Tiempo, relativo y concreto, dinamico o estatico, marcado e incontable, segun lo supongas, segun te encuentres, croando, volando, riendo, llorando o cantando, lo tengas presente o ya ni te des cuenta y no este.
Añadido a nuestras vidas, con la necesidad de la fijacion en un estable, que suponga poder contar lo que se cuenta en minutos, con tiempo estipuladamente concreto.
Esas vibraciones del xilofon que con bastoncillos repiqueteando metalicamente suena, el segundo que deja de ser segundo para convertirse en instante. Mi reloj resulta ser entonces, las aceleradas palpitaciones de mi corazon, gracias a mis sentidos marcho sin prisas deleitandome de la vida en cualquier canción.
¿Amada sabrosa delicia vivida, eres acaso recordada, contada, en avaros minutos de tiempo? los cuales pasan; y egoistamente se pierden sin pensar en mi.
Señal, cicatriz remarcada, indicando. Tú si que sabes que no existio el tiempo de un reloj que marcara mas que la daga que cruzo mi piel rasgando.
Hechos sin tiempos, reflejos que quedan y no marchan. Tiempo, un continuo a la vez sencillo y complejo, se balancea elaborando, acompañando a lo siguiente que ya esta presente.
La vida florece; y en ella crece la flor que cabizbaja desea erguirse, abre su boca esperando recibir esas gotas de lluvia que le daran su tiempo.
Se marcan las horas entre lo que esperas….. y lo que llega, lo que necesitas y lo que se te a dado, lo que deseas y lo que te completa.
Me gusta ir sin reloj; mas las arrugas del alma, las de mi rostro también, me indican los soplos habidos que acompañaran a los que vendran.
Sabio transcurrir sobre esta metamorfosis karmatica y atemporal, sin fecha pero con tiempos. Señalada intachablemente como universal, cosmica, energetica y única.
Por momentos escuchando el deslizar de las agujas, otras veces sin sonido, ni entiendo, ni existen los tiempos.