Le doy un bofetón para cruzarle la cara; para sucumbieran las farsas, los embustes y la manipulación con sus patrañas.
El que hoy es dominador recuerde la afrenta que contemplo, se vea y sienta cabizbajo, extraiga de sí su orgullo y contemple el renacimiento. Consienta en morder el polvo pero obtenga el peso; la fe y verdad del perdón; clarifique su sed y que no se postre frente a realidades quemadas que antes veneró.
Vuelvan a ser vergel los territorios que por el hacer especulativo e impropio se tornaron áridos. No lloren nunca jamás ni las flores que devenían cortadas ni las mujeres y hombres que sintieron sus vidas desmembradas.
Suenen nítidos los acordes, ya se acomode sobre esta tierra nuestra la sinfonía que una mayoría quiere escuchar. No aparezcan violados los frutos del árbol ni los minerales del mar ni laos planetas y las nubes o planetas del cielo, contemplemos la gracia que se esconde cuándo caminamos desnudos; sin nada que esconder, mirándonos a los ojos.
Sirva la reflexión, que para nada sirven los duros castigos. El aire que respiremos contenga respuestas, reconozcamos que existe un punto donde se dan la mano, cómplices y hermanados, el alfa y el omega.