Aderezando la prosa hasta convergiera en versos,
llenas el cáliz con sangre y pétalos
y a una sonrisa le concedes viaje
para que desperece cualquier edad.
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Tal cual un árbol completo:
Al relucir la semilla que, equivaliendo a fruto,
arraiga mañana y nos alimentará.
Amé.
Amo y cuento acerca del amar contrario a pertenencia, sumisión y dominio.
Y ojalá amara y amara(mos)
con aquel siempre que asociamos con la eternidad;
así rompiendo el trajín temporal, humano y crispado
que afila los cuchillos para presten degüello.
Amo…
Porque acepto las verdades contenidas en el tarro
que es cualquier identidad (cuesta creerlo).
Decido amar,
mientras defendiendo valores, contrasto y tomo o retiro.
Y por amor:
La cola es cabeza, y ¡hay futuro!.
Las velas se arrían, y ¡nacen marinos!
que no cejan de encontrar estrellas dentro del mar.
Tal cual un árbol:
Extendiendo las ramas.
Enraizada a la tierra y tocando el cielo.
Como nido al ave.
Como nido y pico.
Eres un ángel en función materna.
Dándole fortaleza prolongas el alma
y conviertes mi sueño en realidad.
318-omu G.S. (bcn. 2018)