Animales (vueltas de tuerca II)

Inteligentes y estilizados delfines surcan los océanos mientras saltan las olas que son comba. Gaviotas y pelícanos indagan la escritura que guardan como libro las nubes, y la retienen en sus plumas para relatar esa tanta sapiencia mediando sus alas. Cangrejos aferrados a la consistencia terrenal, arañan con sus pinzas y esculpen ¡son escultores!, con su gracia lateral dibujan las rocas dejando su impronta. La arena y el sol y la sal convienen en prestarse como herramientas para que cuenten su historia.
La tierra cautiva a la lluvia y los rayos del sol; usa su mejor canto y los llama. Quiere que se acerquen hasta tocarla; ella nos cuida; para poder darnos, antes se alimenta. Sigue leyendo

Vueltas de tuerca (I)

" Estany de la pera i cim del Perafita (Cerdanya) "

» Estany de la pera i cim del Perafita (Cerdanya) «

Yo, como lector, viajo; busco fuentes de energía. Repaso la técnica exquisita con que otros me deleitan. Pero, de veras me desvivo por la carga de valor habido en los contenidos.
Yo, como escritor y aprendiz, practico. Me agradaría saber darle impulso a los columpios en que están subidos otras gentes.
Yo, como amante del arte, decido ver la original composición que organizada mediante líneas y curvas le da pie a cada letra.

Hay ciertas palabras, que cuando son posicionadas adecuadamente dentro de un mensaje, por sí mismas, consiguen que eclosione en nosotros una corriente sensitiva. Cual provoca hasta que nos desentendamos del lugar concreto en el que estamos, y de la forma reducida y visual con la que nos vestimos.
Hay palabras que logran abrirnos un portal. Que impactan y nos sacuden haciéndonos vibrar, que tienen un peso más allá de diccionarios o del qué de las cuestiones.

-cim i cel-

-cim i cel-

Corazón, mente y unas manos

ALFARER

«En un principio la nada quiso parirse a si misma: se abrió como senda para  mostrar un sinfín de bifurcaciones.»

Los hombres y su bondad (originaria).
Los hombres y su maldad (arcaica).
Sólo un huevo y la eclosión.

… Y junto a esta dualidad (bondad y maldad), una actualidad repleta de contrapuestos en cual se suceden las combinaciones y alternancias.
Los hombres nos contradecimos, padecemos de una esquizofrenia disfrazada de normalidad; infinidad de inclinaciones cotidianas determinan el desasosiego y la falta de frutos.
La contradicción vive constantemente, nos damos cuenta si el individuo confronta palabras y acciones. Tanta es la contradicción existente, que los hombres caemos en un estado de desequilibrio insalubre (podemos tratar de mentir a los demás, pero nunca escapar a nuestra verdad).
El desequilibrio, a su vez, acarrea la locura que demuestra este sistema mundial que nos rige: construye una sociedad repleta de minorías, llena de barreras inhóspitas y tabus incoherentes e incomprensibles, así como falta de entendimiento, de altruísmo y de cohesión.

Cuándo los hombres hacemos (repletos de soberbia; mirando por encima del hombro al resto de elementos existentes), nos jactamos de disponer de la racionalidad (bendita herramienta), mientras destruímos las porciones más valiosas que dentro de nosotros y a nuestro alrededor vamos encontrando.

¿Qué es miseria?

318-omu G.S. (Bcn. 2014)

Acerca de una dictadura camuflada

carcel

Un sistema no puede considerarse que funciona correctamente, cuando despiadado, deja mudos, anula por completo la voz de infinidad de ciudadanos que, claman pidiendo sea justo el reparto, solicitando que en este planeta impere el equilibrio.

« Cómo poder llegar a creer y confiar en este sistema democrático; si se asemeja más a una dictadura, tanto en lo social como en el aspecto financiero, y también, cuando su embestida es feroz al usar las leyes impasibles que deciden los políticos.»

318-omu G.S. (Bcn.)

Cuestión de cambios

Cuestionarse los asuntos siempre trae grandes cambios, y con cada cambio una nueva perspectiva de entender y percibir cada situación y elemento que nos rodea.
    
Somos parte de un mismo reflejo que se trasmite como tratándose de un contagio, aun sin, algunas veces, ni darnos cuenta. Hagamos que con tal contagio se propague una calidez que no quiere ni necesita de ausencias, traigamos nuestras ilusiones en volandas hasta aquí, hasta esta realidad tangible, no queden tan solo como un sueño.
Aun sumando años no perdamos el interés, no olvidemos que fuimos atrevidos funambulistas; seamos caminantes, validando los principios que merecen de estar y ser resguardadosm hagámoslo con cada uno de nuestros pasos. La determinación revierte dando un presente que elude queden los aspectos importantes por resolver; como ficción inconsistente, como mero anhelo.
    
La sabiduría de vivir no estriba en haber adquirido más o menos conocimientos; pasa por aprender a elegir, utilizando en consecuencia de lo que sabemos -elemental y para nadie desconocido- sin que pesen en la eleccion las causas y razones de otros, la manipulación habida desde nuestra infancia hasta el hoy de adulto de nuestros días, mediante tantas informaciones que podrían venir dadas, por errores, incapacidad o defectos ancestrales que otros seres ya llevaban como carga. Para regenerarse es imprescindible la honestidad y el esfuerzo junto con una generosa introspectiva, no podemos pretender pedir la objetividad y la justicia cuando caminamos por esta vida como seres intoxicados.
Eludamos ser marioneta que danza inconscientemente al compás de un YO (propio o ajeno). Sabernos tan fuertes como para destronar al rey o reina que en ocasiones creemos ser, es entonces que ganamos la potencia enorme y la identidad fantástica del conjunto.
Somos barro natural y moldeable que aguarda le demos forma. Somos agua, tierra y aire ¡VIDA! y nos esta esperando todo aquello que desearíamos de tener.

Magnetismos

      Entre otras cosas, se nos da bastante bien, a los humanos, el despotricar sobre el amigo del vecino de nuestro primo al cual sólo hemos visto en un par de ocasiones; no está mal, contando, claro está, con que lo hacemos de manera altruista, además no cobrando ni un euro por ello.
        Aquí me encuentro, pensando la de veces que nos resulta mas agradable ver la paja en el ojo ajeno que no en el propio: lo cómodo que resulta preocuparse por los valores que deberían tener los demás, y no por los actos que, durante nuestro día a día, tendríamos que corregir o promover. La verdad es que no sé en que medida estamos preparados para atender a la voz de alarma al recibir ese sobresalto que devendría al comprobar, si es que fueramos honestos, lo mortales, ruínes, monstruosos e imperfectos que somos, al igual que darnos cuenta dels mucho trabajo que, en nosotros mismos, nos queda por hacer.
—¡que yo NO!
exclamaría y nos discutiría alguno, esgrimiendo su espada de justicia y  perfección.
    
—que mis pasos marchan a favor de alcanzar una nueva era: la del reencuentro entre hermanos y la solidaridad. Que mis pasos se dirigen en pos de un nuevo inicio: de un reseteo, en el que se pierdan esos vicios, esos códigos y esas fórmulas adquiridas sin tan ni darnos cuenta, con las que cargamos, encontrándolas como normales, al estar más que adheridas. Adquiridas, mediante la cultura que se quedó encallada en una vuelta concreta: Por educaciones que se impartieron según conviniera para una mejor manipulación. Por tabús que pueden devenir del entorno más familiar, cotidiano y directo. O por complejos que arrastramos por falta de aceptación de la realidad que nos pertoca; aspectos cuales colapsan la comprensión de aquellos (nosotros), los que por naturaleza intrínseca, dado el vínculo y las coincidencias irrefutables, debieran demostrar empatía y ser buenos entendedores.
 
      Ahora es cuando te escucho, al advertir que declinas de una posición egocéntrica e interesada, la rechazas y buscas un remedio alternativo que pueda proporcionarnos el reencuentro identitario, y, por supuesto, con el cosmos; puesto que «al cesar lo que es del cesar» y visto como se quiera ver, no dejamos de ser una partícula de entre infinitas partículas, de esta gran familia que es el universo.  
Tan siquiera darme cuenta de lo escurridizas que son las ideas, de lo efímero que son, algunas veces, los ideales que acometemos.
Razones para esforzarme o luchar, no me faltan; tenemos motivos importantes más que suficientes para decidir nuevos rumbos. Porqué, entonces, asoman tantas dudas demoliendo ilusiones e ideales, obstruyendo los mejores caminos; proyectos que, aun pudiendo tacharse de ensoñación, parecen metas factibles que cabrían como nuestra realidad.
Me tomo de una mano, me llevo, a regañadientes, hasta un espacio alejado de la la distorsión voraz; rincón en el cual, sinceramente escuchó esta pregunta…
 
¿Son, acaso, tres gotas de lluvia en algo parejas a millones de otras gotas?… Simplemente me queda responderme «cuanto en común tiene con el resto, mi identidad».