Ella; delicada es y era:
El beso del cuento.
La anhelada emoción.
Una hermosa imagen.
Ella: Dulce sentimiento.
Ella es una empedernida soñadora;
sus ganas derrotaron a las palabras que designan
a las horas rotas y a las millas imposibles.
Fue su ilusión la que desbancó
las señales de humo tóxico
y su afán de aventuras
el que supo hallar el sentido
que pervive en lo prohibido.
Ella, soñadora
acaricia la puerta de los sueños,
a su llave decidió llamarla fantasía;
hasta idealizando a repugnantes bestias
y a enfurruñados ogros,
les regala majestuosa capa y regia corona
así como el nítido cantar que alberga un ruiseñor.
» Ella amaba amar,
pero tantas veces amar no se dejaba.»
(Cuando era presa de formas rígidas
que sus prendas de volátil hilo fino acartonaban).
Ella quiere los días plenos, rebosantes de luz.
Descorrer los visillos y cortinas
contemplar arrebatada el claro cielo
y ver azul, bien azul el cielo azul.
Ella quiere una noche con estrellas,
que dándole la luz apagaran tanta oscuridad.
Desea apaciguar su confusión y comprender,
y aceptando la eterna e irrevocable dualidad
despertar resucitada.
Ella imagina una luna entera
que arropando la calentara..
Aunque ella desconoce,
indecisa no escogió,
qué color, de los muchos del amor,
prenderá para pintarla.
318-omu G.S. (Bcn. 2014)