provocarle pérdidas económicas enormes a cualquier estado que nos maltrate (junto a con sus amos financieros), condicionándoles hacia un replanteo.
El egoísmo impera dentro de esta sociedad y sistema; los hombres protegemos, indecentemente, intereses individuales e insignificantes. Los hombres demostramos que nos importa un pimiento lo que le pase al vecino. Demostramos la inconsciencia, al no tener presente el que ese mismo monstruo que ahora tortura y daña a otros, tarde o temprano terminará por comernos… ¡Parecemos adictos a la ruleta rusa!.
Sin falta de fechas ni nombres (Argamasa)
Sobre una hoja
siendo presente
luzco futuro.
Sobre una hoja
danza la tinta.
Sobre una hoja
un instrumento
suena dispuesto.
¡Quiero ser aire!
¡Quiero ser nota!
Quiero prestarme,
pasar y añadir.
Naturaleza
alberga dicha
tras la constancia;
cumple deseos,
renueva moldes,
siempre precisa
pasos y huellas
para conseguir.
Naturaleza me llama
«ser diminuto».
Naturaleza me aguarda
como grandeza.
Naturaleza reclama
nacer y apuesta.
Naturaleza se alia,
cuida de todos
¡ella es vivir!
318-omu G.S (bcn. 2016)
Apuntes de amor XXXV (Ente)
http://www.youtube.com/watch?v=ZMmfmr4zG5M
Cuando me pregunto qué es amor
leo mujer, hermanos, padres
e hijos y amigos.
Cuando… comprendo:
Compañeros de planeta
minerales
vegetales
especies
una galaxia
y otra sumada a otra
¡todo el universo comunicador
conectando energías y formas!.
Comprendo y sonrío
perdiendo la carga: mi Yo,
—el que sujeta
la férrea y perenne esclavitud—
entro a formar parte de un lenguaje inmenso.
Ese abandono equivale
a frotar la lámpara y, al pedir el deseo,
existir como soplo inmortal.
Siendo, entonces, tanto bocado tangible
como bocado onírico
ruedo pletórico
¡alas y piernas hacen su servicio!.
Entre paseo y paseo
vuelo que vuelo
eludo los ruidos y beso el amor.
Respiro el saber que desacredita a la porción.
Consigo completo y soy libre.
Grito hazaña.
Puedo llegar y me desvanezco.
Siento que estoy:
Cuando abandono la lucha.
Al reconocer la igualdad
y desestimar la soledad del egoísmo y la presunción.
Amor.
Amor.
Amor.
Lazo que pasa por cada elemento
para lograr la medida exacta
y alcanzar su peso.
318-omu G.S (bcn. 2016)
Campanadas
« Con tanta y tanta comida… como para faltarme tenedor y cuchara.»
Cuándo el deseo padece atrapado, se ahoga dentro de un laberinto incapaz de escaparse; tras los días, tras los meses, tras los años. Cuándo… aunque oigo los cánticos quedo siendo Ulises; con ganas, queriendo, pero amarrado al palo mayor, de cintura, pies y manos. Sirenas. Este mundo está repleto de Sirenas.
Cuándo asoman, vociferantes… llamémosles dudas, miedos o demonios: La intemperie inclemente e insalvable agrediendo al hombre. Porque el hambre perdura, aguerrido, nunca se extingue, al contrario, marcha «in crescendo» desentendido de otoños e inviernos, de músculos y canas.
Cuándo su olor se alinea con la sal marina y crecen los ríos y sudan los océanos hasta inundarse el total de mis pasos… Suena mal decir no. Sabe fatal echar la vista atrás y constatar lo que era. Conozco, de veras, la combinación agridulce.
Leo deseo y me agrando, exultante, al sentirme pletóricamente joven. Es entonces que me pregunto qué mensaje pretende esta feria vital. Los por qué de la decadencia y sus pruebas. Me cuestiono, una y otra vez, si acepto la ley de envejecer. Reconozco que, ante tal batalla, no existe cuartel, tengo todas las de perder, resulta estéril la lucha.
El ¡CUÁNTO! siempre prosigue marcando una vida, adhiriéndose a las formas curvas de tu cuerpo y a las fragancias que desprende el carnaval de tu fémina felina… Y todo hombre tendrá hora donde sabrá sobre ruidos y acerca de óxidos. Cualquier máquina, tarde o temprano, renqueará, padecerá de la lentitud y la cojera, escuchará la voz de la obsolescencia. Mientras, mi hombre, sumergido, conversa con el deseo aun afianzado en la filosófica cuestión básica que pregona con mantras el budismo. Y, tú: Señalada. Musa y diva. Tentación. Por llamativa, culpable.
Y la coz y ladrido y arañazos y rivales, con y cuándo mi yo de animal. Animal impulsivo e instintivo que se inclina a olfatear y seguir los rastros ancestrales, cual reclama gozo y más gozo, cubrirse de placeres desentendiéndose de lógica y razón.
Cuándo los Cuanto quedan relegados a ser sin conquistar la consistencia.
Cuándo reconozco vivir en una zona abierta donde domina el deseo.
Temo esa hora que vendrá. Donde, aunque sentiré haber hallado nuevos saberes, se me cerrarán las ventanas que ahora me ofrecen paisajes exentos de puertas: Edén terrenal. Aleteo y Libertad. Extremos y término medio. Movimiento y pausa junto a la relajación y el éxtasis. Nirvana aliado a la eclosión de los sentidos. Temo tanto a la impotencia que comporta frustración, como a la pasividad que omite o contradice a la energía renovadora. Temo apreciarme deseoso y reconocerme castrado. Hallarme frente a la imposibilidad de emprender, estos de ahora, sencillos pero maravillosos viajes. Temo lucir destartalado cuándo me llames. No poder acudir con mi mejor traje a la cita. Temo querer y que mi cuerpo se encuentre resentido, demasiado fatigado para el baile.
Sé, de cierto, que tal verdad cabrá en mi tiempo-espacio.
Porque…
Porque Agua.
Porque Viento.
Porque Tierra.
Porque Fuego.
Porque…
Sumado vino el hombre
y junto a él:
Cordura.
Desatino.
Abrazos y golpes.
Placer.
Dolor.
Trabajo y Descanso y Sueños.
Dulzor aderezado con pizcas de amargura.
Realidad adosada a la ficción.
Ángulos consistentes y grados etéreos,
ambos mezclados.
Soplo y sorbo.
Porque los animales y el hombre.
Porque las especies navegando
entre los porque de los elementos:
La negación y la afirmación.
La contradicción y los opuestos.
Un reloj poseedor
de una cuerda interminable
¡ vida y más vida !
Reptar.
Volar.
Nadar.
Andar.
Gestos simples y complejos.
Conjunto de gestos vitales.
La danza y la quietud.
Música. Ruido y silencio.
La belleza y el horror
vistiendo libros y lienzos.
Un estupendo baile de combinaciones
ambientado por la habilidad,
el azar, la carga causal
e inevitables y productivos tropiezos.
Porque…
¡ Sorpresas dentro del cesto !.
Porque atrevimiento
asoman inventos
volcando avance y renovación.
Porque miedo.
Por temer la incógnita —a lo desconocido—
límites y encierro.
Un stop seguido de otro stop.
Y por cobardía;
temblores y resignación,
una muralla infranqueable.
Porque tristeza
posicionamos los instantes de alegría
y valoramos las cosquillas, las bromas,
los chistes y la risa.
Y, porque, porque…
Un balón rodando,
juego y juego.
La geometría cíclica
regalando planetas variopintos
y un carro de siglos.
La verborrea divertida de la imaginación
anotando elucubraciones
y tiñéndolo todo de fantasía:
Figuras rectas y convexas.
Cuadrados y esferas.
Rigidez y espontaneidad
esparcidas por el cielo
y cubriendo las aceras.
Porque una paleta para el pintor.
Porque el dinamismo
y la introspectiva y la reflexión:
Sombras y Luz.
Color y Carbón.
Grutas y valles amándose
y gallos desenvolviendo otro albor.
Porque río… el Agua
¡ aseo !.
La calma frente a las inclemencias del sol.
Millares de cuerpos distintos
presentándose ante el sorteo.
Y, otros, pacientes,
anhelando ser liberados de su invisibilidad
allí en la nada.
Porque huracán y brisa… el Viento:
Olas desbocadas elevándose
y semillas avanzando
desde su pequeñez hasta la exosfera
para alzarse como frutos cósmicos.
Porque campos y sierras.
Porque cordilleras con sus montes… la Tierra:
Rebaños de cabras, ovejas y vacas.
Los lobos y el perro y el pastor.
Cimas que esperan a la luna y a las estrellas,
a la pisada, a la cruz y a la hierba.
Porque llama… el Fuego:
El vuelo de la ceniza tras la lumbre y los incendios.
La temperatura idónea y la cocción.
La resurección
y la muerte misma, pregonera; como alimento.
¿ Por qué ?
El llanto ensangrentado.
Guerra, violencia y dominio.
Páginas nefastas repletas de luto.
Poder, sumisión y sadismo.
Nulo el diálogo. Terquedad.
La sordera tóxica y los gritos.
Una hermosa manzana
apostando por la Tentación.
La Irresponsabilidad subida en un altar.
Alguna costilla mal servida
luciendo sobre la mesa.
¿ Por qué ?
Envidias y Celos.
Ambición desmesurada.
La mordedura persistente del Egoísmo.
Trampas, engaños y traiciones.
Destrucción y Odio exabrupto.
Porque el pulso, mostrándose firme,
continua multiplicando, seres, artefactos y fechas,
se amplia el abanico de destinos.
Porque hay tantísimos sinónimos
evidenciando los premios que sostiene el universo.
Brindo
¡ por la creación !.
318-omu G.S. (bcn. 2015)