«Com animals busquem per cobrir necessitats. Com animals arribem a ser un, allunyat del reste: Veritat del trànsit.»
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Si és fugir o si fos cercar la llibertat
Com caçador!
-Qui té dret a jutjar?-
Anar!
Només anar a trobar l’ésser sencer
més enllà de l’establert.
Perquè abans del suïcidi qualsevol pas pot ser bo.
Si fos portar o anar-hi a recollir
o potser sigui abandonar entre crits d’auxili.
Segons l’enteniment!
-Qui som, cap ni un, per sentenciar?-
Els retrets sempre quedin com fum que s’esvaeix…
per no ofegar, per mai tornar.
I bufa el vent
remenant els cardinals.
I cau tanta sorra que el temps s’atura
mentre són esborrades les empremtes
doncs aquestes també sobren.
I és la pell que delata
quants i quantes varen ser les alegries i els dolors,
les emocions i els sentiments;
la pell, reflex d’un cor i veritat d’un món
abans de girar la cantonada.
I les hores del sol I els segons de la lluna resulten somni, perquè hi ha després;
són teatre vestit de dansa.
Digueu-me si no hi ha millor sort dins d’una il·lusió
que no pas la que viu en la negació
a quina el pragmatisme obstinat ens convida tantes vegades,
així portant-nos, vida i mort dins d’una gàbia.
(castellano)
«Cómo animales buscamos para cubrir necesidades. Cómo animales llegamos a ser uno, alejado del resto. Verdad del tránsito.»
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Si es huir o si es buscar la libertad
¡Cómo cazador!
-¿Quién es nadie para juzgar?-
Ir
Nada más ir al encuentro del Ser completo
más allá de lo establecido.
Porque antes del suicidio cualquier paso puede ser bueno.
Si fuese llevar o ir a recoger
o si quizás es abandonar entre gritos de auxilio.
¡Según el entendimiento!
-¿Quién somos ninguno como para sentenciar?-
Los reproches siempre queden como humo que desaparece…
para no ahogar, para nunca volver.
Y sopla el viento
removiendo los cardinales.
Y cae tanta arena que el tiempo se para
mientras son borradas las huellas
pues éstas también sobran.
Y es la piel que delata
cuantos y cuantas fueron las alegrías y los dolores,
las emociones y los sentimientos;
la piel, reflejo de un corazón y verdad de un mundo
antes de girar la esquina.
Y las horas del sol y los segundos de la luna resultan sueño, por qué hay después;
son teatro vestido de danza!
Decidme si no hay mejor suerte dentro de una ilusión
que no la que habita en la negación
a cual el pragmatismo obstinado nos invita, tantas veces,
así trayéndonos vida y muerte dentro de una jaula.
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Igual que coral
Me llenan de vida esos abrazos recibidos que son entregados como si se tratarán del último: repletos de una fortaleza cual sólo es capaz de habilitar el amor… Así siento los de mi hijo y los que para contigo.
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¡Llegó!
Llega a sentirse como el arrullo del agua surgida desde un manantial: corre secando sedes y llena con una sabiduría que traspasa mundos evidenciando toda suerte vital.
Poder saber de él tras incendios y diluvios, tras ser decapitado y resucitar (no nací para vivir sometido o encarcelado por ninguna muerte).
Llega a poseerse cuándo abandonamos el frágil ser que somos nosotros mismos.
Llegar, tras ser filo de cuchillo, mente dulce y mente amarga, así como ojos de pan. Llegar después de agradecerle al infinito que me acun(ñ)ó las formas y el contenido de los caminos. Llegar tras agradecerle al vocabulario versátil y simple de la naturaleza próxima su sinfín de onomatopeyas. También agradeciéndole a ese propio mío holocausto que me demostró que enseña más que tanto la suerte de ser vencido. Así recorro esa senda en la que me entrecruzo una y cien y mil veces contigo: acto de fe, verbo de amar.
Cómo un susurro
Tan pronto como tú llegaste una verdad de vida se me apareció… Y se hizo la luz dónde habían tinieblas. Y se me dieron flores dónde antes zarzales. Tan pronto y sorpresivo, como viajando entre sueños resulta el despertar.
Desde tinieblas
«Puede llenarse de mar cualquier planeta; porque el universo dispone y transporta la lava según corresponda sin temerle a la edad… La creación desconoce la impaciencia.»
Ola de pétalos
Como buscar una geometría única sobre la arena… Lejos te hallo; universo amplio, universo justo, universo creativo. Me atrae el mar. El mar es fiel, siempre nos espera.
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Tras los edificios. Dentro del jardín; donde no hay rejas, ni techos ni portales. Ya recorridas todas las horas muertas tocó los árboles, me invade el cielo, huelo la hierba y reconozco que no existen los límites. ¡Cuánto poder guarda un respiro!. Descalzo. Desnudo, vuelvo al principio y soy flor aguardando otro atardecer.
Nunca me pregunto que consistencia tendrá mi nuevo día.
318-omu G.S. (bcn. 2019)
Tras decenas de silencios…
Tras decenas de silencios que me atraparon pude descubrir lo que quería… ¡Diálogo!.
Ya conseguí apartarme de la egolatría sujeta a mi bla… bla… bla…
Bla… Bla… Bla… Bla, prepotente. Bla, divinizado. Bla, presumido. Bla que esconde sordera es propio de extremos y equivocación.
Comprendo que las voces demuestran ser sabias, cuándo, permaneciendo calladas, optan por escuchar los demás sonidos con atención. Tras la escucha esmerada consiguen suficiente riqueza como para compartir los bailes resaltando muchas canciones valiosas que el universo espera para multiplicar su creación.
Hay veces que los silencios reconfortan al tiempo que son maestros; desintoxican y reposicionan mediando el arte esforzado de la reflexión.
Tras decenas de silencios, juego y me divierto más que nunca, encuentro la mía y otras vidas cargadas de razones y sentido, dispongo de ingenio e imaginación igual que de soluciones.
«Holi» -primavera, amor y colores- (bcn. abril/14)
Ayer disfruté; compartí con tantos otros la fiesta del «holi».
Bañé la sobriedad de mi blanco, con un salpicado de diversos y vivos colores.
Pude danzar y liberarme desentendido de formalismos; esparcir y recibir el polvo mágico de los tintes y, dejándome llevar por rítmicas melodías y percusiones tribales, renacer en esta fiesta/recordatorio que resalta la comunión que existe entre todo.
Mi ayer aconteció como un hoy festivo -que espero perdure- pero lo que más me agrado fue ver, que cada ser congregado en ese lugar, aunque fuera por un breve espacio de tiempo, se deshacía de Sigue leyendo
«Holi» -primavera, amor y colores- (bcn. abril/14)
Ayer disfruté; compartí con tantos otros la fiesta del «holi».
Bañé la sobriedad de mi blanco, con un salpicado de diversos y vivos colores.
Pude danzar y liberarme desentendido de formalismos; esparcir y recibir el polvo mágico de los tintes y, dejándome llevar por rítmicas melodías y percusiones tribales, renacer en esta fiesta/recordatorio que resalta la comunión que existe entre todo.
Mi ayer aconteció como un hoy festivo -que espero perdure- pero lo que más me agrado fue ver, que cada ser congregado, aún por un breve espacio de tiempo, se deshacía de ese tono que nos separa y hasta vuelve malditos; del yo que interpreta y comprende lo que sucede, siendo propio y jactándose de ser exclusivo.
Ayer… disfruté al reconocerme en los otros.
(I)
Primavera, colores y amor;
holi, holi, holi:
leyenda hinduista que resalta,
cuánta es la fatalidad
cuando un hombre olvida su condición
y pretendiendo ser como una deidad venerado
hasta sacrifica a sus propios hijos.
Holi, holi, holi;
sobre como el bien existe
e intercede y vence al mal.
Holi, holi, holi;
estampar una pieza de nuevo;
¡renovación!.
Deshacernos de abstractos e inutilidades;
un respiro, ¡renacer!,
sentirnos livianos y emprender el vuelo.
(II)
Dentro de este orden que impera cambiante;
limpio y redecoro las caras de mi hogar.
Apilo trastos inservibles,
con todos ellos alzo una gran torre,
la cual prendo siendo pira.
¡Quemen!,
tras las llamas que no quede
ningún resto que ensucie lo ya pulcro
-humo, carbón u hollín-
que ennegreciera las mejores visiones de futuro.
O, suplantando al aire que respiro
-como goma de borrar-
eliminara los paisajes que lucen
al agriar sus colores,
enturbiando su belleza con grises
propiciando a los hombres y a su senda,
sucedáneos artificiales y la asfixia.
(III)
Lanzad los tintes en polvo,
¡colores!.
Que desplazados por el viento,
alegremente volando,
o diluidos
-mediante el recorrido fresco del agua-
igual enluzcan nuestras vestimentas
como despierten a nuestro ser
cuando, imaginativos, ellos las toquen.
Que así como fuera, cuándo nos impregnen,
nos ensalcen y sirvan a todos
los que en esta suerte caigamos,
de bendición y recordatorio.
Hay más vida que aguarda
detrás de la solitud de mi yo;
la decadencia sólo aparece,
si las personas, siguen el rastro cobarde
temiendo reconocerse.
Poco atrevidas, no se sinceran y eluden
la renovación, por la que claman las mariposas,
el pan divino que alienta el progreso
y brinda nuevos escalones
mediante el hermoso juego universal
de la metamorfosis.
318-omu G.S. (Bcn. 2014)
http://www.youtube.com/watch?v=VVFxCcuOU_I
«No te olvides de olvidarte de odiar.
Recuerda amar cuándo dices amar
y procura refrescar tu memoria
hasta hallar el punto justo
donde se sirve la pauta sanadora…
la de saber perdonar.»
Acentos activos (I)
» Quién algún día olvidó que fue aprendiz,
nunca podrá enseñar como buen maestro;
no merece tener alumnos,
ni las llaves del aula.»
