Fue en los ojos brillantes de un anciano que encontré la profundidad viajera capaz de transportarme hasta esa infancia que, viviendo en todo, se prolonga, perdura y acuna el progreso; su cálida inocencia me llevó hasta la raíz natural que prescinde de lenguas, historia, geografía o matemáticas; volteó la selva, las constelaciones, el mar, los pantanos, los glaciares, el cielo gris y azul y el desierto donde suelen amansarse las cordilleras. Llamó efímero, de soplo fugaz, al mismo pragmatismo ¡por erigirse como absoluto! y a toda ciencia porque siempre es cambiante. Convino en reflejar que era magnífica su realidad causal porque nunca perdió la gracia espontánea de ser, también, casual. Mencionó que pendemos de un gran árbol que extiende sus anclas con ramas y hojas poderosas, donde la fugacidad perniciosa del sol y de cualquier reloj, al ser causante de deriva, resulta destruida.
Fue el hoy que poseía la mirada hacia el mañana de un anciano el que me habló desentendido de finales anticuados. Su hoy me dijo:
«creo saber, porque intuyo que sé ya perdido el miedo a marchar, que la única espiral que amamanta a nuestra voz desde el origen es una espiral donde está garantizada la renovación. Compañero, toma y sobrevive tus millares de momentos y vidas olvidando aquellas razones que le den pie a la fealdad de una muerte. Hijo, piensa en el futuro usando la mente y su imaginación o dos dedos que ensalcen la «V» de victoria. Sé que nunca estaremos lejos, que tenemos como derecho cósmico el de sentirnos.»
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Bany després de bany / Baño tras baño
«No hi ha demà tan hàbil com per suplantar l’avui. El temps: figura fixa quan decidim llegir-ho; exclusiu quan present. I una veu que, recent o llunyana, posseeix ressò en anomenar-la ahir. El temps, propens als jocs de màgia i a les endevinalles. El temps: Somni. Voluntat. També una aposta, quan esdevé reconegut com a demà.»
Mentre el sol somriu capbaix i, assemblant-se a un volcà, bolca prolongació, són esbandides i assecades les pedres mullades. Els homes, a poc a poc, toquen la frescor i, percebent l’inici, arriben a abraçar-se perquè es troben.
La sal de la vida acull un rostre d’aigua i cridant-nos espera. Gaudeix sent escultora cisellant obres d’art, doncs talla amb paciència virtuosa cadascuna de les roques. La sal d’aquest mar penetra, profund, profund, regalant-li sabor i prodigis, tant a la terra que trepitjo com a la meva pell i llum i ombres.
L’aire, majordom servicial, l’ajuda, transporta la sal per tots els racons. L’aire es persegueix a si mateix i, en xiular com vent, convé a donar-li gestos poderosos als pins que conversen amb el cel i els ocells, pins aferrats al penya-segat. Els arbres volen i volen, es reafirmen com a cor i són deliri de vida enlairant un bell cant!.
El mar: contenidor guardant la humitat de milions d’orgasmes. La vida… una immensa piscina.
L’existència pica les peles i desgrana el millor; generosa, aporta llavors; imparable, persisteix a crear; majestuosa, broda de continu estovalles plenes de corones damunt la faç de l’univers.
Aquesta vida és un mar proposant-nos un seguit de banys.
«No hay mañana tan habilidoso como para suplantar el hoy. El tiempo: figura fija cuándo decidimos leerlo; exclusivo cuando presente. Y una voz que, reciente o lejana, posee eco al denominarla ayer. El tiempo, propenso a los juegos de magia y a las adivinanzas. El tiempo: Sueño. Voluntad. También una apuesta, cuándo acontece reconocido como mañana.»
Mientras el sol sonríe con su cabeza hacia abajo y, asemejándose a un volcán, vuelca prolongación, son enjuagadas y secadas las piedras mojadas. Los hombres, despacio, tocan la frescura y, percibiendo el inicio, llegan a abrazarse porque se encuentran.
La sal de la vida acoge un rostro de agua y llamándonos espera. Disfruta como escultora cincelando obras de arte, pues talla con paciencia virtuosa cada una de las rocas. La sal de este mar penetra, profundo, profundo, regalándole sabor y prodigios, tanto a la tierra que piso como a mi piel y luz y sombras.
El aire, mayordomo servicial, la ayuda, transporta la sal por todos los rincones. El aire se persigue a si mismo y, al silbar como viento, conviene en darle gestos poderosos a los pinos que conversan con el cielo y los pájaros, pinos aferrados al acantilado. Los árboles quieren y vuelan, se reafirman como coro y son delirio de vida elevando un bello canto!.
El mar: contenedor guardando la humedad de millones de orgasmos. La vida… una inmensa piscina.
La existencia pica las cáscaras y desgrana lo mejor; generosa, aporta semillas; imparable, persiste en crear; majestuosa, borda de continuo manteles llenos de coronas sobre la faz del universo.
Esta vida es un mar proponiéndonos un seguido de baños.
Desde un portal con premios
Porque ayer soñé olas hoy cabalgo siendo mar. E igual levanto dibujos en la tierra como me aúpo y toco el cielo con mis tantas bocas de espuma.
Tener un ser y conseguir, simplemente por creer cuándo soñar.
Será cuestión de un existir, que traspasa los espacios y estaciones llevando un zurrón repleto de fe.
Alientos
Irremediablemente;
ayer de viajar,
hoy de viajar,
mañana de viajar:
Proseguir adelante de continuo,
e incluso aproximarse a la eficiencia
que nos permite sacarle provecho
a echar la vista atrás.
Flor, nube y mineral:
Fragancias y dibujos.
Propiedades adecuándose
a la creatividad majestuosa
que solicita escucha y conversar.
Paciencia que asedia al tiempo
para adquirir una consistencia
que será llave y contraseña
para saber cuántos son los lugares
y reconociendo las muchas formas del agua
escoger donde queremos estar.
Descubrir los secretos prodigiosos
que aquí reposan,
los tantísimos que esperan esparcidos,
cerca y lejos,
como orilla o firmamento
o apresados en profundidades lejanas
por aquí, a mi vera,
o aguardando a ser tocados… más allá.
Colores y sombras
entrecruzados y alumbrando;
conjuntadas con los blancos
y apretándose a los negros.
Diferencias demandando esfuerzo.
Deletrear hábilmente la variedad.
Prendas nuevas y prendas rotas
hablándonos de la necesidad imperiosa
de busqueda y de retorno.
Prestar atención
y volver a empezar con abecedarios distintos:
Bucear y levantar el vuelo
tratando de gozar.
Susurros que llegan lejos
y penetran hondo:
«V» de voluntad y victoria,
de vela de vela y vela y vela,
y de virgen, vértigo y volcán.
U, ofuscación, terquedad y gritos
equivaliendo a negación y presidio:
Lastre significando requiem.
Tumba hormigonada y perdida
donde la nada absoluta
borra todo lo que hay.
Esterilidad concluyente.
Ni empezar o el final.
Vendaval furioso
y brisa benevola.
Afluente alimentando el Río.
Montañas escultóricas
y estaciones cambiantes
que apareciendo como manantial
recaen siendo olas de vida.
Aprender de cualquiera de los gestos,
beber de cada uno de ellos,
obteniendo una alfombra voladora
que al edén nos llevará.
318-omu G.S. (bcn. 2015)
Punto de reunión (compendio)
Viajar dentro de mí
para reconocer
que estoy edificado con tus piedras,
sabiendo que debido a vuestra aportación
logré ajustar el grado de tensión
de cada una de mis cuerdas.
Precisé las medidas justas
de agudeza y de gravedad.
Invoque al romanticismo
sin menospreciar a la pasión,
aliento pasos que loan el habla
y de otros que veneran al silencio;
acallo igual los nombres faltos de piedad
como la edad injusta
que provoca que el tiempo prosiga quebrado.
Brindo por vosotros.
Gracias a vosotros puedo apuntar
dónde se hallan las armonías o las disonancias,
escojo aquel decir que se adecuara
a la lógica, tantas veces caótica,
que impulsa a mi identidad hacia su destino.
Contar de mí,
sabiendo que por causa de otros
ostento el metal y la madera;
tengo herrería y forjo
y tallo siendo carpintero.
Dispongo de herramientas y utensilios;
de martillo, cuchara y tenedor,
de tenazas, cazuelas y cuchillo,
que se hermanan en pos de elaborar.
Dispongo de un hogar
impregnado de manantiales y rocío,
de una casa que, oliendo a limpio,
siempre tiene sus puertas abiertas
para permitirle al aire y a la luz corretear.
Al visitarme procuro asir la honestidad
y afirmo que te debo.
A menudo tomo café e ideas con vosotros
sin tan siquiera darme cuenta.
Aparezco en este lugar ¡por ti!
por el compañero esporádico
con el que el azar tuvo a bien darme una cita.
Por el amigo íntimo
que me brinda cama, sinceridad y tertulias.
O, por aquel, que apareció distante y extraño
pero que adosado a la valentía
se acercó hasta mí para concederme ilustración.
Y por vosotros,
los que quedasteis, como vapor dentro de un vaso,
pues vuestro agua asoma invisible
al vuestra piel fugarse para mudar escamas.
Porque estoy aquí
-en este preciso lugar, adentrado en la hora exacta-
porque vosotros sois, seréis y fuisteis.
Porque todas las buenas razones
suelen antes pasar por ser mezcla.
318-omu G.S. (bcn. 2015)
Un comienzo
«Más allá de mí encontré la navegación correcta y vencí la zozobra.»
Pequeñas vocecillas, deliciosas piezas de nuestra vida; caudal limpio y pleno de fortaleza, sangre virgen preparada para ser donación y dádiva, apuesta que elude depender de la suerte para significar un camino. Vosotros podéis ser un amanecer que no cede al criterio nefasto ni a la imposición ni al desanimo; permanezcan intactas vuestras esperanzas, aun cuándo sepáis acerca de tanta historia que acaeció siendo sinónimo de aberración, historia que nunca mereció estar ni haber nacido.
Dulzura tempranera, la que juguetona reside acomodada en la escasa edad; atended a construir, de tal acción ¡ser virtuosos!. Tened presente un mañana en el que quepa la renuncia de cualquiera de los gestos que, hoy frecuentes, perpetran el asesinato de la palabra humanidad dando idea y pie a los gestos corrompidos. Pues, este planeta, esta sociedad precisa de lavanderas y barrenderos que eliminen la tanta podredumbre que habita esparcida. Eludid ser continuación, evadíos de bautizaros con el nombre impúdico que sujeta la soledad inmutable, rechazar ser reconocidos cuando se cita al Egoísmo.
Delatar que cabe la victoria de las manos y las mentes que deciden prestar ayuda. Conquistar la prenda que protege del frío: el cazo que calma la sed y el hambre y el remedio que hace prevalezca la salud; procurad que el Sí no esté condicionado, sea rotundo, que siempre la mesa aparezca, para aquel que la precisara, bien servida.
Prometeros que la inercia despreciable será desbancada como lo desea un jugador al bancar en un casino. Componer ausentados de los elementos que supediten a la obra al carácter sucio y confuso.
***
No hace falta marchar muy lejos para encontrar el principio, el reinicio vive en nuestra propia persona. Las soluciones están varadas frente a la puerta de cada día. Necesitamos estar muy ciegos para, como adultos, no verlas; los niños son sabios cuándo, hermanados por el deporte o los juegos, avistan los beneficios dados por el compartir.
El principio primordial del bienestar social pasa por entender la cohesión como fundamento; cada una de las piezas son igual de importantes para que funcione perfecto un motor, si faltara alguna, el motor no podría ofrecernos todo su potencial y rendimiento.
La sociedad ha estado absorbida por un egocentrismo extremo: el individuo, sea cual fuera su naturaleza inherente y capacidades, erigiéndose como epicentro, creyéndose rey del universo y optando por ser sordo antes que mudo, perdiendo la capacidad de contrastar y discernir lo que mejor convenga.
Persistente
«No sea tarde
cuando nos demos cuenta
de tantas cosas importantes
que teníamos cerca.
El tiempo
no nos escucha,
no se apiada…
solamente transcurre.»
***
Saber
que la carne se gasta,
los cabellos se caen
y los huesos se rompen;
que los cuerpos se agotan
y abandonan el juego
olvidados de hablar.
Saber
de la nula importancia
de un reloj terrenal,
cuándo los cuerpos viajan
y cambian transformados,
como en truco de magia,
tras desvanecerse.
Saber:
Que el viento es manso;
sopla y lleva.
Que el viento grita;
sopla y trae.
Que los gusanos nacen
allí donde termina
una canción
con el último acorde.
Contemplo la imagen:
Papel.
Pasado.
Ella asoma, de pie,
en el segundo estante.
Todavía persistes,
pues quedó tu alegría
dando luz a mi casa.
318-omu G.S. (bcn. 2015)
1 en partes
Ahora recuerdo,
recuerdo donde estuve y reconozco donde estoy.
Admiro el placer que se dispone
cuando recorro el espacio
con mis piernas y mis manos;
porque, ahora, puedo y soy,
tengo y hago movimientos
toco y acaricio,
apreso necesidades igual que antojos.
Se renuevan los espacios
mientras transporto los siglos;
dentro de mí se afianza
el trajín del universo.
Converso con el trigo que fui,
con el hierro, el cobre y el azufre,
con el rosal y las zarzas,
en mí habita un dinosaurio
y un elefante y una abeja
y la hormiga y el tigre
y un gallo que siempre canta,
tantas partes conversan dentro de mí
que creo ser una estrella que anda.
No perdí nada,
simplemente gané
un impulso que me llevó
hasta el hombre que hoy
aquí recita sólo aquello
que la vida le cuenta.
318-omu G.S. (bcn. 2015)
Afortunado
Afortunado soy;
mi juventud perdura infinita
al creer, a pie juntillas, en el eco.
El azar decidió renovar su oxígeno:
darme savia nueva e hinchar mis pulmones adormecidos
con este aire nacido desde las poderosas maderas,
que de pie trasmutan y resisten las embestidas,
logrando vencer a la insolencia asesina
que golpea y araña y desmenuza
hasta conseguir que cualquier identidad se desvanezca
dentro de una voz denominada tiempo.
El azar no quiso hundirme,
tuvo a bien incendiar los calendarios
y convirtiéndome en madera
renovar mis hojas e incrementar mi flotabilidad.
Muelle y espiral.
Perduro por casado con el eco.
318-omu G.S. (bcn. 2015)
Casi miercoles hoy…
Tal vez debiéndose al azar casual que no conlleva pronósticos, o siendo destino causal cual acaece debido a incontables y alineados motivos.
Conformándose por ser una sorpresa que cargada de involuntariedad nos empuja hacia un camino o tal vez un eslabón imprescindible que contiene una razón indescriptible repleta de intachable sentido… cada suceso acontece a su tiempo resaltando la magnitud que merecieran; cometas que nos rozan para recoger tantos deseos. Simios cambiantes que pierden todo su pelo. Mujeres que apuntan sus datos en nuestro corazón para luego robárnoslo. Destellos fugaces con una descarga subliminal que se prolonga como respuesta. Plumas que levitan ingrávidas manteniéndose en el aire por soplos invisibles que persisten en ser indemostrables. Y obeliscos que se perpetúan firmes y rotundos, pero sólo por diez siglos, reconociendo la debilidad que esconden ante una eternidad famélica de espirales y conjuntos y frente a los chillidos del viento y los diez billones de gotas de una lluvia.
Si he de dudar… Dudo del peso que le supongo a todo lo que sucede a mi alrededor por causa o sin ella. Dudo, más aún, cuando padeciendo de oscilaciones voy cambiando de perspectivas y las lejanas e inalcanzables antípodas se convierten en mi hogar; me doy cuenta que una historia esta compuesta de teorías, pero que las teorías terminan por mutar y su tal cual era se destruye.
Plumas y rocas beso al pasar por la existencia y en ocasiones queda relegada a nada la importancia de mi cuerpo.
Giro y giro -cabeza hacia abajo y de los pies anclado sobre un epicentro, o con la mirada puesta tan hacia arriba que me desentiendo de mí y entro en el universo viéndome sumamente pequeño- Entiendo que todo lo pesado llega a convertirse en liviano -y viceversa- porque necesita hallar una verdad sincera transitando por las órbitas ajenas, hasta comprobar qué densidad y cuántos grados y cuál es la atmósfera que le da pie para seguir a cada uno de sus contrapuestos.
¿Es miercoles, hoy?


