Dejada de cuerpo

la vi...La vi despegar.
La vi reconocer a la simpleza
despidiéndose de apegos,
agarrar del hombro a la gratitud
que sabe deberse a cada uno de los restos.
La vi volverse aire,
y besando el fuego y al agua y al viento,
coincidir con ellos en un deseo y volar.

La vi reír.
La escuché trinar.
La vi abrazada a un árbol.
Repartir tréboles de cuatro hojas
desnuda entre mil te quieros.
La vi tan radiante y bien entera
como para anegar de luz
cualquier pozo en el que cupiese
la oscuridad.

La vi
pellizcar al sol
y morder un lleno de la luna,
ofrecer su piel tersa
y transformándose en clave oportuna
brotar como una estela
pero dejándose tocar.

La vi
resucitar flores decrépitas,
completar un puzle con encajes eflúvicos.
La vi,
aun digiriendo esta gravedad insoportable,
mostrar un tapete inacabable de juegos sencillos
alzarse y levitar.

318-omu G.S. (bcn. 2015)

«Holi» -primavera, amor y colores- (bcn. abril/14)

Ayer disfruté; compartí con tantos otros la fiesta del «holi».
Bañé la sobriedad de mi blanco, con un salpicado de diversos y vivos colores.
Pude danzar y liberarme desentendido de formalismos; esparcir y recibir el polvo mágico de los tintes y, dejándome llevar por rítmicas melodías y percusiones tribales, renacer en esta fiesta/recordatorio que resalta la comunión que existe entre todo.
Mi ayer aconteció como un hoy festivo -que espero perdure- pero lo que más me agrado fue ver, que cada ser congregado en ese lugar, aunque fuera por un breve espacio de tiempo, se deshacía de Sigue leyendo

Por un ser: plumas, pieles y escamas

barrets terrenals
Quiero verme nacer sucesivamente; anhelo ser prolífico e interminable.
-Un geranio reparte el elixir de sus flores todas las primaveras. Aunque los pétalos alzados terminen arreciando caídos, la voz de cada flor permanece con su mensaje inalterable dialogando por siempre con el cielo y la tierra.

 

-voces sencillas-

Una fuente de obsequios

horitzó a port de la selva
» Debido a tantos regalos que asoman cercanos

prosigo dándole las gracias a esta existencia.»

***
Es regalo: inspirar el aire
desde el precio impagable de unos labios jugosos.
Aprovechar esa boca que le habla a mi alma.
Que me pide la muerda,
que espera que la sorba al concederme una cita.

Hallo el regalo:
Tras deambular medio muerto
y repartido en mil trozos,
por un angosto pasillo donde convergen
la confusión con las sombras
-ceñido al afilado vacío que cruel decapita
la razón de las personas-
Tengo el regalo:
Cuando retorno recompuesto;
al probar el sabor, los prodigios del aceite
que acuna con acierto, tu saliva.

Busco regalos:
Eliminar la palabra fin
y prender nuevos principios.
Encontrar eslabones perdidos
que refresquen mi memoria.
Reparar escaleras destartaladas,
para descender hasta mis entrañas
y para auparme hacia el futuro.
Recuperar aquellos útiles que quedaron;
como meros trastos inservibles guardados
en una oscura y sucia buhardilla.

Me regalo:
Completarme escuchando
y crecer comprendiendo.
Elegir con acierto.
Ser soluble y avanzar.

318-omu G.S. (Bcn.2014)

Carrusel de placeres

Más allá de secreciones y gemidos
provocados por un oleaje de roces
que acallan al tacto durmiente
y veneran la elocuencia del sexo
que puntual nos complace;
un cesto repleto de orgasmos… de orgasmos intensos:

Esa delicada colcha que me tapa
o unas brasas justamente encendidas
ante el frío que cala llegando a los huesos.
Unas aspas enormes,
que al girar suspendidas
riegan su viento.
O, las aguas de un arrollo
calmando el calor intempestivo
sudado por el Agosto.
(Orgasmos sensitivos;
decorando el verano y asistiendo en invierno).

Dos ruedas y mis piernas,
y yo; retornando a la infancia;
como aventurero y jinete,
pedaleando en pos de hallar mi bioma.
Un jaque que revive sendas sonrisas
desentendido de muertos.
O, meter un gol de cucharilla,
con la destartalada delantera de un viejo futbolín.
Beber tras el esfuerzo prolongado.
Comer cuando estoy famélico
-mi ser advierte orgasmos,
más allá del secretismo contado
por el hambre de cuerpos-

Un paseo por el bosque tras el canto de la lluvia;
el olor provocativo y fecundo de la tierra mojada.
( Ramas y hojas casi fallecidas
desmenuzadas por insectos:
Prado verde; hierba y cama;
hojarasca marchita por el conjunto alentada).

-Presumo de ser multiorgásmico,
al colgarme, columpiarme y trepar por los días
asido a lianas que surgen espontáneas-
Una aptitud atenta: orgasmos seguidos.
Orgasmos continuados coronan la existencia,
¡ siéntete húmedo !.

El nacer. Un olor a bebe que, empapando mi hogar,
culmina como agradable matiz dado en cada estancia.
La risa que supera a la hipocresía,
a los puntos aparte y a las palabras.
Un gesto amigo respondiendo frente a los contratiempos,
que nos aconseja con acierto y brinda por otros su cara.

-Mis orgasmos devienen
por sentidos que escuchan
y elecciones que trenzan
un montón de circunstancias-

Elegir bien.
Elegir bien, recortar y montar un collage.
Y sentirme tan liviano
como para entregándome desnudo,
viajar sólo siendo seducido
por los apuntes constructivos
que contrajeron un pacto con la bonanza.

318-omu G.S. (bcn. 2014)

«Holi» -primavera, amor y colores- (bcn. abril/14)

Ayer disfruté; compartí con tantos otros la fiesta del «holi».
Bañé la sobriedad de mi blanco, con un salpicado de diversos y vivos colores.
Pude danzar y liberarme desentendido de formalismos; esparcir y recibir el polvo mágico de los tintes y, dejándome llevar por rítmicas melodías y percusiones tribales, renacer en esta fiesta/recordatorio que resalta la comunión que existe entre todo.
Mi ayer aconteció como un hoy festivo -que espero perdure- pero lo que más me agrado fue ver, que cada ser congregado, aún por un breve espacio de tiempo, se deshacía de ese tono que nos separa y hasta vuelve malditos; del yo que interpreta y comprende lo que sucede, siendo propio y jactándose de ser exclusivo.
Ayer… disfruté al reconocerme en los otros.

(I)
Primavera, colores y amor;
holi, holi, holi:
leyenda hinduista que resalta,
cuánta es la fatalidad
cuando un hombre olvida su condición
y pretendiendo ser como una deidad venerado
hasta sacrifica a sus propios hijos.
Holi, holi, holi;
sobre como el bien existe
e intercede y vence al mal.

Holi, holi, holi;
estampar una pieza de nuevo;
¡renovación!.
Deshacernos de abstractos e inutilidades;
un respiro, ¡renacer!,
sentirnos livianos y emprender el vuelo.

(II)
Dentro de este orden que impera cambiante;
limpio y redecoro las caras de mi hogar.
Apilo trastos inservibles,
con todos ellos alzo una gran torre,
la cual prendo siendo pira.

¡Quemen!,
tras las llamas que no quede
ningún resto que ensucie lo ya pulcro
-humo, carbón u hollín-
que ennegreciera las mejores visiones de futuro.
O, suplantando al aire que respiro
-como goma de borrar-
eliminara los paisajes que lucen
al agriar sus colores,
enturbiando su belleza con grises
propiciando a los hombres y a su senda,
sucedáneos artificiales y la asfixia.

(III)
Lanzad los tintes en polvo,
¡colores!.
Que desplazados por el viento,
alegremente volando,
o diluidos
-mediante el recorrido fresco del agua-
igual enluzcan nuestras vestimentas
como despierten a nuestro ser
cuando, imaginativos, ellos las toquen.

Que así como fuera, cuándo nos impregnen,
nos ensalcen y sirvan a todos
los que en esta suerte caigamos,
de bendición y recordatorio.

Hay más vida que aguarda
detrás de la solitud de mi yo;
la decadencia sólo aparece,
si las personas, siguen el rastro cobarde
temiendo reconocerse.
Poco atrevidas, no se sinceran y eluden
la renovación, por la que claman las mariposas,
el pan divino que alienta el progreso
y brinda nuevos escalones
mediante el hermoso juego universal
de la metamorfosis.

318-omu G.S. (Bcn. 2014)

Proyecciones

flechas prehistóricas amerindias
Quién dice «ojala», desea y a la vez cree, dispone tanto de esperanza como de fe; consigue    alinear un presente con el futuro.
Decir «ojala» equivale a decidir un destino, a confiar en un proyecto que reposa dentro de nuestro corazón o está afianzado, remetido en las mismas entrañas del subconsciente.

      

 

Aunque me duelan los hilos de mi propia marioneta
   o escuchara resquebrajarse, de mi árbol, su madera,
               ¡me volcaré!,
   mi voluntad trazará diagonales precisas,
   todo, para cuanto antes llegar
    a convertir tantos «ojalas» como pueda.

   … Quiero que mis hoys estén repletos de «ojalas».

318-omu G.S. (Bcn. 2014)

▬ Acentos activos (II) ▬

proyecciones

Más propuestas

 
* Creer que cada hijo de vecino tiene una lección que contarme y con la que yo aprenderé a vivir mejor.
* Confiar en lo que se me cuenta y no dejar que mis elucubraciones me traicionen.
* Ser flexible como una goma, pero no hasta el punto de estirarme tanto que pueda llegar a romperme.
* También saber usar esta goma, para borrar aquellos lastres con los que innecesariamente cargo.
* Acordarme de que en cada instante puedo disponer de mis cinco sentidos para apreciar esas cosillas que la vida me regala. Dar las gracias por disponer de todos ellos.
* No cuestionarme las capacidades que tengo y saberme capaz tanto de ayudar como de ayudarme.
* Ver en mis propios errores no tan solo lo negativo de éstos, sino también apercibir la parte en que contribuyen, me enseñan y me advierten, a la hora de lograr una próspera mejora que me ayudará a superarme.
* Ordenar unos principios, no por lo que suponga que deberían ser según la comprensión dispuesta en otros, sí por una visión objetiva de lo que pertocaría para generar un entorno mas saludable. (Ejercitarme, sin vaguería que valga, en la introspección para llegar a entender).
* Sellar todos aquellos miedos, aquellas dudas, que me impiden disfrutar de lo que se me presenta.
* Tener presente que aunque no pueda correr y vaya un pelín cojo, la vida me ha enseñado y me a ha dado la capacidad de saber saltar y andar a la pata coja, (siempre existen dispuestos los recursos alternativos).
* No creer nunca que la verdad y el sufrimiento de los demás es vanal, es insignificante, no tiene importancia, o que está alejado de nosotros así visualizándolo sólo como ajeno, (todo puede acontecer en esta vida).
* Considerar el escalón en el que está situado el resto y presentarme tolerante.
* Volcarme en el esfuerzo que requiere saber vivir esta vida de que disponemos; entregarme por completo a disfrutar aquello que en cada momento haga.