Sobre la mesa:
Una manzana que se intuye dulce
al asomar vergonzosamente enrojecida.
(Que con su redondez deliciosa
reclama que le hinquemos los dientes,
que la saboreemos
con unos cuantos buenos mordiscos).
Dentro del cielo:
Un precioso amanecer
que agrietando la negrura
anhela ser disfrutado.
(Pide el vuelo de aves
y demanda el mirar
de unos ojos totalmente embelesados).
Como tentación:
Varias hileras de bombones todavía envueltos
posicionados en el interior de una caja de diseño.
Que con voz propia nos llaman.
Que pacientes esperan…
Deshacerse al entrar en una boca
y regar con placer afrodisiaco.
(Casi obligando a nuestra lengua a que rebusque
para que su agradable sabor
no llegue a perecer asomando finito).
Tú: La coordenada ideal
donde encajan a la perfección
cada uno de mis sentidos.
Tú: El mordisco.
El amanecer.
Un bombón relleno
con todo lo que pido.
Quiero que sepas que… todo lo bueno cabe dentro tuyo…
318-omu G.S (Bcn. 2014)