Climas

 

Con canela unté mis labios y te besé, chispearon tus ojos al sentir el sabor de la especia mezclada con mi aliento, entrándote unas increíbles ganas de morderlos. Apretastes tus dientes, (chirriando), y leyendo tu pensamiento escuché un hasta después.
Alzastes tu copa, conmemorando el primer día que sentistes a la pasión tal cual es.
Hierve la sangre regando blandos campos de café.
Susurras en mi oído. Viertes dentro de mis huesos las delicias que covergen aquí y también las venidas desde otras galaxias que, reconfortan como dicha dándolede lado a ensimismados aspavientos.
Estirada en la alfombra, mirándome me pides que… Acaricie tus bordes vestidos con tersa piel. Que estreche tu cuerpo. Que rocíe tu alma formando ciclones. Me pides que me convierta en una gran tormenta y te limpie de necesidades.
Mientras… En las calles truena, chispea una débil lluvia que en un instante se torna un diluvio. Vislumbramos, (cogidas nuestras manos), sentencias de luz aparecidas como de fugaces instantaneas. Gruesas gotas de lluvia y barro motean el cristal, la noche pierde su oscuridad, se alumbra por momentos al nevar ricas ideas.
Y cabe decir que, nuestras sonrisas hablan prendidas de una conciencia tranquila y, por precisar, ahora… no necesitamos más de nada.
Pero es que tanto me gusta ver como se arremolinan esos cabellos en tu frente; son fragmentos estirados repletos del brillo poseído por un basalto reluciente. Sobran las palabras.
Sin previo aviso, te avalanzas sobre haciendo aquello que quedo pendiente… Muerdes mis labios repetidamente y te relames al sorber, el dulzor de una minúscula gota de mi sangre.
318-omu G.S. (Bcn.)
  
 
      
 
        
 
 
         

¡viva la comunicación!

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