*ingredientes:
-250 grs. de beicon o jamón salado
-2 cebollas grandes
-1 botecito de nata líquida para cocina
-100 cl. de leche (medio vaso)
-queso rallado ( emental o de cualquier otro que proporcione un excelente gratén)
-nuez moscada
-aceite
-sal
Se cortan las patatas a rodajas (1 dedo de grueso) y poniéndolas en una sartén grande con abundante aceite hirviendo se las marca procurando que no se rompan ni lleguen al punto de fritura.
Mientras tanto en otra sartén o cazuela, también amplia, se ponen las 2 cebollas que previamente han estado cortadas de manera muy pequeña o ralladas (aunque yo las prefiero de la primera manera para que así queden diminutos tropezones), se pochan las cebollas al punto de dorado y se le incorpora el jamón o el beicon, el cual se ha cortado a pedazos como de una falange.
Cuando consideremos que las patatas ya han quedado bien marcadas, las sacamos de la sartén procurando que queden los menores restos de aceite en ellas, para ello podemos incluso pasarles un paño o papel de cocina que les absorva la mayor cantidad de aceite posible. Es entonces cuando las vamos incorporando al sofrito mencionado de cebolla con jamón o beicon que tenemos en la cazuela. Es entonces que le añadimos el botellín de nata líquida, medio vasito de leche, la pizca de sal que creamos conveniente según sea nuestro gusto y la nuez moscada en polvo que esperaba, permaneciendo a fuego lento por espacio aproximado de cinco minutos (la nata no es conveniente que hierva por espacio de muchos minutos).
Nos queda sólo, ponerlo en una bandeja adecuada para el gratén, añadirle el queso (que los franceses, siendo maestros del gratén y excelentes queseros, emplean en piezas enteras y de 3 o 4 variedades diferentes), e introducirlo en un horno o un microondas apropiado para gratinarlo.
Coste aprox.. del plato: 6/7 euros
Mi cuñada, que es francesa, es la que me invitó a probarlo un día y la verdad es que me entusiasmó. Gracias Milou; mil besos.