¡Esto es!

Baño de color caído
sobre la quietud que dosifica
el vigor de las brumas
y adorna la transición de las sombras.
Color parlanchín.
Color completando
la seriedad del silencio.
¡Esto es!.
Vuelta de tuerca y compendio.
Latidos asalvajados e indomables.
Saludos desperezados.
Amuleto degollando a la modorra,
colgado de mi cuerpo
y adosado a tu nombre, también;
como a nuestro espíritu y a cualquier alma.
¡Esto es!.
Hechizo que convierte
el aburrimiento y la mansedumbre aparente
que convive junto a la nada
en permutación,
en un baile imparable
donde danza todo lo existente
desvergonzadamente desnudo.

Que la vida que conozco
son silbares variopintos.
Un concierto inusitado
dentro de la inmensidad.
¡Sorpresa aguardando sorpresas!.

¡Esto es!.
Soplo vital.
Ajedrez ingenioso
donde vence la virtud que quiere
que los peones prueben a ser reyes.
Y uno abajo y luego arriba,
ya con termómetros y balanzas y brújulas perdidas
porque el triunfo pervive en cambiar.

318-omu G.S. (bcn. 2016)

De soplo y tierra

1-Terrenal

Aquí —intuyo, que por causalidad—
Zambullido en este traje,
con tela teñida
por glaciares y volcanes.
Pasajero de un planeta
que es pasajero a la vez;
burbuja hecha de tierra y agua revueltas,
burbuja especiada con salivas vegetales,
con minerales fornidos e indelebles
y con sangre animal de hombre
alimentada por ubres gustosas de mujer.
Aquí. Soy.
Trapecista dando vueltas
que alternando ritmos
cruza de un salto las esquinas
mientras escucha cuanto de reales son las estrellas,
que ellas son mis ancestros
paseando como descubridores
para bordar un después.
Apresado por un reloj, imparable y pertinaz,
que cuenta y cuenta… días y años y siglos
circuncidando con segundos
que pasan dando memoria y ojos renovados
con los que interpretar los pasos y el vuelo
tras voltear del revés.
Aquí; como soñador empedernido,
preso del gesto romántico, libre de funambulismo;
anhelo cambiarme de disfraz
y prolongarme hasta el infinito.
Aquí —aun fugaz por medido bajo este vehículo—
Sujeto pasos.
Soy dependiente.
Cazo respiros.
Siendo viajero; recorro instantes
y desabrocho imposibles.
Pesco sin anzuelo ni lombriz
y se descascarilla mi propio huevo,
desnudo renaciendo; girándoseme el mundo.
Aquí y ahora, compañeros confirmo
que no existe instante alguno
mereciera rechazo, fuera desperdicio.
Aquí estoy.
Atento a la música y lecciones
que mediante las cuerdas del espacio
esparcen, la verborrea impetuosa de la luz
la algarabía de las sombras,
la perpetuidad de la oscuridad
y la quietud amable del silencio.

2-Espacial

Marcharé, sonriendo.
Pasará el placer.
Cesará el dolor,
tal cual ahora mismo los conozco.
Partiré satisfecho;
como un ave o un árbol
a cuales se les marchitan alas y hojas
para sobrevenirles
nuevas ramas y otros plumajes.
Sonriendo.
Satisfecho.
Porque amo y deseo
cada hola y cada adiós
que aúpa este universo
aligerando albas y crepúsculos.
Ya comprendí…
que volará hacia arriba,
caminara enrasado,
o buceara por abajo,
toda la arena cae como fuente
ofreciendo un agua que es:
Suma grata. Florecimiento.
Ventisca catapultando
saber de cabalgadura y privilegios.

318-omu G.S. (bcn. 2016)

¿Dónde?

Atrapado dentro de los surcos del espacio
vago entre causas temporales
que ven difuminadas sus verdades
al poseerlas millares de velos.

Recorriendo las páginas de la naturaleza
Como aliado, aliño, antes que como hijo
de ningunas entrañas concretas.

Aquí, los años pasan siendo zarpa,
arañan nuestra alma y dibujan nuestro rostro
con su ineludible código;
como tormenta insalvable
reportan la suma que nos hace crecer
a base de experiencias.

Allá: Determinación.
Mitades y tercios completados
por la elasticidad de los movimientos.
Aquí: Intermitencias. Fracciones.
Fijación cual reposo.

Aquí y Allá…
delimitando las zonas de nuestro gran sinsentido.

Aceleran las astros, y, al hacerlo,
rejuvenezco hasta aquella muerte
que intercambia los cuerpos y esencias
repartiendo las cartas.

Y
resulta recompuesta y aceitada mi máquina;
y
aprendo
y
recuerdo
y
olvido.
y olvido lo que fue olvido
para añadirle perspectivas
y formas a mi existencia
volteando el absurdo y la razón
de cada sentir y palabra.
Y reaprendo que…
una gota de sudor es lluvia que siempre retorna
a beber de una misma labor,
por su inquietud es frágil y robusta
¡ciclo de vida!.

Atrapado dentro de los surcos del espacio
recupero los juegos; ya que fiel…
conviene en aguardarme una pieza del puzle
para encasillarse.
Me espera una cuestión banal por resituar.
Una piel para camuflarme tras desvestirme.
Un latido espera —siendo un estallido—,
como presumida fuente;
para presumir de las eclosiones innatas que provocan
un divertido yo travestido.
Un pensamiento para reprender a otro pensamiento
y demostrarle que hasta los cielos tienen techo,
que todo tiene culo y espalda.
Una astilla por desenclavar me aguarda
junto a una gota de sangre por chupar
y otra que sólo reclama suicidio; rellenar un charco.

Aquí sucede que luce apresado mi allá
—triste realidad—.
Cuando él sostiene la energía protectora
que auspicia un abrazo cordial y muchas sonrisas sinceras
capaces de corregir a los aduladores de la fatalidad
que apagaron la luz de la oscuridad
compitiendo por el terror con sonámbulos.

Mi aquí decide convertir en verdad
la balada que era sueño,
destierra el absolutismo ponzoñoso
anudado en «terminar».

318-omu G.S. (bcn. 2016)

Multiplicación (S)

Flor, cual cópula regia del sencillo vagabundeo.invocació
Tú que buscas otorgar
corpóreas y etéreas fragancias
a aquellos que te contemplan y huelen,
haces más que deshacer
las telarañas del invierno…
Te presentas adosada a la fatiga del helor
para motear pensamientos decaídos.
Das muelles en los que atracar;
donde serán rescatados los suspiros.
Con el ordeñe de tus colores, motivas.
Procuras orgías fecundas
junto a las imágenes que describen la facilidad
con que pueden acontecer los porvenires deseados.

Tus órganos se reproducen
en un devenir siempre creciente.
Te multiplicas acogida
por una ley que clama «¡viva la entropía!»
ley, difícil de comprender.
Añades y ajustas.
Amplias el oráculo
espoleando la espiral inamovible
del crecimiento que yace despierto en la tangente
que une la frase consistente con el verbo espiritual.

Tú, flor que deleitas,
no reclamas pago ninguno.
Detienes los encierros que cabalgan con las horas.
Rompes las cadenas que nos anclan a la esclavitud
de la continua comprobación.
Amueblas a los siervos de la tierra,
al brindarnos el entendimiento que se basa en la creencia
del avance y la renovación,
del pasaje útil que alcanza el ser al estar marchito
simplemente para vestir de nuevo, un rejuvenecer.

Flor que reclamas a la mariposa
y el zumbido contagioso de las abejas:
Te asemejas a una rapsodia carente de palabras
que rapta a la decadencia y al infortunio.
Levitas falta de códigos y normas que justifiquen
desagravios irrespetuosos y decadencias.
Eres libélula siguiendo el compás de un solo viento;
el viento libertario y licencioso que nada maneja,
que se permite airear los campos y corazones
siendo un oído que escucha y una esencia que construye
dejándose llevar.

318-omu G.S. (bcn. 2010)

A dalt / Arriba

«Pic de Pessons (Andorra)»

«Pic de Pessons (Andorra)»

Retrobar-nos.
Prop d’on les àligues volen lliures
i els cérvols joguinegen damunt de les planes.
Recorrent els cims.
Comprovant com podria, sense cap esforç,
empassar-nos la tanta fondària dels abismes.
De travessia.
Reconeixent el pes agradable del vent
i la llibertat que ens enlaira
apareixent des del no res absolut.
Suposant que hi ha descontrol i neguit
però mana més l’atreviment empíric
en enfilar-nos en aventures —incloent, caigudes—.
Pas a pas.
Fent camí.
Advertint el casament
que esdevé darrere de cada trepitjada.
Adonant-me que les petjades perduren tant
com per mai, del tot, estar esborrades.

Estar junts. Traspassades,
la pols mutant que és adob fèrtil,
el fred enganxòs
que no arribarà al cel com a aigua
i un seguit de desnivells.

Ja!
desfets,
desentesos del gel,
sentint com llisquem coll a baix
penetrant !
tornant a tastar els blaus i les transparències
que amagant-se dins del llac
demanen més contes per explicar-li
als follets i a les fades.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

(castellano)

Reencontrarnos.
Cerca de donde las águilas vuelan libres
y los ciervos juguetean encima de las llanuras.
Recorriendo las cumbres.
Comprobando como podría, sin ningún esfuerzo,
tragarnos la tanta profundidad de los abismos.
De travesía.
Reconociendo el peso agradable del viento
y la libertad que nos eleva
apareciendo desde la nada absoluta.
Suponiendo que hay descontrol y angustia
pero manda más el atrevimiento empírico
al subirnos en aventuras —incluyendo, caídas—.
Paso a paso.
Haciendo camino.
Advirtiendo el casamiento
que deviene detrás de cada pisada.
Dándome cuenta que las huellas perduran tanto
como para nunca, del todo, estar borradas.

Estar juntos. Traspasados,
el polvo mutante que es adobo fértil,
el frío pegajoso
que no llegarà al cielo como agua
y un seguido de desniveles.

Ya!
deshechos,
desentendidos del hielo,
sintiendo como nos deslizamos cuello abajo
¡ penetrando !
volviendo a probar los azules y las transparencias
que escondiéndose dentro del lago
piden más cuentos para explicarle
a los duendes y a las hadas.

318 omu G.S. (bcn. 2015)

«Pica d'Ensagents-Alt de Cubil-Baix de Cubil (Andorra)»

«Pica d’Ensagents-Alt de Cubil-Baix de Cubil (Andorra)»

Sempre una «A», com a 1ª pedra / Siempre una «A», como 1ª piedra

sempre una A, com...
Creuar estacions
sense adonar-nos que són graons
— cap amunt o de baixada —
Perdre el temps.
Pensar en negatiu.
Trencar. Destruir.
Oferir aurores tortes
i crepuscles incolors.
Conjurar un seguit de restes inútils.
Regalar-li l’esquena a la consciència en actuar.
Desaprofitar segons
demanant gens més que per sadollar-nos.
Projectar un demà trist com el d’avui:
ple de distàncies i de reixes.
Quan els instants es presenten idonis
per llançar llavors que omplin d’enteniment
les nostres ments i d’amor els cors,
de flors perpètues tota la terra.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

(castellano)

Cruzar estaciones
sin darnos cuenta que son escalones
— hacia arriba o de bajada —
Perder el tiempo:
Pensar en negativo.
Romper. Destruir.
Ofrecer auroras torcidas
y crepúsculos incoloros.
Conjurar un seguido de restas inútiles.
Regalarle la espalda a la conciencia al actuar.
Desaprovechar segundos
pidiendo nada más que para satisfacernos.
Pensar en un mañana triste como el de hoy:
lleno de distancias y de rejas.
Cuando los instantes se presentan idóneos
para lanzar semillas que llenen de entendimiento
nuestras mentes y de amor los corazones,
de flores perpetuas toda la tierra.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

Asedio (notas del llanto de Cupido VII)

 

Padecí los oídos amurallados
que cero escuchan
y los ojos cercanos
que aunque miren se postran
frente a la ingratitud que nada ve.
Me reconocí asentado sobre la ausencia voraz;
cuándo ésta abre sus fauces y engulle
intempestivamente, un día tras otro,
y un mes
y un año
y un amanecer, y…
lo mejor aportado por los sentidos
-cuándo éstos rechazan a cualquiera de las muertes,
al reunirse con cada una de las chispas y detalles
que conversan con la vida-.

Mi (Tú) Tristeza: Estar apalancado
en una plaza rebosante de vida,
sumido por completo en la inapetencia;
como un zombi, desmotivado e inerme,
que devorando su alma apresada
pierde el instinto y la esencia
y extravía hasta cuales fueran
sus posibles ansias o motivos.
O, como un fantasma desubicado
que olvidó la magia por la que era
al observar que su sábana estaba roída;
y encerrado en las mazmorras de su propio palacio
converge con la desgana
y pierde el encanto ¡llora que llora!,
porque poco que nada asusta.

Fui poseído por un escalón
de dureza inquebrantable,
presumí de la desdicha
Habité (y habitaré -aunque no quisiera-)
dentro de una escalinata repleta
de otros muchos escalones,
anclados e inmutables,
ya perdidos.

Aquí quede constancia
de que conocí la locura provocada
por un corazón encabritado,
no la que concierta manicomio
y resulta estipulada por ciencia alguna.
Sí; como fruto terrenal,
por la inmadurez de mis emociones.
La que, sujetada por las circunstancias,
vuelca incomprensión
y está fuera del temple cierto
y de todo tipo de paciencia.
Sí,
la que delata mi infancia
y denotando tiempo de novicio,
aporta el rol del desconcierto
y adopta la faz de laberinto.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

1 en partes

1 en partesAhora recuerdo,
recuerdo donde estuve y reconozco donde estoy.
Admiro el placer que se dispone
cuando recorro el espacio
con mis piernas y mis manos;
porque, ahora, puedo y soy,
tengo y hago movimientos
toco y acaricio,
apreso necesidades igual que antojos.

Se renuevan los espacios
mientras transporto los siglos;
dentro de mí se afianza
el trajín del universo.
Converso con el trigo que fui,
con el hierro, el cobre y el azufre,
con el rosal y las zarzas,
en mí habita un dinosaurio
y un elefante y una abeja
y la hormiga y el tigre
y un gallo que siempre canta,
tantas partes conversan dentro de mí
que creo ser una estrella que anda.

No perdí nada,
simplemente gané
un impulso que me llevó
hasta el hombre que hoy
aquí recita sólo aquello
que la vida le cuenta.

318-omu G.S. (bcn. 2015)