Una mirada alrededor siempre descubre adentros

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«El hombre, de a poco, aprende

a escuchar la voz de los días

y éstos, animosos, transcurren y pasan.

 

Como así mismo ocurre

con las hojas de un libro

que tras un impulso, ágiles saltan.

Reposando este libro

posado sobre un improvisado atril,

cuando sujeto por las manos de un lector

muestra los ventanales inmensos

que sus disciplinadas tapas resguardan.

 

Maneras y perspectivas

cuales le piden, incitantes, al lector,

para que descorriendo otra página

responda a su llamada.

Invitándole a degustar los pasajes que esconde,

las vivencias desgranadas

o la más inverosímil de las ficciones:

las deletreadas lecciones que cualquier libro ampara.

 

Sucede así, cuando el lector ansía

y ávido de instruirse o dispuesto a distraerse

colma una parte de su intelecto lleno de ganas.»

 

          ***   ***   ***

 

Una tarde antecede a la noche.

Cualquier tarde, como si fuera una madre,

acuna a la luz, cuidadosa la mece.

Hasta lograr que descansen,

que entre sueño dormiten

esos tantos hilos de ella

cuales al enhebrarse en los cuerpos,

haciéndolos cantores; realzándolos ensalza.

 

Es la noche dama agradecida

que a la tarde saluda

mientras a ella se hermana.

Y esto sucede al unirse,

al perecer y nacer

al son del mismo alternante

y luminoso compás.

Por reverdecer ambas bajo la tutela

de esa creativa cotidianidad

que, melodiosa, incansable prosigue;

luna tras sol y frío tras calor,

seguidamente; con cada jornada.

 

La noche es una hada que nos sorprende,

en la nada oscura pinta constelaciones,

al extraer de su somnolienta chistera;

prodigios, laboriosas luciérnagas

que a los hombres solitarios embelesan

y a los encandilados amantes imantan.

 

No falte, moje el rocío,

añádanse amaneceres.

Puedan respirar mis ojos,

de la luz sus frutos: colores.

Que el negro asomará seguro

cuando, de viaje, quede dormido,

así alargándose mi horizonte.

 

Ya luzca la mañana

o roce la tarde o caiga la noche,

respetuosos sean mis pasos

cuando el camino recorran

y de esta vida degusten

sus pampas y selvas,

sus llanos y cerros,

sus polos distantes;

su infinidad de cuestiones.

 

Porqué son tan emocionantes y tentadoras

las esencias que aguardan,

de esta vida sus piruetas y dones,

que se asemejan a la golosina que lame el niño

mientras no ceja de descubrir y al hacerlo engarza,

las ilusiones más entrañables

sobre la realidad más humana.

 

318-omu G.S. (Bcn-2013)

 

Amante y dueña de su destino

 

callejas árabesPresumidamente roja ¡como el fuego!.

Por insaciable era hambre

devorando infatigable;

dulces moras que colgaban en los bosques

e inocentes y prematuras flores esparcidas por campiñas.

De los mares y ríos, grandes peces; magníficos ejemplares.

Como, así mismo, cazaba excelentes venados,

apostada en cualquier risco de esa sierra

que, tan bien, ella conocía.

 

Presumía de autosuficiencia.

Utilizaba a su antojo

prescindiendo de sujetarse a alguien.

Se salvaba de compartir miedos y dudas,

tampoco precisaba sentirse cuidada,

ni reposar tranquilamente

y apoyando su vida y la cabeza

atisbar la confianza.

 

Ella se desentendió de soñar junto a nadie,

hubo sido como solitaria la elección de su suerte.

Paseaba sola aún acompañada,

sola descansaba y sola decidía

cuando iba y venía.

(Cada palabra de su diccionario

nunca pretendió tener más que un significado).

 

Altanera: Al saberse mirada

más aún se erguía su porte, así ensalzando su cuerpo;

desdén servía con este acto,

jamás se giraba su cuello.

(Diosa de un onirismo olímpico

vestía perfectas proporciones,

y al tiempo esclava,

sellada impenetrablemente

por unas formas exclusivas y limitadas).

 

Selectiva: Elegía escrupulosa los manjares,

nunca se prestaba a tener un dueño;

concurriendo en el festín convenía,

en cómo y cuándo, en el quiero o no quiero.

(Conociendo sus dotes

era sabia en maneras).

 

Pero hollín acaba siendo

todo lo que antes quemó como leña.

Los otoños resultan muy crudos

si a estos no les esperas.

Y más triste es oír crujir el hielo

cuando el amor no es escucha ni abrigo

asomando tan lejos y a mano

como a nuestra vera.

 

Y de imprevisto… se hizo noche la mañana.

No aguardó ni al influjo de la luna, (hasta eludió ser marea).

No esperó ni a aquella imantante ensoñación

que portan las estrellas.

 

Y el triunfo que le otorgaron cientos de amantes,

quedó relegado, resultó ser ahora;

un pasaje banal, ansiedad y desdicha.

 

Ya dejó de saciarla el canibalismo sujeto a una cama,

el alocado e improvisado desparpajo de conciertos.

El lujo de las cenas erotizadas con billetes

o los palcos de tantos exultantes teatros

en donde ningún verso romántico reposaba.

 

Ella… ella añoró lo que nunca tuvo.

Recordó palabras hermanas

y le embargo una extraña nostalgia.

 

Ella, indigesta de juegos triviales,

de champagne, cocktails y buenos vinos,

¡al fin rompió el libreto!,

cedió la plaza ocupada.

Dando un paso adelante,

borró una cuenta pendiente y perdió esa ignorancia.

Opto por, gozosa, amarrarse a una pareja.

 

Sabedora del sublime ardor

que arroja toda famélica pasión

y hace desbordar el líquido de las copas;

añadió, no renunció ni perdió

ni un pellizco de su fuego.

 

Descubrió nuevas gracias añadidas

a aquella de quemar y nunca ser dañada.

Miró a su alrededor y pudo ver.

Aprendió a recolectar otros muchos colores

que dentro de ella también tintinaban.

 

318-omu G.S. (Bcn-2013)

 

Quién tiene la llave de los principios poéticos…

 

Ya llegado el siglo veintiuno, no creo que nadie pueda ni deba encasillar dentro de ninguna regla, a un término tan incesantemente innovador, creativo y extenso; como es el de la poética.

Deberíamos abandonar la arrogancia a la hora de valorar el decir poético de otros, cada cual tiene su propio expresar y aunque no comulguemos con las maneras o con la exposición habida, la reflexión sobre unas circunstancias junto al peso de unas emociones en esas letras habita. (Sería bueno que nuestra lectura se arropara de humildad).

En diversas ocasiones he coincidido, tanto en foros como en blogs, con gente que delata esa arrogancia que menciono junto a un enorme menosprecio. Si la poesía tuviera una verdad única y absoluta, a mi ver, ya no estaría dentro del saco de mis predilecciones, ya no la consideraría poesía.

Quién es tan prepotente para encasillar dentro de un determinado orden, de exclusivas palabras, de estrictos numéricos o de encorsetadoras reglas, el mundo que decide como poético alguien; ese prisma o perspectiva, esa posible puntilla al respecto de una noticia, de unas vivencias, al respecto de los asuntos socio políticos o sobre temas surrealistas o claramente banales.

Quién es capaz de erigirse, hoy, en este siglo veintiuno; como un Dios crítico que sentencia lo que es vanguardia poética o lo que es irreverente o está caduco.

Cada cual tiene sus posibilidades, capacidades y maneras, y nos pueden gustar o no gustar las de otros, pero me resulta de un asco anormal, utilizar nuestras letras para despreciar, aquel decir escribiente que, seguro, con suma buena intención y máximo esmero y voluntad, hacen tecleando unos tantos otros.

 

«La humanidad refleja la situación de su actual identidad en pequeños detalles. Un individuo marca el paso… y cuando su paso repite y repite, da la sensación de que tal paso sigue el camino adecuado; así acabando por servir como ejemplo viviente. Cabe la posibilidad de que aún preñado de desatino, el acto, debido a su reiteración; adopte fieles, se formalice y haga cotidiano.»

 

omu G.S. (2013)

Polisemia

reflejo

 

 

 

 

 

 

 

Solo, sólo aquí siendo:

sólo un simple trino que acompaña.

Sólo un gesto inherente del pasado.

Sólo un fugaz acento del presente.

Sólo un leve soplo para el mañana.

 

Solo.

Creo que sólo eludo

la razón de los tiempos,

para con absoluta seguridad

llegar a predecir;

la existencia continua,

a esta vigilia eterna que me aguarda.

 

«Solo auguro mis propios pasos

y me embarga la compañía,

al hallar los de muchos otros

ceñidos a mi suerte misma.»

 

Tan solo necesito del descanso

para poder seguir sembrando cada una de las semillas

cuales resultan ser todos mis actos.

 

Sólo quiero soñar para resultar cabal.

Sólo preciso errar para ser perfecto.

Pues debe de tener una mácula el blanco

para que el «taijitu» deviniera completo.

 

Aquí converso con un compendio de lenguas bífidas.

Aquí contemplo el blanco y los negros;

la salud enrarecida por los vicios

y la virtud desencallada mediante el mal.

 

(Desde el circunstancial de las experiencias

amanece el saber que auspicia a los conocimientos.)

 

Solo, sólo aquí siendo;

un simple hombre imperfecto,

un hombre con alguna virtud,

porteando más de algún defecto.

 

A merced de los astros,

a merced de los cielos,

yo igualmente cabalgo,

tan locamente lúcido,

como juiciosamente preso.

 

Entre la dualidad que rezuma,

(cual la misma habida en fruta madura

que dulcemente se agría),

este hospitalario planeta.

Dualidad que despierta dudas

y solivianta reflexiones,

que al someternos a cuestiones, innova.

 

Tan solo como una gota de lluvia dentro del mar.

(Nunca quieto).

Inmóvil y estéril…

al ser atenazado por mis propios miedos,

Próspero y fecundo…

si cuando escucho atiendo,

y cuando atiendo sopeso.

 

(Prefiero que se pose mi esperanza en la carcajada.

Escojo tener limpio el saludo de mi pañuelo.)

 

318-omu G.S. (Bcn-2013)

Sobre bancos y en jardines

ARBRES

(I)

Resido dentro de múltiples fechas.
Desleído por tantos anteriores espacios,
¡cómo no! me creo hijo del tiempo.

Habito descompuesto en pequeños fragmentos,
que son uvas reunidas en un solo racimo.

(II)

Mis primeros berridos rebotaron
contra altos edificios,
y así deambularon por calles estiradas,

qué bien ligándose, entrecruzadas,
aparecían, (vistas desde arriba),
como inmensos crucigramas.

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Compuesto

reunió

 

Mi ser:

es alma desnuda

vestida con cuerpo.

Un espíritu libre

asido al universo.

 

Hecho de alma

descifra, de las nubes, sus diseños.

Sostiene fantasías e ilusiones.

Sonríe como un niño

al pellizcar los sueños.

 

Mi ser: un aborigen.

Tomó de la raíz…

y pudo comprender.

Transformándose vuela,

fue un huevo y una oruga,

y ahora es mariposa.

A cual se le revelan

todos los territorios

tras un prisma inmortal.

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Declaración de amor. (La confesión)

 

JANA Y OSCAR (111) 

Este amor no depende

de las prófugas ganas ni del sexo.

No puede terminar

como un banal pasaje de excitación

que queda prontamente desbravado.

            ***   ***

Amo, me enorgullece amar

la polifacética esencia de la vida.

Soy fiel, tengo por norma respetar

aunque se opusieran a los míos,

del resto, sus criterios.

 

Bien sé que existe un norte

bastante más allá de mi comprensión.

Igual que dispongo de un lugar

no desestimo viajar a los mares del sur

a descubrir mi suerte en las antípodas.

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Simple solicitud

Te atreves con tres minutos de desasiego ajeno, lo necesito. Ahora soy capaz de compartir los interrogantes que antes me hicieron arder, pero que siendo fuego tienen luz; y esa luz iluminó alguna porción de mis entrañas.
Como decirte… para no partir arrugado y rencoroso, para partir sin mochila ni equipaje que lastre mis pasos al recorrer caminos y senderos, necesito… necesito compartir esas tristezas que achican mis ojos, la nostalgia mayor está en añorar aquello que podría ser.
Son preguntas. Son respuestas que me niegan tantos gozos; de un pasado —ya reflexivo—, y acerca de la inquietud por la busqueda del equilibrio que se halla entre realidad y utopía. Cuál es la línea que determina y separa lo factible de lo imposible. Es aquí donde ya no tengo palabras, me quedo mudo, es cuando necesito que intuyas mis quereres probando de buscar en tu interior.
Cálculos sobre repartos no caben, por mas que cuadren las cuentas. Los gestores de lo económico no contemplan la posibilidad de un justo, por necesario, reparto equitativo. Este es el cuento que poco se cuenta, la división que impide un remar suave y ligero en la vida de cualquier ciudadano en esta pelotita suspendida en el curso; como burbuja; ciudadano que es un alumno más en esta escuela, planeta que es, de entre las galaxias, una de las fortunas mas bellas.
Es por esto que te pido tan solo, tan solo tres minutos. Es así porque no me quiero olvidar de ti.
Será que reconozco en tu escucha un vocabulario sinónimo capaz de entenderme. Será que tu reflejo ahuyenta mis miedos. Será…
Y es que sé; confío en la sinceridad de tu mirada y en la franqueza de tus gestos. Será que aunque quepan días lluviosos nuestro interior puede lucir soleado.
Cuántas veces se ha pretendido cambiar lo que por naturaleza evolutiva se nos imponía. Si no nos es posible saltar tan alto como para conseguir una estrella, como pretender que tanta y tanta gente nos sincronicemos con una misma razón elocuente y en pos de un mismo deseo. En las gradas de este circo cada uno en un escalón, perspectivas diferentes que además se acentúan por los intereses y por la condición inherente. Partamos de una misma línea de meta, este propio corazón. Rebusquemos similitudes coincidentes en el reflejo táctil y nervioso del dolor que nos provoca un pisotón. En la satisfacción que nos dispensa la atención y dedicación que otros seres nos ofrecen al encontrarnos débiles o enfermos. En lo tanto de gratificante que sentimos ante las imágenes que la vida nos regala y nos gustan y nos reconfortan. Con el sabroso alimento que nos embriaga deviniendo como el más placentero. Frente la audición de aquella melodia, o de esas palabras que tanto nos gusta de oír. Oliendo la piel de un recién nacido o del ser que amamos o deseamos, el cual nos completa, cómplicemente, demostrando que es cierta la sintonía y el vínculo. Es por ello que te digo, partiendo de esta misma base común alcanzaríamos un mayor entendimiento, fructificaría una red consciente que nos salvaguardara de posibles tropiezos y caídas. Caídas, con las consiguientes fracturas, sociales, internas, globales. El secreto puede estar en buscar las similitudes y no las diferencias. Porque diferencias y discrepancias siempre las habrá; y éstas hacen fructificar lo creativo en nosotros, pues demandan que estemos atentos para intentar aportar una guinda a nuestro pastel y hacerlo todavía más exquisito. Estas diferencias no tienen porque ser destructivas.
Fui paciente al ver desgarrado, hecho jirones mi pantalón preferido. Me sentí triste por tener que marchar de la fiesta. Sentí hasta vergüenza. Fiesta que era hoy; en el aquí de cualquier tiempo. Ni un adiós tuve para los que apreciaba. Marché. Busqué. Me pregunté las razones que esgrimían los supuestas artistas que dirigen un país hacia la deriva; las razones que postulaban solamente rezumaban egoísmo. Atizaban la autosatisfacción. Nada contemplaban las deficiencias del engranaje, las necesidades que causaban estragos hasta extenuar a otros.
Es por esto que le pregunto a usted, nacido de padre y por madre, lo mismo que mi hermana y que yo. Usted que manda y dirige ¿de verdad sabe quién es y decide su vida? Y si me permite… ¿en que cimientos se asientan las propuestas en su día a día?. Tal vez, en la huida de sus miedos más terroríficos y profundos, en recolectar frutos cuales serán incapaces de saciar su corazón. Quizas su vida miserable, ruín, mezquina y furtiva, mentirosa y traidora se deba, a que jamás a sido capaz de vincularse a la misma existencia común que le pertoca con los demás de su especie; se autoimpuesto una misión, la del poder con la pretensión de demostrar su valía ante sus propias dudas. Ostentación. Prepotencia. Altivez. Usted… ¡ cuidado !, no vaya, al final, a ahogarse con ese mismo cinturón con el que intenta amarrar el vivir de otros que son sus hermanos. Los mismos frutos materiales que usted acumula son venda que le sirve de autoengaño. Esos frutos causan podredumbre, amargarán y acabarán por maniatar a sus propios hijos y a los hijos de los hijos de los hijos de su misma y gran familia. La tierra llora por ello; llora sin tregua pero espera.
Fronteras: Barreras inventadas. Siempre se pueden encontrar causas y motivos que nos autoexcusen y nos sirvan para sentenciar a cualquier otro. Sentenciarlo por la simbología y el orden alfabético o numérico que nunca aprendió. Por la ausencia que hoy le pertoca debido a lo que anteriormente se le robo ¡ por su terca y pobre miseria !. O, por creer en la propia naturaleza en la cual confía, o por portear, humildemente, una ilusión. O, por sus creencias, gusto, apetencias o por aferrarse a una fe que en más de una ocasión sue la que, al sentirse derrotado y yacer caído, le levanto. No ose despreciar, usted, a quién poseyendo la luz camina apareciendo sin posesiones ni su saber. Le doy vueltas y vueltas y querría preguntarle ¿no será que sufre de envidia y de codicia y de avaricia? sí, sííí, sííííí… no gire la cabeza, va con usted, que es incapaz de vislumbrar la tanta luz que llevan y hay en otros.
Comunismo, democracia, socialismo, capitalismo, de esto me dice ser un perfecto conocedor; y entonces le pregunto ¿dónde está aquí y ahora una verdadera aplicación de cualquiera de estos conceptos inventados? ¿dónde está la seria disciplina de cualquiera de las leyes que se imponen simulando una sociedad estable, ficticiamente mejor, la del bienestar que usted promulga?.
Podría encontrar la razón, en que usted ni dirige, ni gobierna, es tan solo una marioneta. Por más que quisiera hasta su propia casa le resulta imposible de limpiar. Camina siendo todavía más esclavo que los mismos seres llevados desde un África, pura en conceptos, hasta allá donde se jactaban de clase, maneras mientras confundían lo que es la verdadera civilización. Usted es más pagano que los nativos que usted acusó, con desprecio, de tales hechos. Es más caníbal que las costumbres tribales que regentan en algunas personas por cultura, necesidad o costumbres. Porque, usted, ha pensado alguna vez en las consecuencias de muchas de las maniobras que se acuerdan, con su consentimiento, llevándose a cabo. ¿Es responsable y consecuente con sus actos cuando satisface a esa ambición que subyuga, al pedir, insaciablemente, riquezas?. Muchos quedan padeciendo y muertos; y, nosotros, nos convertimos en asesinos directos o indirectos, en maestros y lacayos del horror. En despreciables maltratadores. En violadores de inocentes que se procuran leyes para eludir su meritoria condena. Nosotros somos tan despreciables que acudimos a casa de nuestro hermano, el cual está convaleciente y desvalido, y le atizamos, rematándolo; cambiamos su vida por cuatro piedras preciosas o por cualquier material o energía que nos sostenga en un lugar privilegiado.
Continuamente cabalgan un seguido de mentiras subidas en los medios de comunicación. Manipulan la realidad, la omiten o la cuentan a medias; pretenden convertir tanta farsa en verdades. Dicen que el enemigo es amigo y viceversa (sonrisas y manos que falsamente se estrechas). Cuentan que hay poco trigo para el pan y hasta que el agua y las montañas tienen propietario, no es de los cielos y de los ríos.
Es por esto y por más que solicito que me responda, me vale una carta convencional: escrita a mano; lo electrónico quede siendo para la música. Carta en la cual, si es posible, me adjunte fotografía de su mirada observando a sus hijos después de la cena, mientras los arropa cuando los acuesta. Carta en cual remate el servicio saludable que fomenta este sistema. Quiero que me explique en que medida y que parte de este sistema usted cree que le será útil al futuro de este planeta y a sus hijos; ayudandoles, a éstos y a los hijos de cualquier ciudadano, a encontrarse y construir con acierto para no perderse. Planteese sus decisiones y lo que corresponde que diga si es que su amor le inclina a decidirse por un mundo mejor, en que prime la cordialidad, en que no le falte a nadie esas partes primordiales e indispensables. Me encantaría que me respondiera en su carta a: ¿cuántas veces se ha reído, de corazón y con el alma, en el día de hoy? ¿cuántos amigos en cuales confiar, plenamente, tiene?
Sin más que abrazar esa parte de usted que todavía juega con los trenecillos, silba y canta en la ducha y cree en Blancanieves y Peter Pan; un saludo de su perdida pero viva identidad.